Capítulo 13||

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Emma Jackson


—Hija... —Susurra bajo mi madre, siendo apenas audible para mí —Yo, te lo puedo explicar. —Vuelve a decir nerviosa.

—¿Explicarme qué madre? —Río sin gracia para luego volver hablar. —¿Qué has estado viéndome la cara de pendeja todo este tiempo? ¿O qué Kevin ha tenido una recuperación milagrosa? Por favor...

—No, no es así. —Expresa hablando esta vez más alto mientras que Kevin solo me miraba con gracia ¡maldito hijo de perra! —El dinero que te pedí prestado lo utilizamos para apostar, Kevin resultó ganador y por ello estamos aquí celebrando.

—Oh, eso es genial... ¿Debería felicitarlos? —Pregunto con ironía mientras que estos me miran con incredulidad como si yo fuese la del problema aquí. —Todo este tiempo me has estado mintiendo, no tienes conciencia... ¿Sabes cuántas putas veces dejé a un lado mis gastos para enviarte dinero a ti? ¿Sabes cuántas veces maldita sea? —Estoy empezando a perder la calma.

—Deja tus inútiles dramas, nadie aquí te obligó a darnos dinero, tu misma nos los diste como la estúpida que eres. —Habla esta vez Kevin expulsando puro veneno y odio que no hacen más que aumentar mi enojo.

—Kevin por favor no digas nada, yo manejaré esto. —Le interrumpe mi madre.

—Tú a mi no me dirijas la palabra maldito ebrio enfermo. —Expulso con asco, pues es lo único que me causa este tipo.

—¿Cómo me llamaste? —Pregunta poniéndose de píe, acercándose lentamente hacía mí, tratando de intimidarme, pero claramente es algo que está muy lejos de hacer.

—Hija por favor cálmate, vamos a fuera, hablemos esto mejor. —Habla una vez más mi madre en un intento de apaciguar el ambiente, lo cual no va a funcionar en lo absoluto, ya es muy tarde y estoy totalmente envuelta en el enojo.

—¿A caso ahora estas sordo? —Río. —No me digas, ¿Es uno de los problemas qué trajo la paliza, tal vez?

—Vuelve a repetirlo y no respondo.—Me amenaza mientras aprieta sus puños.

—¡Eres un maldito ebrio enfermo de mierda! —Le grito sin importarme un carajo las consecuencias.

Levanta su mano para golpearme, mientras que yo cierro los ojos por reflejo esperando dicho golpe el cual nunca llega, abro mis ojos, encontrándome con algo que nunca imagine si quiera ver. Aron sujeta la mano de Kevin mientras que este forcejea tratando de zafarse de su agarre, la atención de todas las personas aquí, está puesta sobre nosotros y solo hasta ahora caigo en cuenta de ello.

—Suéltame idiota, no tienes nada que ver con esto, son problemas familiares. —Suelta Kevin insistiendo, forcejeando sin lograr ningún resultado.

—¿Sos tu familia? —Me pregunta ignorando completamente a Kevin, y la atención de alrededor.

—Es...mi padrastro. —Respondo en a penas un susurro algo incómoda por los expectantes de alrededor, quienes nos miran como si estuviésemos ofreciéndoles un drama de primera.

—Entonces no lo es. —Escupe para luego soltarle un golpe de lleno en el rostro haciéndolo caer sentado sobre el suelo, el murmullo y bullicio de los demás no se hace esperar.

—¡Maldito desgraciado, no debiste pegarle, te voy a denunciar! —Grita mi madre entrando en un estado de histeria, mientras que yo solo miro la escena más que sorprendida y completamente en shock, a lo lejos puedo ver a Megan, Lucas y sus demás amigos quienes también observan igual de sorprendidos la escena ¿Qué demonios?

—Ok, ok se acabó el espectáculo, todos vayan a sus mesas por favor. —Exclama el gerente del restaurante mientras hace acto de presencia, las personas empiezan a tomar sus asientos lentamente sin dejar de posar sus ojos sobre nosotros. —Y ustedes podrían por favor acompañarme a mi oficina. —Habla esta vez dirigiendo su atención sobre mi madre, Kevin, Aron y yo. Mierda... Estoy metida en serios problemas.

—Amor, ¿Qué diablos fue todo eso? ¿Por qué demonios le has pegado a ese tipo? ¡¿Por qué diablos le has ayudado?! —Bombardea Megan una vez que se acerca a nosotros, notándose bastante molesta.

—Ahora no, Megan. Ahórrate los cuestionarios, hablaremos de esto luego. —Le responde Aron de lo más calmado, él no parece ni si quiera inmutarse ante la situación, claro es de esperarse, después de todo, la única que tendría problemas aquí soy yo.

—Por favor siganme. —Vuelve a decir el gerente encaminándose a su oficina en espera de que hagamos lo que pide, mi madre y Kevin empiezan a caminar y yo igual, mientras que Aron se queda en el mismo lugar, volteo a mirarlo junto con el gerente en espera de un movimiento por parte de él.

—¿Qué? —Pregunta con indiferencia. —No tengo nada de que hablar allí, si quiere decirme algo o cobrarme los jodidos daños hágalo de una vez aquí, además tenga bastante claro que a mí nadie me da órdenes.

—Bueno joven List. —Menciona su nombre algo nervioso sorprendiéndome. —Según los rumores usted fue el agresor por lo tanto debe pagar por algunos daños, lo cual equivale a unos 1000 mil dólares. —Escupe el gerente dejándome en completo asombro, pues han sido muy pocos los daños causados, a penas y tumbó una silla.

—Como sea. —Responde mientras rueda sus ojos, saca el dinero de su billetera, una vez que lo hace se lo entrega al gerente dejándolo esta vez sorprendido a él, tal vez por que no reclamó o por lo idiota que fue al entregárselo siendo consciente del poco daño que había causado, pero después de todo así son los hijos de mamá y papá, no le importan en lo más mínimo derrochar el dinero.

—¿Estas bien? —Me pregunta Lucas, mostrando algo de preocupación en su rostro mientras se acerca a mí.

—Si... —Me limito a responder mientras observo mis zapatos, tratando de evadirle la mirada, toda esta situación es realmente vergonzosa.

—Vámonos. —Demanda Aron, para luego empezar a caminar junto a sus amigos a la salida incluyendo a Lucas quien luego de susurrarme un nos vemos luego, también se marcha.

Mi madre y Kevin siguen parados frente a mí observándome ambos con odio y desprecio, no me sorprende de Kevin, pero verlo venir de mi madre me duele.

—Bien ya que el joven pagó todos los gastos ustedes pueden irse. —Habla el gerente esta vez refiriéndose a Kevin y a su esposa quien desde hoy ya no es una madre para mí, si él muy imbécil de Aron no hubiese intervenido lo más probable es que ahora tuviese uno de mis ojos morados, mientras que a la señora Elsa le valdría una mierda. —Y tu, —Habla esta vez señalándome a mí con su dedo. —Si vuelves a causar un mínimo problema puedes darte por despedida.

—¿Qué? ¿No la va a despedir? —Exclama Kevin al parecer decepcionado por la decisión del gerente.

—No, para que uno de los empleados sean despedidos deben cometer al menos dos errores y en si el problema lo causó usted y el joven por golpearlo, así que sin más me despido. —Finaliza el gerente para luego dirigirse a su oficina, no esperaba que me apoyará, pero es algo lo cual le agradecía.

—Ya veo, te acuestas con él muchacho millonario y también con él gerente, toda una zorra como tu madre. —Escupe el muy hijo de puta con odio.

—¡No te atrevas a llamarme zorra maldito imbécil! —Le grito empezándome a cabrear una vez más.

—Kevin ya basta, por favor vámonos. —Le pide mi madre tratando de calmarlo, es una completa estúpida por estar enamorada de ese imbécil, ya veo el por que soy así.

—Ags suéltame. —Exclama mientras la empuja de manera violenta. —¡Me voy, no por que me lo pidas, solo por que no soporto seguir viendo a está zorra insolente más! —Termina de decir para luego retirarse del restaurante junto con mi madre atrás pisando sus talones y siguiéndole como cachorito abandonado.

Mi vida es toda una puta mierda y ya estoy cansada de esto, solo me ocurren problemas y más problemas. Y es algo que necesito cambiar ya.

Villano || Libro 1 Terminado©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora