Cinco

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Gritaba internamente por ayuda, no lo soportaba más, era demaciado, se estába muriendo, bueno talvez no tanto a ese extremo pero es que Hoseok no dejaba de hablar del amor aquí amor allá ¿Qué lo pico? ¿Cupido? Ni Yoongi creía eso.

—Hey Yoongi ¿me estás escuchando?.-dijo Hoseok con una mueca de molestia.

—¿Ah? Sí sí.-espabilo un poco.- Hoseok...- inclinandose un poco sobre la isla de cocina que yacía entre ambos, apoyó sus brazos en esta acercándose a Hoseok.- ¿qué te parece si vamos al sofá?.- agarrando ahora el mentón de Hoseok con delicadeza, le sonrió con sensualidad, si estaba usando la misma técnica.- y ya sabes...- se mordió el labio alzando una ceja.- ¡Jugamos al Mario Kart!

Sin piedad, sin esperar a más, volaban golpes por la cabeza de Yoongi por parte de Hoseok, escapando el pelinegro corrió hacia el sofá y tomando un cojin el cual uso como escudo anti golpes de Hoseok, si seguía así tanto golpe le dejaría sin ni una neurona.

Y valla que las necesitaba.


—¡Hoseok, ya calmate por favor, me duele, tus golpes duelen!.-rogaba Yoongi.

Los golpes se detuvieron sintiendo una paz hermosa y sana para su cabeza, levantó la mirada buscando la de Hoseok, este le miraba, en silencio, esos hermosos ojos color avellana, siempre le volvían loco, su rostro era hermoso, un perfecto chico para no..

«¿Qué? ¿Qué estoy pensando?».

Lo único que pensaba era en que desearía ser más como Hoseok.

—¿Viste? terminamos en el sofá y sin jugar a esos videojuegos.- dijo Hoseok formando una sonrisa juguetona la cual malicia también tenía.

Yoongi giró su cabeza mirando hacia otro lado, terminando su mirada en el reloj que yacía sobre una repisa el cual marcaba las seis con veinte minutos, no era una hora a la cual se iría pero en esa situación tenía que.

—Tengo que volver a casa.-rió nerviosamente.- mis padres van a salir y tengo que cuidar la casa.-inventó, levantandose del sofá dejando tumbado al menor en este, tomó sus cosas de universidad y abrió la puerta principal con rápidez aunque deteniendose un momento.-... Una pregunta ¿Andas en tus días por casualidad?

—¿Qué?.-fruncio el ceño, sabía a lo que se refería.- ¡Min Yoongi! ¡Soy hombre por el amor a Dios!

Sonriendo y riendo salió del lugar en dirección a su suya.

Yoongi aveces podría decir cualquier ocurrencia que muchas de ellas ni sentido tenían.

Entonses ¿Porqué Hoseok se comportaba de tal manera con Yoongi? Puede que tenga alguna pareja y por eso le hable de lo lindo que es el amor, aunque era un tanto poco probable que fuese así, ya que ambos desde pequeños sus tratos eran muy cariñosos y al igual que ahora aunque el cariñoso que le estaba dando Hoseok estaba siendo distinto y dudaba que fuera lo que creía, ya que Hoseok sabía más que de sobra que Yoongi no quería tener ningún tipo de relación amorosa, que nunca se ha enamorado y probablemente nunca lo haga.

Además son mejores amigos.

«Todo es tan confuso ahora».

[TF]

Mitad de semana siendo las nueve con cuarenta y cinco minutos de la mañana en el instituto. El espía Min Yoongi  estuvo seguiendo a Hoseok por toda la institución, escondido cual Assassin's Creed, también tenía un cubre bocas negro, claro también decir que se había cortado un el cabello y no quería que Hoseok le regañara, pues este odiaba que lo hiciera, escuchando a escondidas las conversaciones aunque sin poder escuchar algo que le dijera el porqué Hoseok estaba con tal actitud. Después de tantos recesos y sin éxito, se dirigió hacia el baño, al poco tiempo de permanecer allí la puerta se volvió a abrir, se colocó con rápidez el cubre bocas y sacó su teléfono fingiendo ser otra persona intentando pasar desapercibido, escuchando a Hoseok hablar sin sospechar nada.

TWO FRIENDS [YoonSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora