Nada más entrar, veo al director en una silla grande, y está sentado "cómodamente". Pero eso no es lo más raro: ¡está jugando al minecraft! Se le ve muy cómodo, así que lo mejor sería dejarle.
Pasa un minuto. Me fijo en la mesa. Está desordenada: hay papeles por todos lados y los bolis y lápices están fuera de sus respectivos botes. Dos minutos. Ahora pongo mi mirada en las estanterías. Hay muchos libros de títulos en un idioma que me suena mucho al francés. O al inglés. No sé, es muy raro. Cinco minutos. No aguanto más, entre que de vez en cuando dice: " ¡Toma! ¡Muere, zombi! “o bien " ¡No, mierda! "; y, además, me estoy cansando de estar de pie. Así que me aclaro la garganta y digo:
-¿Quería verme, señor director?
Entonces apaga el juego, se da la vuelta y me dice:
-Por favor: tutéame. No soy tan mayor. ¿O sí?-Entonces sonríe y, antes de dejarme decir nada, continúa hablando- Verás, Dani. Te he llamado por dos cosas. La primera, de menor importancia, ya te la sabes. No se pude usar el móvil en todo el recinto del colegio. La segunda, ni te la imaginas.
Se crea un silencio incómodo, solo roto por mi agitada respiración.
Entonces, dice:
-Eres un...
Riiiiing-riiiiiing-riiiiiing El teléfono del director Gómez empieza a sonar. Riiiiing-riiiiiing-riiiiiing
El ahora serio director coge el móvil y dice, como avergonzado:
-Sí, la pizza era de cuatro quesos. - hace una pausa y luego susurra - Calle Los santos, Nº 3, 4º izda. Sí, esa es mi calle. A las seis en punto. Sí, gracias.
Entonces cuelga y murmura: “Estos humanos…”
¿Ha dicho lo que creo que ha dicho?
-Esto… director…
-¿Si?- entonces, se da cuenta de que le he oído y dice:- Ah, sí. Bueno, he dicho eso porque... a ver cómo te lo digo... ni tú ni yo somos humanos.
Me suelen gustar las bromas, pero esta está resultando muy pesada, así que cojo aire y digo, entre incrédulo y enfadado:
-¿Qué?
-Lo que oyes. Puede que te resulte difícil de creer, pero... yo soy un mago blanco de grado 3, trabajo en la corte de los magos de Arendia, región del mundo paralelo a la Tierra, Cirus; y mi nombre real es Lucius Dimitio. Mi misión en la Tierra es encontrar a todos los no-humanos y protegerlos para llevarlos de vuelta a Cirus, dónde entrenarán para combatir a Mérturi, la fuerza del mal más poderosa que existe y que, poco a poco, ha ido conquistando Cirus. Aunque, según la profecía, sólo serán cuatro los que consigan vencerle, tendré que reclutar a todos los que me sea posible.
-Sigo sin creerle.
-Muy bien. Entonces, sígueme.
