The Wand ❦ 4 ❦

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Los Lucitor me recibieron bien, Tom era un chico agradable, llevaba una vida más feliz de lo que había sido la mía hasta ese momento y me alegraba que una persona como él haya tenido esa suerte.

-¿Star Butterfly? -preguntó Dave Lucitor, o más conocido como el Rey del Inframundo-

-Su majestad. -dije en frente de él y de la reina, a la que no le entendía mucho lo que decía-

-No es necesario usar formalidades. -sonriendo- ¿Quiéres cambiarte? Luces... -incómodo-

-interrumpiendo- Lo sé, no podía escapar del castillo con uno de mis vestidos, son algo... esponjosos.-

-Es comprensible. Tu madre estaba preguntando por ti, creímos que ya... -

-Papá, ¿Qué tal si le das una habitación? -

-Oh si. Star, Tom te mostrará las habitaciones. Puedes ir a la cocina si quieres y pedir lo que sea, si necesitas ayuda, sólo dilo-

-Quiero llamar a mamá-

-nervioso- La señal está algo caída, pero Alfred puede llevar cartas o mensajes si quieres-

En ese instante un demonio llegó al lado de Dave.

-Está bien, escribiré algo-

No fué dificil conseguir papel y lapiz. Le escribí a mamá que estaba bien donde los Lucitor y le conté en breves palabras como había conocido a Marco y las necesidades que tenían los humanos en particular.

Sabía que personas de múltiples dimensiones querían la varita, pero si los humanos se retiraban, estaba segura de que el resto también lo haría.

Le entregué la carta a Alfred y este se fué volando por la ventana. Ahora, sólo quedaba esperar.

-•-

Había pasado un año, y las noticias aún no eran favorables. Sólo me preguntaba que era lo que había hecho mal, creí que con los consejos que le había dado a Marco los ataques al castillo acabarían, pero no fué así.

Por suerte, en todo ese año, ni un humano se vió en el inframundo. Supongo que Marco debió convencer a su padre para que nadie más se acercara por estos lados.

-¿Otra vez mirando la ventana? -preguntó Tom-

En este año nos habíamos hecho amigos, se había ganado mi confianza de a poco. Tal como yo lo hacía, no salía de su dimensión, aunque si del castillo. Yo por miedo me quedaba dentro del él, tenía miedo de que algo pudiera pasarme afuera.

-Hoy se cumple un año -dije suspirando-

-¿Desde que comenzó todo esto? Creí que ya eran 6- sentándose en mi cama-

-Sonriendo- Tienes razón, ya son 6 pero me refería a que llevo un año viviendo aquí. Extraño mi hogar, a mi familia- tocando mi collar-

-¿Quiéres irte? -preguntó -Sabes que puedes hacerlo en cualquier momento-

-Me gustaría pero no puedo. Si me pasa algo que sería de... -mirando a un costado de la cama-

-¿Luna? -preguntó acercándose a la cuna de una pequeña bebé de 3 meses aproximadamente-

La pequeña niña dormía tranquilamente mientras abrazaba a un peluche en forma de demonio.

-Si... Por cierto, gracias por... -

-No es nada. Sabes perfectamente que le prometimos a tu familia mantenerte a salvo aquí, y eso también incluye a tu hija -sonriéndome-

-Aún así, han hecho mucho por mi -dije cabizbaja-

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