Cisco Ramón

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Título: "Cute liar"

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Título: "Cute liar"

—¿Por que diablos fuiste tan cruel con ese chico de cabello largo?.- preguntó cerrando la puerta de Jitters con llave.

—¿Fui cruel?.- asintió con la cabeza. —Ay no, no quise sonar así...

—Descuida Kendra, el chico pareció entender que no querías salir...pero al menos le hubieras dicho que sí por compromiso, tal vez y terminaría por sorprenderte.- ella rió un poco y comenzaron a caminar.

—Cuando lo vea le diré que te invite a salir a ti, parecía más tu tipo.

—¿Perdón? ¿Mi tipo? Esta chica no tiene un tipo de chico.- respondió en un tono chistoso.—Cuando se trata de chicos soy igual con la música, me gustan de todos los tipos de géneros y también me gusta darle la oportunidad a todo tipo de chicos, a excepción de los que son unos patanes. Pero igual, son pocas las veces que me han invitado a salir.

—Ya llegará alguien especial para ti, Mel.- ambas sonrieron y caminaron por diferentes direcciones.

Después de lo sucedido, Kendra se sintió mal por el chico así que ella lo invitó a salir esta vez. En realidad parecía un buen chico y a Mel le había parecido que su sonrisa era adorable.

Los días habían pasado y de un momento a otro, todo se volvió extraño para Mel, aunque ella ya estaba acostumbrada a lo extraño por el simple hecho de vivir en Ciudad Central, cuna de lo imposible.

Un día Kendra ya no volvió a trabajar, al parecer se mudó de ciudad sin decir nada y pobre chico, en realidad se veía muy ilusionado con ella.

—Dicen que si te quedas en Jitters hasta la media noche, el fantasma de Kendra deambula por aquí.- habló con gracia.

—¿Qué? ¿Ya es media noche?.- Preguntó desconcertado.

—No, pero ya no hay nadie y tengo que cerrar, Cisco.- al decir su nombre, este la vió con sorpresa.

—¿C-cómo sabes mi nombre?

La chica se rio a sus adentros y se acercó más a él.

—Porque puedo leer mentes.- pareció que se sorprendió más, así que se echó a reír. —Es broma, Kendra era mi amiga y me hablaba sobre ti, a parte de que yo te vendí ese café que tiene tu nombre escrito en él.

—Oh, cierto, fui algo tonto al no darme cuenta.- respondió riendo y luego se levantó de su asiento.

—Todos somos tontos cuando estamos enamorados o igual cuando no. Somos tontos por naturaleza.- le guiño el ojo con diversión y caminó hasta salir del lugar.

Esperó a que él también saliera y luego cerró la puerta con llave. Ella notó que Cisco aún no se iba, así que se giré a verlo.

—¿Se te perdió algo?

—No, no, yo solo, ya me iba.

—Okay, entonces hasta luego, Cisco.- con una amplia sonrisa se despidió y caminó para ir a su casa.

Minutos después, vio como una camioneta blanca con el logo de S.T.A.R Labs escrito en ella se detuvo a su lado y vio al conductor.

—¿Te llevo a tu casa? Ya es algo tarde para que una bella chica vaya caminando sola a estas horas de la noche.

—Se defenderme, pero aceptaré tu oferta.- él rió y rápidamente fue a subirse del otro lado. —Y quiero que sepas que llevo gas pimienta y una navaja en mi chaqueta, por si intentas secuestrarme para usarme como rata de laboratorio.

—No te voy a secuestrar, solo intento ser amable.- ella sonrió de lado y le indicó por donde ir. —¿Y por qué llevas eso en tu chaqueta?

—Porque hay demasiados locos por ahí. Si me sale un metahumano solo lo rocío, lo golpeo y salgo corriendo.

—Chica valiente, me agradas.

Y esa, fue la primera vez que Mel tuvo el honor de hablar con Cisco Ramón. Al siguiente día, habló é también con sus amigos cuando él vino con ellos a tomar café, también eran agradables, pero el tal Barry actuó algo raro y luego se fue dando una excusa tonta cuando Mel estaba contando uno de sus estúpidos chistes.

Cisco y Mel habían tenido varias salidas o citas, claro, después de semanas de lo ocurrido con Kendra y finalmente después de un tiempo, terminaron siendo una adorable pareja, ¿Increíble, no?. Mel pensaba que Cisco era un chico maravilloso, gracioso y le parecía tierno, aunque él no lo aceptara.

Aunque sabía que algo le estaba ocultando, así que, un día decidió seguirlo cuando se fue repentinamente de su casa. Era demasiado sigilosa aunque también tenía su truco bajo la manga.

—Me alegro de saber que tus tontas excusas para dejarme sola en Jitters o en cualquier lugar al que vamos, son porque trabajas con Flash y no porque me engañas con alguna mujer, Francisco Ramón.

—Me alegro de saber que tus tontas excusas para dejarme sola en Jitters o en cualquier lugar al que vamos, son porque trabajas con Flash y no porque me engañas con alguna mujer, Francisco Ramón

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Los presentes la vieron sorprendidos al escucharla hablar y llegar de sorpresa al laboratorio.

—M-mel, puedo explicarlo.- habló mi Cisco con una de sus sonrisas nerviosas.

—No seas tonto. ¿Qué me vas a explicar? Porque molesta no estoy, a parte de que ya descubrí porque Barry actuaba igual de raro que tú.- dijo viendo al ya antes mencionado con su traje de Flash, pero sin su máscara puesta.

—¿Cómo entraste aquí?.- preguntó curioso.

—Su seguridad es un asco, enserio, si Tony Stark existiera fuera de los cómics, estaría muy decepcionado.

—Oye.- se quejó Cisco en un tono ofendido.

—Nah, es broma. Entré aquí gracias a mis poderes.

—¿Tienes poderes?.- preguntó Caitlin y ella asintió.

—¿Por qué no nos dijiste que eres metahumana?.- preguntó esta vez Barry.

—¿A ustedes? ¿Por qué no me dijiste a mí?.- intervino Cisco.

—Porque no los uso demasiado y quería decírtelo cuando saliera naturalmente a la plática. Pero cada vez que intentaba hablar contigo sobre metahumanos me cambiabas de tema.

—Aún así, debiste de haberlo mencionado.- lo miró con ambas cejas enarcadas.

—¿Enojado, Potter?

—Así ni siquera va la frase. Pero entendí la referencia.- ella rió negando con la cabeza. —¡Tengo una novia metahumana!

—La mía es policía.- habló Barry.

—Sin ofender amigo, pero nadie te preguntó.- bromeó Cisco y se acercó a Mel.
—Vamos a ver lo que puedes hacer.

Dejó un corto y fugaz beso en sus labios y prácticamente la llevó a rastras hasta otro lugar del laboratorio. A ella enserio le encantaba ese chico.

The Flash One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora