Desearía haberme quedado dormida ese día, pero hice mi mejor esfuerzo para sofocar el dolor de mi pecho y poder levantarme de la cama, a pesar de que en el fondo solo quería descansar. No quería estar viva porque sabía que todo eso era mí culpa y para rematar el día anterior no había ido al hospital, no fui a verla.
Cuando por fín me levante de la cama tuve que vestirme, me puse una camisa negra y jeans del mismo color, tambien usé una parca negra y lentes oscuros, pedí un taxi y me dirigí a aquel siniestro lugar. Cuándo a penas puse un pie allí escalofríos recorrieron mi cuerpo, el lugar estaba lleno de personas que la conocían, todos al igual que yo vestían de negro y llevaban los ojos hinchados de tanto llorar. Entre la multitud pude ver a su madre quién lloraba desgarrada mientras se aferraba al cajón dónde yacia su hija, dónde descansaba mí mejor amiga. Al ver esa imagen solo quería irme corriendo de allí porque yo soy la culpable, porque no pasé su último día con ella, porque fui una mala amiga y la hija de puta que la dejó así.
Flash back
— Chicas, Malcom dará una super mega fiesta, ¡tenemos que ir!— Dije emocionada mientras miraba fijamente la pantalla del celular.
— Abigail, tenemos que estudiar. — Dijo Miranda sin quitar la mirada de su libro de pedagogía.
— Bueno yo no tengo nada que hacer, así que me apunto.— Acotó Verónica.
— Ay vamos Miranda, será un ratito.— dije mientras ponía mi mejor cara de perrito, a lo que Verónica se unió, sin embargo nuestra amiga solo nos ignoró.
— Mimi, necesitas salir y despejarte ya estudiaste demasiado. — Dijo la morocha mientras tomaba el libro de las manos de Miranda.
— Denme cinco buenas razones para ir.— Dijo Mimi mientras nos miraba de reojo.
— 1) nos vamos a divertir 2) Va a ir Martín y ya saben lo mucho que me gusta 3) habrá alcohol gratis 4) Habrá chicos lindos 5) Cuando comiencen los exámenes no volveremos a salir —Dije con gran velocidad.
— ¿Acaso ya habías preparado eso, Abi?— quedó boquiabierta.
— Sí, sabía que necesitaría esa lista.— Comenzamos a reír.
— ¿Entonces vamos? — Preguntó Verónica impaciente y con una miraba expectante.
— ¡Sí! — Respondió Miranda.
— ¡OMG! Te amo.— Salté a abrazarla.
Si tan solo no hubiésemos ido, si hubiésemos obtado por quedarnos en casa, si no le insistía, aún estaría aquí y seguiría iluminando la vida de todos con su preciosa sonrisa. Quise acercarme a verla, vestía un vestido rosa y su piel se coloreaba de gris, ya no irradiaba luz pero aún así estaba más bella que nunca. Me gustaría decir que estuve acompañando a su família durante ese momento, lastimosamente no lo tolere, me fui a casa con el corazon roto y la bronca a flor de piel.
¿Cómo puede alguien deshacerse del dolor? Yo nunca supe como canalizarlo, quería sentirme bien olvidar por un segundo que eso había ocurrido, lo intenté todo. Durante horas no paré de llorar, sentí que se ma acabarían las lágrimas si continuaba, pero el dolor que sentía en el pecho era inexplicable. Por primera vez en mi vida, me sentí caer.
Busqué en la heladera algo para comer, para contrarrestar mi ansiedad, no encontré nada que me apeteciera comer pero si una botella de vodka. Puse en la computadora una lista de canciones tristes y me encerre en el baño a beber, no sabía porque hacía eso, simplemente estaba ocurriendo y si te lo preguntas estoy segura de que era aún más patético de lo que podrías llegar a imaginar. De repente en la play list sonó una de las canciones que pasaron esa noche.
Flash Back
*
— ¿Tequilaso?— Preguntó Miranda
— ¡Sí! — Dijimos al unísono junto a Verónica. Apenas llegabamos y ya habíamos comenzado a beber, no eramos del tipo de chicas que se emborrachan en las fiestas, esa vez fue la excepción. Luego de la primer ronda de tequilas llegó otra, después otra y otra, para cuando quisimos darnos cuenta ya íbamos por la sexta ronda y comenzamos a dispersarnos.
La noche era genial, bailabamos casi todas las canciones y cuando nos cansabamos nos encerrabamos en el baño para tomarnos fotos, era una noche de fiesta normal, de esas dónde sales con amigas a pasartela bien. La fiesta iba terminando e intentamos pedir un taxi no obstante fallamos por lo cual le pedíamos a la gente si nos podían llevar a casa, la mayoría nos dijo que no, hasta que Malcom, el anfitrión de la fiesta se ofreció a llevarnos, a pesar de que se encontraba tan alcoholizado como nosotras accedimos. Aún no estoy segura del por qué tomamos la decisión de subir a aquel auto.
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Abismo
Teen FictionAbismo relata la historia de Abigail una joven de 20 años quien luego de un evento trágico, debe enfrentarse a sus peores miedos para salir adelante. Para olvidar lo ocurrido se adentrara en un mundo de adicciones y excesos ¿Será ese el camino a su...