16: una noche

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- dónde estuviste todo éste tiempo?- preguntó a duros esfuerzos mientras el chico, que había conocido hace menos de dos horas, le hacía una excelente mamada- joder que bueno eres

- cállate- asintió mordiendo su labio inferior viendo cómo el muchacho se atragantaba con su pene- ya estás listo

- ya? No quieres seguir?- el rubio negó rodando los ojos y comenzó a desabotonar su camisa- deja te ayudo- rápidamente ayudó a que su amante también quedara desnudo. Sonrió al ver lo hermoso que era, todo ese cuerpo para él- debo prepararte también

- no, sólo métemelo- frunció el seño dudoso- tienes el condón?- asintió poniéndoselo. Antes de entrar al chico, se masturbó unos segundos viendo lo hermoso que esté era, y lo que le encantaba que se haya puesto de perrito sólo para él. Se veía tan ansioso porque intrujera su polla en ese bello asterisco

- seguro quieres que lo meta sin prepararte?- preguntó besando una de sus nalgas y dando leves mordiscos.

- si, me gusta la rudeza- sonrió, esa palabra lo definía muy bien. Se masturbó una vez más antes de alinear la punta de su pene con la entrada del chico, presionó suavemente, no quería lastimarlo- no tengas miedo

- avisame si te duele- el rubio asintió frenético y mordió su labio. Siguió la petición del muchacho y sin rodeos se lo metió hasta el fondo, hasta sentir la débil próstata del chico, hasta oírlo gemir crúdamente. Luego de una sonora nalgada y débil risa del dueño del cuerpo bajo suyo comenzó a embestirlo rápida y bruscamente, ver cómo sus manos apretaban las sábanas sólo aumentaba su hambre del rubio. Mordió el hombro del chico y bajando la intensidad de sus movimientos con su mano comenzó a masturbarlo, podía sentir cómo le temblaban las piernas, ya estaba cansado- muévete- salió de su entrada para tirarse a su lado y hacerle señas de que era momento de que el chico estuviera arriba. No hizo falta decir nada, el joven se subió a su miembro sin previo aviso, apretó sus caderas al sentir los duros golpes de sus muslos contra su pobre miembro que estaba más feliz que nunca. Ninguno tenía ganas de hablar, cada quien estaba concentrado en dar y recibir placer, los ceños fruncidos y gotas de transpiración cayendo por la frente, espaldas húmedas. El rubio se inclinó para morder el labio del más alto, lo mordió con ganas dejándole un leve dolor, pero al otro no le importó y con una mano apoyada en su nuca lo atrajo más hacia él para otro beso, fogozo y lleno de lujuria- ya voy a acabar

- yo igual- el rubio comenzó a brincar de una forma imposible de creer; la imagen que tenía el castaño sólo haría que al momento de acabar gimiera como una débil niña, pero no le importaba. Varios brincos más bastaron para que el castaño se viniera dentro del rubio, llenando el condon y claro, el rubio empapara la garganta y nuca de su acompañante. Salió de arriba suyo débilmente y se acostó a su lado respirando agitadamente, estaba agotado pero feliz, necesitaba del buen sexo. Miró de reojo cómo el ojiverde tomana una toalla y se limpia su nectar con una leve sonrisa también. Ahora que lo miraba mejor podía notar que sí era bonito.

- quieres dormir o seguimos con otro round?- soltó un risita mientras el chico una vez limpio lo abrazó por la espalda.

- quizás debamos descasar- sugirió. Luego de una charla sin mucho sentido ambos se durmieron bajo el frío aire del aire acondicionado y la tenue luz de la lámpara, era bastante acogedor y relajante, el castaño se sentía como en casa.

Sin hacer ruido alguno el castaño se vistió lo más rápido que pudo, había olvidado por completo que al día siguiente debía hacer unas cosas y obviamente se había dormido.

- buenos días

- CARAJO- se asustó al oír al rubio quien yacía sentado en la cama con el cabello revuelto y una sonrisa somnolienta- buenos días

- ya te vas?

- tengo que- se sentó en la cama para ponerse sus zapatos- no quise despertarte

- no fuiste tu, quieres desayunar?

- me gustaría pero debo irme, lo siento- se giró y plantó un beso en los secos labios del ojiazul- nos vemos

- gracias por lo de anoche

- no fue nada... oye

- si?

- no me has dicho tu nombre

- ni tu el tuyo...- ambos rieron al notar que luego de compartir la cama aún no sabían siquiera el nombre del otro- soy Harry

- Niall- sonrió dándole un leve apretón a la mano tendida de Harry

- fue un placer Niall- vió como el rubio reía y luego de tomar su mochila salió de la habitación. Niall lo siguió con la mirada algo desconcertado, no quería que se fuera. Oyó la puerta de la entrada cerrarse y se tiró en la cama nuevamente, no tenía idea de qué hora era; se giró para tomar su celular y al desbloquearlo se encontró con un lindo mensaje

 Oyó la puerta de la entrada cerrarse y se tiró en la cama nuevamente, no tenía idea de qué hora era; se giró para tomar su celular y al desbloquearlo se encontró con un lindo mensaje

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Sonrió.

One Shots NARRY STORAN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora