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No había sido sencillo , sin duda no había sido sencillo .
Miraba su cuenta bancaria casi vacía, a medias alcanzaría para las cuentas pendientes  y para las citas medicas de su pequeña hija.

Cerró su ya maltratada laptop y la dejó con cuidado en la mesa al lado de la cama, pasó las manos por su rostro e inhaló, miró a su costado y acarició el suave cabello de su bebé, Arla Styles.

No estaba orgulloso del apellido pero las leyes no aprobaban solo un nombre para su cachorra y ya que despreciaba a la madre de Arla solo puso dos veces Styles

"Ojalá pronto llegues a cumplir los ocho años amor, me causarías menos problemas. No me odies."

Dejó a la nena soñadora reposar.
Se levantó con cuidado de no despertarla y caminó a su baño, se arrodilló en la ducha y quitó con cuidado un gran trozo de baldosa, bajo suelo estaba una pesada caja de metal donde guardaba distintas prendas omega de talla estándar.

Miró su reloj en su muñeca y entonces con prisa sujetó unas mayas negras con floreados , un encaje color melón y por ultimo una polera enorme color rosa pastel y una bata de seda transparente junto a un par de tacones cortos de gamucha negra.

Se desnudó lo mas pronto posible y se colocó todas las prendas torpemente para cubrirlo con su saco jean y unos pantalones de tela holgada y finalmente un par de zapatillas gastadas .

Metió los tacones en una pequeña mochila, se aseguró de llevar su navaja suiza , seis preservativos , paños húmedos y por ultimo, se pintó bien el cuello exagerando con el polvo y base para cubrir la terrible marca.

Tres toques firmes se oyeron en la puerta.

Desesperado guardó todo en su mochila.

-Justo a tiempo.-abrió con una sonrisa decaída.

-Nunca tarde. - esta le entregó un beso en la mejilla. - Ten suerte , sé que todo estará bien. Te esperaremos mañana temprano.

Asintió y salió con algo de prisa, totalmente rendido, no sabía como reaccionaria Camila si se enterase de que realmente no trabaja de reponedor en un supermercado como le había prometido.

-Dios, que hoy al menos sean tres.

Dio pasos rápido fuera de ese viejo, horrible callejón hacia la autovía tomando el ultimo bus de siempre que lo dejaba frente a una cuadra extensa de bares y casinos.

Como cada noche primero North y Dacosta lo recibieron.-Date prisa, en media hora es la primera salida de el casino cuatro.

Asintió y allí mismo se quitó el pantalón y saco, las guardó junto a sus zapatillas al sacar los tacones ajustados que tanto odiaba.

-Nort dame un retoque, soy pésimo para esto.

 La dama despampanante le empezó a maquillar mientras Dacosta le terminaba de dar algunos golpes a su ropa para alisarla.

-Hoy estamos de infarto, sé que todos conseguiremos algo- La omega era positiva, ayudaba a que su odio a si mismo parase al menos hasta que hallase un cliente .

Los tres ya listos caminaron al pórtico abierto, a los omegas solo les bastó una media hora para que fueran los primeros en ser llevados.

Como costumbre se quedo allí solo , caminado de un lado a otro con los dolorosos tacones, aveces se recostaba en alguna pared y volvía a su andada.

Mirando la calle húmeda y aburrida...
No sabe por cuanto estuvo caminando sin clientes hasta que Nort y Dacosta habían vuelto solo por la segunda vuelta.

Ni siquiera podía sentir celos o menosprecio si un trabajo así era indignante.

Sin percatarse pasó por la puerta de enfrente del casino topándose con el desagradable guardia.
-Fuera de aquí puto asqueroso! Indignas a los alfas.

Alfa y Alfa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora