Mi Mejor Amigo. (Hetalia Usuk)

Capitulo 8: "Mi Felicidad"

Me moría de ganas por hacerlo mío de nuevo….

Después de algunos besos, seguimos camino, queríamos llegar rápido y estar lo antes posible juntos. Ya faltaba una cuadra, e íbamos abrazados caminando con una sonrisa que ni siquiera la peor cosa nos iba a poder sacar. Toda esa cuadra hablando tonterías, de cuanto nos queríamos dándonos algún que otro beso, alguna caricia tonta, todo era perfecto.

Llegamos a mi casa y nos dirigimos directamente hacia mi cuarto, dejamos la mochila y poco a poco la ropa se iba yendo. Los besos y las caricias eran únicos. Por cada lugar que el pasaba sus manos se calentaba volviéndome loco. Primero la pared nos mantuvo juntos para después pasar a la cama en donde las cosas se pusieron más intensas.

Poco  a poco los abrigos se fueron, las camisas, los pantalones….Cuando me quise dar cuenta ya los dos estábamos solamente en ropa interior, lo mire de arriba a abajo cada detalle, cada marca. Era verdaderamente hermoso y ahí lo tenía, solo para mí acariciándolo y besándolo, con un sentimiento de cariño que nunca había tenido con nadie.

“Al...Quiero sentirte...” Me dijo entre jadeos, entendí que podía avanzar, sus gemidos hacían que la pasión sea mayor. Todo de él era perfecto y así fue, como después de eso los bóxers de los dos se fueron. Metí uno de mis dedos en la boca del otro sintiendo su saliva caliente y así baje a la entrada del otro metiéndolo despacio, no quería lastimarlo y por eso fui tan lento mirándolo todo el tiempo a ver si quería que parara o si se arrepentía…pero nada de eso paso, metí despacio mi segundo dedo mientras con la otra mano bajaba a su miembro a masturbarlo despacio. Verlo a Iggy así me excitaba cada vez, quería hacérselo de una, quería ya poder sentirlo de otra manera.

Empecé a mover despacio los dedos en la entrada del otro escuchando sus perfectos gemidos.

“Y...Ya puedo?” Le dije algo nervioso, quizá no quería avanzar más, quizá estaba igual de nervioso que yo.

“Al…es mi primera vez….h...hacelo despacio” Asenti a lo que decía y saque despacio los dedos de ese lugar para posicionarme despacio contra el otro y poco a poco fui introduciéndolo, gimiendo despacio y escuchando sus gemidos que tanto me encantaba. Pasamos mucho rato así, sintiéndonos el uno al otro.

“Ya no aguanto…m...me voy a venir…” Dije entre gemidos.

“H…hacelo Alfred! H...hacelo!” Y se vino antes que yo en mi mano, viniéndome después yo también dento de él.  Después de eso, salí despacio y me puse al lado de él mirándolo, aun el estaba boca abajo me mira con uno de los ojos cerrados y todo colorado, como yo, gimiendo despacio con una sonrisa. Los dos mirándonos con una felicidad que ni el mejor poeta podría explicar. Estábamos tan felices el uno con el otro.

Se puso de frente a mí con cierta cara de dolor y me abrazo apoyándose un poco en mi pecho, lo abrase también y nos quedamos dormidos así. Sintiendo el calor del otro en ese abrazo que envolvía toda mi felicidad.