Capítulo 6 "Él Secreto"

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[Un dulce puede estar hecho de azúcar o hecho de chile]

Esmeraldina: ¿Listo para limpiarte chico sucio?– sostenía un látigo en su mano.

Omar: ¡Esmeraldina! ¿Está todo bien?– golpeó la puerta repetidamente.

Esmeraldina: Uff, Wasy... Está demasiado rico– camino hacia un escritorio que tenía en la orilla de la habitación.

Todo el cuarto tenía un color rosa fosforescente, tenía tubos LED blancos por todo el techo, en medio de la habitación tenía una silla color negro, en la parte izquierda de la pared habían tres muebles en forma de la letra "x", todos estaban cerrados y al parecer guardaba cosas ahí. Y en frente de la silla estaba un escritorio negro, la habitación no tenía ventanas.

Alejandro: Pe..pe..pe...– estaba atónito por todo.

Esmeraldina: Así que tú eres Bolillo...– se acercó hacía mí.– Esmeraldina se está comiendo todo eso, maldita envidiosa...– puso su mano en mi hombro.

Alejandro: ¿A qué te refieres con Esmeraldina? ¿Tú no eres Esmeraldina?– me alejé de ella para observarla.

Esmeraldina: Claro que soy Esmeraldina... Pero prefiero que me digan...– Se acercó a mí oído.

Omar abrió la puerta de golpe.

Esmeraldina: ¡Wasy, Bienvenido!

Omar: Perdóneme Sir Alejandro– tenía una máscara de gas y comenzó a fumigar la habitación.

Alejandro: ¿Qué ocurre con...?– me quedé desmayé.

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Esmeraldina: ¡Ese era mi trabajo!– lancé un ligero quejido.

Omar: Tomó el walkie talkie que tenía en sus bolsillos–Houston, tenemos problemas–  salió y cerró con llave la puerta de mi habitación.

Esmeraldina: Esto será pondrá  muuuuuy divertido– lancé mi látigo al piso.

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Al día siguiente

Omar: Ojalá no diga nada.

???: ¿A dónde lo llevamos?

Omar: Llévalo a su habitación.

Abrí los ojos...

Sentía que iba vomitar, sentía que mi  como mil veces por segundo.

Alejandro: ¡Augh!– lancé un quejido. –¿Qué pasó ayer?– Creó que...– me levanté y corrí al baño. Comencé a vomitar.

Alejandro: Pero si... Ayer no tomé alcohol– me limpié el sudor de la frente y después me lave la boca.

Abrí la ventana del balcón, se sentía un clima fresco y cálido. Pude ver que habían muchas personas barriendo,  cortando el pasto, entre otras cosas de limpieza.

Volví a la cama a recostarme, tratando de recordar que había pasado el día de ayer, cada recuerdo lo veía borroso e incompleto.

Alejandro: ¡AHHH, NO RECUERDO NADA!– grité molesto.

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Abrí mis ojos. Me dolía el cuerpo,

Lancé un bostezo, levanté de la cama. Tenía la misma ropa que ayer pero no tenía mi camiseta. Fuí al baño, me quité la ropa y procedí a tomar un baño. Mi aliento apestaba a vino de ciruela, no recordaba algunas cosas. Pero pues no me importa.
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Huele a demasiado vino... Abrí mis ojos.

Gordella: ¿¡QUÉ RAYOS?!– Me levanté de la cama –Está no es mi habitación–. Tenía mi vestido puesto y también los calzones, espero qué...

¡Oh My Esmeraldina! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora