"El Ángel de la lujuria"

"Un buen doctor" Cap. 2

~Yuri: ¡Rápido no se queden ahí parados, ayúdennos, muevan el culo! —grito señalando a varios de los pasantes que parecían estar de piedra al mirar el cuerpo desfallecido de una niña de no más de 5 años— ¿que no oyeron? ¡¡Muévanse!! ¡Una vida depende de nosotros!

Ante tal palabra los enfermeros parecieron salir de su trance. Se podría decir que su estado era normal ya que estos chicos apenas estaban en su primer día como pasantes en la sala de emergencias, no eran más que simples estudiantes recién graduados o en prácticas, sin embargo a Yuri esto no le importaba, cualquiera que estuviera en esta carrera era para enfrentar a la muerte de frente y así evitar una pérdida.

Después de que los enfermeros escucharon las indicaciones del doctor plisetsky hicieron todo lo posible por hacer que esa pequeñita mantuviera la vida, desearía decir que lo lograron pero no fue así, fue demasiado tarde. Ese día no fue uno para celebrar.

~Otabek: Yuri, ¿qué ocurre?

~Yuri: Beka tu ¿Crees que soy buen doctor? —agacha la mirada hacia la mesa en donde se encuentra un delicioso katsudon — yo.. Creo que no lo soy, de nuevo muy tarde, de nuevo muy joven, creo que no soy-

~Otabek: Basta! —interrumpe subiendo el tono de su voz lo suficiente para llamar la atención de otros clientes en el restaurante — No voy a permitir que vuelvas a negarte a ti mismo, eres un buen doctor, eso lo sé por experiencia propia.

~Yuri: ¡pero no es lo mismo Otabek! Aquella vez pude salvarte solo porque.. Porque eras tú...
Eso mismo es lo que me hace creer que también soy egoísta, solo te salve a ti, no he podido evitar más muertes, cada día al hospital llegan más y más pacientes delicados o en estado crítico y yo... —hace una pausa tomando un trago de cerveza de un tarro de un tamaño superior al promedio— ¡me siento tan impotente! Quiero ser un buen doctor y salvarlos a todos, pero no puedo, Otabek ¡no puedo!

~Otabek: lo sé Yuri, entiendo cómo te sientes pero el hecho de que seas un doctor no quiere decir que vas a tener el poder de curar y salvar a todo el mundo, ser un buen doctor significa perder una parte de ti al momento de perder una vida pero también ganar más de lo perdido al salvar otra.
—hace una pausa y deja salir un suspiro—
Así que por favor amor deja ya de culparte a ti mismo, hiciste lo que pudiste —toma la mano del contrario enredando así los dedos el uno del otro— pero además ¿que no dijiste que te cambiarías al área de maternal?
Seria un buen momento para pedir tu transferencia

~Yuri: ah si —suelta la mano de su contrario y su rostro hace una leve mueca de incomodidad— pues aún no lo sé, recientemente escuche que las cosas en maternal tampoco están tan relajadas, al parecer últimamente han habido casos muy extraños de hombres embarazados y aún no se sabe el porque de esto, así que están investigando más a fondo. Incluso se que hay un paciente japonés que llegó hace un mes con supuesto embarazo, pero ya no se ha sabido nada más de él. Las enfermeras chismosas dicen que lo tienen recluido en una de las habitaciones del ala norte del hospital, pero eso sería casi imposible, esa ala ha estado abandonada por más de 10 años.

Otabek permanecía callado mientras daba pequeños bocados a su comida.

~Otabek: Bueno y ¿tendría algo de malo convivir con alguien así? ¿Alguien diferente?

~Yuri: ¿qué? ¡Claro que no! ¡Soy un doctor profesional! Yo atiendo a mis pacientes sin distinción ni preferencias. (Aunque por lo mismo de que soy alguien de ciencia me es más difícil creer que esos casos realmente existan y es que eso es biológicamente imposible, ¿cierto?)

~Otabek: es bueno escuchar eso ¿sabes? Creo que has madurado mucho desde que te conocí.

~Yuri: bueno eso es obvio! Yo era muy chico cuando llegué aquí, pero aún así mis dones para la medicina ya estaban más desarrollados que los de otros doctores! —termina de decir con tono arrogante— además ¿quien aparte de mí puede decir que operó en su primer mes de pasante?