Capitulo 1 "Los Bolillo"

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[La vida es como la vida si la ves como la vida]

???: Todo se remonta en Irapitsburg en el año 1935, ese día es importante ya que Don Carmelo Del Bolillo abre al público su panedería: "Panedería Los Bolillos" y su famosísimo eslogan: "Quisiera que fueras panedería para darte día a día".

Está familia no solo era reconocida por sus panes, sino que también eran súper mega albureros. Con el paso de los años su popularidad aumentaba y ya habían más de 200 mil panaderías en toda Latinoamérica, hicieron tratos en E.U.A, apoyaron a muchas escuelas, compraron a Bimbo (otra pequeñita empresa que era su competencia). Ahora nos iremos al 16 de abril del 2001, ese día nacen nuestros dos personajes de esta historia: Alejandro y Antonio Bolillo.

Mientras tanto en el 2019:

Consuelo: ¡¡¡ALEJANDRO!!!- grita desde la cocina de la panadería.

Alejandro: ¿QUÉ PASA MAMÁ?- grité desde mi habitación. Estaba realizando unos cómics ya que no tenía nada que hacer. Eran las 7:00 p.m y pues ya había terminado mi turno de trabajar en la panadería.

Consuelo: ¡ALGUIEN VIENE A COMPRARTE QUESOS!

Alejandro: ¡Excelente!- dije en mi cabeza y me dirigí hacia la panadería.

Cruce por las sala y abrí unas puertas que dirigían hacia la panadería. Al salir de las puertas tenemos un mostrador que está de pared a pared, en la panadería tenemos pasillos como de supermercados, tenemos 4 pasillos. En cada pasillos tenemos panes desde: Bolillos, Conchas, Empanadas, Donas, entre otras. En un lado de la panedería tenemos refrigedores donde tenemos yogurt, leche, yogurt bebible, salchichas, jamón, entre otros productos de lácteos y carne. Y en el otro lado de la panedería tengo mi mostrador de quesos.

Los quesos son mi pasión, literalmente me gustan mis quesos, desde muy chico mi tío me enseñó todo sobre sus quesos desde tipos, sabor, marcas, etc.

Antonio estaba recargado de codos en el mostrador viendo su celular.

Antonio: Esa muchacha quiere agarrarte el queso– apunta hacia donde la muchacha pero no me dirige la mirada.

Alejandro: Ya me di cuenta– camine por los mostradores y llegué a mi mostrador.
¡Buenas Noches!– respondí de manera alegre.

María: Venía en busca de un queso ranchero– se agacha para ver el refrigerador donde se encontraban los quesos.

Alejandro: ¡Claro que sí!– le entregué el queso–

María: Muchas gracias, ¿Cuánto sería?

Alejandro: El muchacho de allá le cobrará– corrí hacia las puertas de la casa y entre. Me fui a mi habitación y seguí escribiendo en mi comic. Ya era tarde y me quedé dormido en el escritorio.

Al día siguiente

*¡TOC-TOC-TOC-TOC!*

Alejandro: ¡¿Qué?!, ¡¿Quién?!, ¡¿Cuando?!– me desperté de golpe, una de las hojas de mi comic estaba pegada en mi boca por la baba.

Consuelo: Hijo, ya levántate. Tú hermano está está atiendo la panadería y necesita de tu ayuda.

Miré el reloj...

Alejandro: ¡No jodas, son las 12:00 de la mañana!

Corrí hacia el closet y me quite la ropa lo más rápido que pude. Me puse una camiseta de manga corta con botones color beige, un pantalón de mezclilla azul claro, mis tenis blancos y me coloque mi delantal de la panadería.  El delantal es color verde obscuro, tiene una bolsa en la altura del pecho y otra bolsa en la parte de abajo donde estás mis piernas y mi baguette.

Corrí al baño y abrí la llave del lavamanos, me puse un poco de agua en el pelo y lo solo pase el peine por un lado de mi cabello, tengo el cabello lacio y corto, entonces no tenía ningún pelo fuera de lugar. Me salí del baño y corrí hacia las escaleras, casi me tropiezo pero todo salió bien, fui a las puertas que dirigían hacia la panadería y entré.

Antonio: No te preocupes, hermano. Ya me las despache a los clientes– responde mientras se limpia las manos en el delantal.

Alejandro: Perdón, me quedé haciendo cómics hasta tarde y pues.

*PIIIIII*

Antonio: Ya nos llegó un cliente.

Se acerca una muchacha al mostrador, tenía un short corto azul cielo, una camiseta con franjas amarillas y blancas, zapatos amarillos y tenía el pelo suelto.
Un poco guapa la señorita.

Antonio: Buenos Días, ¿Gusta té de ramo blanco?– le toma la mano y la besa.

???: No, busco algo para desayunar, mi mamá quiere que le preparemos el desayuno yo y mi jefe.

Antonio: Tengo unos desayunos, buenísimos que le puedes hacer como: Pellizcadas de Huevo, Chile en barras de calabaza, Picaditas de Aguacate y mojarras de salchicha.

???: Mmm... Suena rico, pero... Necesito algo más rico– voltea al alrededor de la panadería y después se voltea hacia mí–
Es de mala educación no atender bien a los clientes– muestra su mano y la pone en mi cara.

Antonio: No es mal educado, pero escupe– le quita la mano de mi cara.

Alejandro: Esté... ¿Quiere algún queso?

???: ¿Queso?

Alejandro: ¡Sí! Hoy tenemos promoción de queso vadota y le damos también para llevar.

???: Creo qué volveré en otro momento pero gracias.– camina hacia la puerta y se va.

Alejandro: Yo sigo sin poder decir albures chidos

Antonio: No te preocupes. Yo también sigo aprendiendo a decirlos.

Alejandro: Pero tú ya sabes alguno que dice el tío, mi abuelo, mi tatarabuelo y mi padre. Y no puedo hablar con facilidad con los albures.

Antonio: –pone su mano en mi hombro– No te preocupes, a larga te acostumbras.

Alejandro: Jajaja...

*PIIIIII*

Antonio: Ya llegó otro cliente– se aleja de mi y se para al otro lado del mostrador.

Era un viejito con un esmoquín color negro, tenía cola (el esmoquín), un moño color blanco en el cuello, guantes blancos y zapatillas negras. Tenía un mostacho blanco y tenía el pelo chino color blanco. Tenía un papel en las manos y camina un poco temoroso.

Alejandro: No se apene, pásale joven.

Antonio: –Me guiña el ojo–

Se acerca al mostrador.

Omar: Buenos Días, venía hacer un pedido ¿Ustedes me podrían atender?– me entrega la hoja

Antonio: Atrás se pide pero por delante se despacha.

Alejandro: ¿Quiere una docena de cupcakes sabor fresa?

Omar: Si..Si..Si, mañana pasaré por los cupcakes y por ustedes.

Antonio y yo nos miramos.

Alejandro: ¿Cómo que pasará por nosotros?

Omar: Una persona muy importante quiere que alguien de su familia lleve los cupcakes. Ustedes son hermanos, entonces irán a representar a su familia

Antonio: ¿Para quien son los cupcakes?

Omar: Para Esmeraldina.




¡Oh My Esmeraldina! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora