. "El Hijo De Mi Violador".

Capítulo 3..

Narra Cloe..

Entre a la Universidad caminando a pasos lentos, extrañamente sentía como si alguien me vigilará, inspiró con fuerza y observó a mi alrededor, no veo nada así que continuó mi camino por los interminables pasillos.

-¡Cloe! - Siento el grito de uno de mis primos maternos a mis espaldas, al mirar atrás observé a Ian.

-¿Que quieres? - Cuestione sería.

- Supe que te habías ido de la casa de tu madre y de tu padrastro - Reí.

-Querrás decir MÍ casa - sonreí falsamente.

- Como sea. Mi padre quiere verte - Informó, sabía que estas cosas comenzarían a ocurrir luego de que mi herencia estuviera de el todo en mis manos, ahora comenzaban a tratar de acercarse a mi, cada vez que veía a alguien relacionado con mi mamá sentía rabia y rencor, ellos siempre se dedicaron a hacerme sentir como si no valiera nada.

- Pues que pena, pero yo no - Seguí mi camino, unas horas más tarde estaba sentada en la cafetería, mi móvil sonó dándome a conocer un mensaje de texto de un número desconocido, deduje que era Erick.

"¿Que tal su día Señorita Marín?" Sonreí cómo una tonta y le respondí.

"Excelente. ¿Que tal su día Señor Saintainne?" Pulse enviar y volví a centrarme en mi comida.

- Cloe - Sonríe al ver a mi mejor amigo tomar asiento frente a mi.

-Hola nene - Lo saludé.

-¿Como te fue ayer? - Cuestionó curiosamente.

- Me emocionó ver a mi familia - Omití el resto de los sucesos, salí de la Universidad y me encontré con un par de ojos negros, tiene la vista clavada en mi y una sonrisa.

-¿Que tal mi querida Cloe? - Cuestionó Erick acercandose a mi a pasos lentos, sentí la mirada de toda la Universidad sobre nosotros, era de esperarse, Erick era un hombre que hacía suspirar hasta a la mujer más sensata.

-¿Que haces aquí Erick? - Le miré sería.

- Vine a buscarte. ¿No te da gusto verme? - Cuestionó ofendido.

- No es eso, es que... Me sorprendiste - Mis labios se curban en una sonrisa.

-Tienes una sonrisa muy bonita - Murmura mirando mis labios.

-¡¿Para esto te quisiste ir de la casa de tú madre?! - la voz de Hanna me sacó de el mágico momento, me giré a observarla sería.

-Perdón Señorita, pero no es asunto suyo lo que haga o deje de Hacer Cloe - Alegó Erick.

-Estas equivocado - lo tutea y se acerca meneando las caderas hasta a nosotros, trata de empujarme a un lado pero la mano de Erick se aferra a mi alrededor y me apega a el calor de su cuerpo, veo los ojos de Hanna arder de la rabia - Soy la Prima de Cloe - se presentó con la mandíbula tensa y estirando su mano, Erick la estrecho con educación y la apartó enseguida.

-Soy Erick Santainne - se presentó.

-¿Erick Santainne? - Sonríe Hanna - ¿No me recuerdas? - Erick niega - Soy la chica que te ayudo en el baño de el Bar holanda - Sonríe coqueta, Erick rodó los ojos.

-Te dije que luego de esa noche me olvidarás, yo si lo hice, ahora si me disculpas me voy a comer con mí novia - Me sonrojó y siento como me conduce de la mano hasta a el auto, ya allí abre la puerta para mi y me ayuda a subir.
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-Disculpa por la molestia de hace un rato - Sonríe Erick cuando aparcamos en un restaurante.

- Esta bien - Asentí.

- Vamos a comer, quiero conocerte más a fondo- me guiño un ojo.

Al estar dentro de el Restaurante el abrió una silla para que yo tomará asiento.

-¿Sabes que no hace falta que hagas esto? - cuestione sonriendo y tomando asiento.

- Lo sé, pero estoy saliendo en una cita con una Señorita, debo comportarme a la altura - Tomó asiento frente a mi sonriente.

- Ya - Rodé los ojos con diversión.

- Buenas tardes, bienvenidos a Dolce principessa - Sonríe un chico vestido con un delantal de mesero - ¿Que van a ordenar? - Cuestionó sonriendo.

- Yo quiero lasaña de carne a la boloñesa - Pidió Erick viendo la carta - Y... Una copa de vino Gran Sasso pecorino Terre di Chieti - Cerro la carta y ahora los ojos de los dos se posaron sobre mi, observé detenidamente la carta.

-Ehm.. Yo quiero Pechuga Rellenas Al Horno y..¿Que puedo beber? - cuestione observando a Erick, el Soltó una sonora risa.

- Pará la señorita quiero que traigas limonada - El chico anotó lo pedido y se marchó.

- ¿Limonada? - Cuestione sería.

- Sí - Asintió y me guiño un ojo.

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- Fue muy agradable tú compañía - Sonríe Erick cuando aparca en la entrada de mi casa.

- Ya - Asentí y le devolví la sonrisa - ¿Te veré mañana en la reunión de la empresa? - Cuestione.

- Por supuesto, Señorita Marín - Bajo y rodeó el auto para abrir mi puerta y ayudarme a bajar.

- Nos vemos entonces - Bese su mejilla y me encamine a la entrada.

- Cloe - Me llamó, me gire y lo observé apoyado contra su auto.

- ¿Sí? - Cuestione.

- ¿Saldrás conmigo otra vez? - Se acercó hasta a mi.

-Pero la próxima vez no pedirás limonada - Lo señalé.

- Esta bien, la próxima vez será una coca cola - Bromeó.

- Tonto - Reí y abrí la puerta de casa - Ya vete - me gire a verlo nuevamente.

- Primero quiero hacer algo - Murmuró y sin que me lo esperara me beso la comisura de los labios - Ahora sí, adiós - Se despidió sonriendo y subiendo a su auto se marchó.

- ¿Me vas a explicar que significa lo que acabo de ver? - Cuestiona una voz dentro de la casa, me giro y me quedo de piedra al ver a el tío Javier.

- Ehm... Tío... Yo - No sabía que decirle, me sonroje al notar que el sonreía ampliamente.

- No te preocupes enana, no le diré a nadie - Me guiño un ojo.

- Por eso eres mi tío preferido - Suspiro aliviada.