Capítulo 11

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El equipo se encontraba muy impaciente con los dos. Morgan hizo una señal de que iban para allá, luego Brennan lo fue siguiendo hasta llegar con ellos.

-La traje para acá para que pueda ayudarnos con más información, aunque los demás  van a ver más a fondo - les comentó el moreno tranquilamente. - Ya le dije todo lo que se va a hacer, así que no se preocupen, todo irá bien.

Los demás asintieron con la cabeza, mientras Morgan miraba a la antropóloga con agradecimiento, así que ella le regresó la mirada de la misma manera. Una vez que tocaron la puerta, la señora Roberts abrió la puerta.

-Buenas tardes, somos del FBI, señora Roberts. Yo soy el agente Hotchner, y ellos son los agentes Booth, Prentiss, Jareau, Morgan y el doctor Reid. - Dijo Aaron refiriéndose a los agentes, luego añadió: - Y ella es la doctora Brennan del Jeffersonian.

La señora Roberts los dejó pasar, y les ofreció asiento y si querían algo de comer o beber. Las mujeres solo pidieron galletas y un café, Reid solo café y los demás le dijeron que no amablemente.

-Venimos aquí a darle una terrible noticia. Lamentamos decir que encontramos a su hijo asesinado - dijo Booth. - Lamentamos su pérdida.

La señora se encontraba pasmada. ¿Su precioso hijo, que estaba desaparecido por buen tiempo, asesinado brutalmente? Lo último que quería era llorar frente a los agentes, mas no pudo contenerse y varias lágrimas salían de sus ojos azules.

-No quisiera ser indiscreta y menos inoportuna, señora, pero tengo una duda. - dijo Brennan.  -¿Usted sabía que Michael era... - suspiró, por temor a que los agentes se enojaran - ...homosexual?

-No. Aparte me lo hubiera dicho.

-¿Está usted segura? - le preguntó Morgan.

-Sí, porque nunca me ha mentido. Con excepción de una ocasión - respondió la madre. - Pero, ¿quién cree que pudo hacerlo?

-Eso es lo vamos a averiguar, no se preocupe, pronto atraparemos a ese bastardo - dijeron los agentes, quienes agradecieron la hospitalidad y se fueron, sin embargo le habían entregado una tarjeta para que supiera más información.

-Bueno, yo supongo que puede que mienta - dijo Brennan.

-¿Por qué lo dices? -le pregunta JJ.

-En primer lugar es católica. Segundo, tiene mentalidad conservadora, así que a lo mejor no lo asesinó ni nada de contratar a alguien, pero se ha de haber enterado posiblemente. Bueno, pero no podemos llegar a otras conclusiones más absurdas. - respondió Huesos.

-Puede ser que tenga razón, doctora, - coincidió Reid - noté que había dudado, se había quedado callada y se puso nerviosa.

-No la vi así - dijo Booth.

-Existen ocasiones en que aunque la persona no haga ningún gesto, se puede deducir que miente, a veces son tan diminutas que no se notan a simple vista - respondió el doctor.

-Está bien, Morgan, Booth y yo iremos con los padres de las demás víctimas, los demás vayan al laboratorio y quisiera saber más información de cada víctima.

Cada uno asintió sin rezongar y se fueron a los respectivos lugares que Hotch les había indicado.



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