En el ático, ahí donde solíamos vernos todos los días.Tu nombre y el mío estaba escrito en esa pared moteada. La tinta era indeleble.
Te veía, me veías, nos veíamos.
Tu recuerdo no se marchita.
Aún sigo respirando tu aroma. La misma que dejaste entre susurros.
Sigo mirándote a los ojos tal cual y despiertas emociones infinitas en mí aunque tú ya no lo haces más.
Puedo verte del otro lado. Tu rostro ya no dibuja la misma sonrisa que antes.
¿Qué sucedió?
¿Dónde te has ido?
¿Por qué creo que esto ya no me está gustando?
Puedo sentir mi piel derretirse entre la niebla.
Ojalá pudieses salvarme de esto.
Ni yo misma puedo hacerlo.
Tú, en la tierra y yo a mitad del páramo.
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Idilio Invernal
PoésieElla no sabía lo que era el amor. O quizá sí, pero no se sentía afortunada. Le habían roto el corazón y había roto corazones. No sabía si le gustaba el rosa o el azul. Su mente era una mezcolanza. Estaba rodeada de sombras. Y se hacía llamar la chic...