capítulo 8

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Narra Mariana

  Desperté sudando y con mi intimidad mojada hasta más no poder, Vanessa estaba a mi lado, mirando me muy sonrojada. Se veía sorprendida ¿será que dije algo mientras dormía?

Mariana: dime que no hable dormida.

Vanessa: n...no hablaste dormida.

Mariana: ¿qué hice? Estás muy roja.

Vanessa: me besaste, pero de una forma muy..... excitante y me...... tocaste.

Mariana: CUANTO LO SIENTO MI AMOR, PERD....

  Me besó, le seguí el beso, todo estaba bien hasta que sentí que me mordió el labio y luego paso su lenta justo por la marca que me hizo, la miré sorprendida.

Mariana: amor..... tú no quieres hacer eso o ¿si?

Vanessa: s...sí. Quiero continuar Mariana, se siente muy bien cuando eres tú quien me toca.

Mariana: ¿estás segura?

Vanessa: confío en ti.

Mariana: entonces no te decepcionare princesa.

   Vanessa no recuerda su actitud dominante así que tendré que hacerlo yo. Es raro tener el control de todo, pero no era la primera vez que tenía el control. La besé, acariciaba su piel ella se movia.

Vanessa: perdón, me da como cosquillas, pero van hasta allí.

Mariana: eso te excita, tranquila si algo no te gusta sólo dime ¿si?

Vanessa: eso me gusta.

   Seguí acariciando su hermosa piel, se sentía tan delicada, ella estaba muy sonroja y yo no podía estar más feliz. La besé, era un beso suave y tranquilo, ella me acariciaba la espalda y tal cual como lo hacían antes, era como si estuviera en automático, pues me tocaba inconscientemente como lo hacía antes. El calor subió poco a poco, estábamos en ropa interior y podía notar lo nerviosa que estaba, le quiten lo poco de ropa que le quedaba, mese cada parte de tu cuerpo, ella explorar la nuevamente, pero quería que ella estuviera bien, la mire y me sentí más tranquila, ella estaba bien, estaba disfrutando de mi tacto, estaba disfrutando de mí y yo no la iba a decepcionar. Introduje un de mis dedos dentro se ella, a lo que reaccionó a morder mi hombro derecho, me hizo gemir del dolor y logró sacarme una pequeña lágrima.

Vanessa: lo siento mari ¿te moridi muy fuerte?

Mariana: no pasa nada ¿te duele?

Vanessa: un poco, pero estaré bien, perdón por la mordida.

Mariana: para nada, más bien eso es nada con lo que me harás cuando siga.

Vanessa: está bien, aunque te hice llorar

Mariana: No, claro que no

Vanessa: *risa* tonta

   Nos besamos, ya estaba más tranquila, moví mi dedo con delicadeza para no lastimar la, ella suspiraba y respiraba pesadamente. Sentí su mano bajar por mí abdomen, llegó a mi entrepierna, metió su mano sin titubear, encontró lo que estaba buscando, mi clítoris, lo toco varias veces, habiendo me suspirar, su mirada dulce y tierna cambio a una llena de lujuria, esa era mi esposa.

Vanessa: estas muy mojada.

Mariana: tú igual.

   Sentí su dedo entrar en mí como si nada, no dejaba de verme, esa mirada tan jodidamente sexy, me estaba desafiando, quería ver quien llegaría primero, acepte el reto, su dedo se deslizaba en mí interior como si no hubiera un mañana,mientras su pulgar jugaba con mi clítoris, ella tenía la delantera, sus dedos son demasiado hábiles. Trataba de llevarle el ritmo, pero ya me tenía gimiendo su nombre.

Vanessa: ¿qué pasa? ¿ya no puedes más?

    No me daba ni para responderle, sacó mi mano de su intimidad y con un rápido moviendo me puso debajo de ella, estaba sorprendida, su lengua se puso en mí abdomen y dejando un rastro de mordidas y marcas llegó a mis piernas, besaba mis muslos,los mordia, me miraba de esa forma tan descarada que tanto amaba, me termino de desnudar, miraba mi vagina como meditando antes de llevarme al infierno. Su boca se acercó lentamente a mi intimidad, sentía que mi corazón se saldría de mi pecho, me estaba provocando, me respiraba sobre mí clítoris, me estaba torturando.

Vanessa: ¿pasa algo?

Mariana: de....deja de jugar.

Vanessa: ¿jugar? *risa* dime que quieres que haga.

   Su dedo se posó en mí clítoris nuevamente, lo movia lento, pero sin parar, sabía lo que quiera, deseaba escucharme suplicarle, no quería darle el gusto todavía, pero su lengua se posó en mí sensible punto.

Mariana: ¡maldición!

Vanessa: ese vocabulario señorita

Mariana: DEJA DE JUGAR ¡MIERDA!

Vanessa: *risa* dime que quieres, pídelo

Mariana: POR FAVOR HAZME TUYA

Vanessa: que cosas dices señorita

Mariana: ¡VANESSA!

Vanessa: *risa* ok,ok. Sus deseos son mis órdenes.

   Su lengua atacó sin piedad mi intimidad como si no hubiera un mañana y si seguía así yo no tendría un mañana, ahora era yo la que la aruñaba, la que gemiasin control, esa boca es mi delirio, sus dedos entraron en mí nuevamente, estaba bajo su control y como me encantaba estar así. Dios mío ella acabaría conmigo en una sola noche, bueno una madrugada. Me mataba que mientras me devoraba no dejaba de mirarme, las pocas veces que la podía ver me encontraba con esos ojos lujuriosos. Me hizo llegar a mi orgasmo.

Vanessa: ¿te puedo confesar algo?

Mariana: ..s...i..

Vanessa: esto a sido la mejor experiencia que me has regalado, tienes un sabor muy dulce, pero siento que ya lo he probado antes ¿tu y yo ya habíamos echo esto antes?

Mariana: sí,ya lo habíamos echo.

Vanessa: ¿y esta vez lo hice peor, igual o mejor que esa vez?

Mariana: tú siempre te superas, me enloquece.

Vanessa: eso significa que ¿éramos novias desde antes?

Mariana: pues si.

Vanessa: gracias por no dejarme ir entonces.

Mariana: eso nunca princesa.

  Ella me abrazó, pensó que ya habíamos terminado, pero yo no la pensaba dejar dormir sin probarla. La acosté y baje hasta su entrepierna su avisar mi lengua atacó su clítoris,su gemido se pudo escuchar hasta en la China, no esperaba que hiciera eso, extrañaba esto, su sabor tan exquisito, mi vicio total. Sus dedos estaban en mi cabello, al parecer le encantaba tenerme allí.  La devore como nunca antes lo había antes, no me importaba nada, sólo quería complacerla y al sentir su orgasmo llegar pude ver lo feliz que estaba. La abrace, nos besamos, ella se durmió, tomé las sábanas y nos arrope, la mire unos segundos y me dormí más  feliz que nunca.
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(Finalmente les di el capítulo que tanto me pedían, espero que lo disfruten)

volviendo a enamorar a mi noviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora