Vete De Mi Vida.

Capitulo 2

Debo decir que esta fundación hace cosas increíbles dignas de ser recompensada, aun tengo presente los rostros de alegría de los niños al ver la cantidad de juguetes o la sonrisa de agradecimiento de los adultos al recibir los alimentos y demás, entonces no pude estar mas orgullosa de haber participado en esta gran obra.

Me senté en un lugar apartado del gentío tomando una botella de agua debía estar en el autobús en diez minutos, Cam estaba entregando las ultimas cajas junto con los empleados; sentí una mirada sobre mi e instantáneamente conecte con esos ojos azules, no creo en el amor a primera vista pero si puedo asegurar que sentí un tipo de electricidad ante nuestro choque de miradas, el chico alto de cabello castaño y de figura delgada me veía descaradamente, me limite a sonreír, no quería que se acercara y entablar algún tipo de conversación con él, no creía que a josep le resultara agradable así que me levante y fui hacia el autobús donde ya hay algunas personas.

-Aquí estas, te he estado buscando por todo el lugar- dice Cam sentándose a mi lado.

- Lo siento, no quise distraerte así que decidí salir sin avisar- dije aceptando el sándwich que Cam me ofrecía.

- Valla, esto ha estado de locos, lo bueno es que pudimos cubrir los gastos y todo ha salido perfecto, comenzaba a angustiarme al ver a tantas personas aquí- dice sonriente luciendo satisfecha

- Me da gusto Cam, son increíbles ayudando a tantas personas.

-Lo somos Mía- dice mirando hacia la ventana con una sonrisa picara. -Valla, parece que alguien ha sido flechado por tus encantos.

Sigo su mirada topandome con el chico de la mirada atractiva, el cual aparta su mirada cuando nota la nuestra

-Sabes quien es?- pregunto sin ser consciente de mis palabras.

-Voluntario, es primo de mi compañero Edward creo que se llama Misael o algo así, no lo se- dice levantando los hombros para luego mirarme -pero no me digas que no te atrae- subiendo las cejas una y otra vez.

-Por supuesto que no, sabes que no tengo ojos para nadie mas que para josep- Cam rueda los ojos.

-Claro! Sabes aun no entiendo por que sigues con el, tu sabes no es por nada pero te trata como si no tuvieras derecho a tener vida social- dice sonando molesta.

Suspiro -Solo se preocupa por mi.

-Yo me preocupo por ti- dice mirándome con sentimiento. -Tu relación con Josep no es sana no debes estar con alguien que se la pasa desconfiando de ti no mereces que te trate como una zorra que se puede ir con el primer hombre que te heche el ojo.

-No es tan fácil dejar a una persona de la noche a la mañana- digo- además yo no quiero dejarlo he pasado 3 años de relación con él tu sabes mejor que nadie que lo que siento por Jo es algo serio.

-Lo que creo es que estas confundida. Amiga, que lleves tres, cinco o diez años de relación con alguien no significa que estés destinada para esa persona, las cosas cambian y a veces los sentimientos también eres totalmente libre de dejarlo si así te place.

No se que decir, tal vez tenga razón tal vez solo sea la costumbre de estar con él lo que me impide dejarlo pero me rehuso a pensar eso, yo lo amo se que lo que siento por Josep es muy fuerte y no es solo un capricho aun que quizá mi amiga no se equivoque al decir que los sentimientos cambian yo estoy segura de quererlo pero no estoy segura de que el aun sienta lo mismo por mi, debo admitir que ha cambiado mucho desde que nos conocimos, antes era tierno y atento ahora su trato hacia mi es simple y tosco me niego a pensar que este con migo solo por pasatiempo eso me destrozaría.

...

Después de una relajante ducha me recuesto en el sofá junto a Cam quien no despega un ojo de la película sangrienta que se reproduce; llegamos hace hora y media con la energía por los suelos así que optamos por pedir una pizza, suspiro ante la imagen desgarradora en la tv -Aun no entiendo como te pueden gustar esa clase de película- digo apartando la vista prefiero ver a Hitler el molesto gato de Cam que se encuentra jugando con un calcetín de la susodicha no dije nada al respecto, ella también merece sufrir por consentirlo y mal educarlo.