1: mi tío

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Otra vez, el querido Niall de 17 años había sido regañado por su profesor y enviado a la sala del director por molestar en clases, es que, terminaba sus deberes rápido y debía entretenerse con algo mientras sus lentos amigos tardaban en contestar simples preguntas.

Sus padres no podían enterarse de ello, era la 2da vez que era citado por el director en 3 días. Iban a matarlo.
Para su suerte, tenía un tío que jamás podía decirlo que no. Es que, quién podría decirle que no a un joven apuesto de casi 18 años que vive entrenando en el gimnasio? Su tío no era la excepción y por ello, otra vez se vió obligado a interrumpir su jornada de trabajo e ir al colegio del adolescente para que los padres del mismo no se enteraran.

- firme aquí- la secretaria le tendió un acta para que el ruloso dejara constancia de que retiró al rubio del colegio ese día. El mencionado sonreía para sí mismo, pues hoy su tío se veía más apuesto que el día anterior. Se moría por saber que tan grande era su amigo.

Comenzó a fantasear con su tío cuando cumplió los 15 y sus padres le contaron que era adoptado. Sí, el pequeño Niall fue adoptado por los Horan cuando tenía 2 años de edad, fue algo raro enterarse de eso, pero con trabajo y ayuda de sus padres lo supo manejar. Luego, cuando ya había entendido que sentirse atraído por su tío, hermano de su madre, no era tan malo ya que técnicamente no tenían la misma sangre, decidió fantasear al menos 2 días en la semana con él. Su tío, que también era su padrino, Harry siempre se veía radiante, sexy, prolijo y hermoso. Niall moría por besarlo, tocarlo y dejar que el mayor hiciese lo que quisiera con él. Bueno, "8 años no eran tanta diferencia y además, ni siquiera tenían la misma sangre" se repetía siempre el rubio.

- qué haré contigo Ni?- preguntó el ojiverde una vez puso en marcha el auto- ya es la segunda vez esta semana y hoy no puedo dejarte en mi departamento

- por qué no?- Niall amaba estar en el depto de su tío, era tan varonil como él.

- porque debo volver de inmediato a mi empleo- Niall jugó con sus manos- hay algo que te tiene así?- el rubio lo miró preocupado- ya sabes, es la segunda vez que me llamas porque estás en detención, sucede algo?

- es que me gusta alguien- no supo por qué lo dijo.

- oh y... por eso estabas molestando en el salón? Para que te notara?- el rubio no sabía cómo ocultar sus mejillas Rojas- vamos ni, cuéntale al tío Harry

- puedes dejarme en tu departamento?- cambió de tema.

- te he dicho que no, te llevaré a mi oficina y me esperarás ahí

El camino al empleo de Harry fue silencioso, éste no quería que su sobrino se sintiera obligado a contarle sus problemas aunque, por Dios su Niall estaba enamorado? Necesitaba saber quién era la persona suertuda... es decir, Si, tenía ganas de estar con su sobrino. Lo supo cuando un día, lo vió cambiarse en su departamento y vió las hermosas nalgas que éste tenía. Trató de olvidarlo, pero el que el rubio le hablara todos los días no ayudaba.

- tío Harry tengo hambre- el rubio dijo eso en tono de niño pequeño una vez en la oficina de su padrino. Comenzaría su plan: besar al tío Harry.

- qué te gustaría comer pequeño?- se sentó en su silla para guardar unas cosas de su escritorio y se sorprendió cuando el rubio lo interrumpió sentándose sobre su regazo a horcajadas. No se quejó.

- a ti tío- el solo hecho de tener a su pequeño sobrino así, hizo que su entrepierna comenzara a despertar, o quizás fue la forma en la que éste mordía si labio sin despegar la mirada de la suya. No hizo falta decir nada, sólo tomó el rostro del menor y lo unió al suyo.

Joder, qué bien sabían los labios de su tío. Mucho mejor de lo que imaginaba. Tenían un ligero sabor a café debido al desayuno del mayor y amaba la forma en la que daba leves lenguetazos a su cavidad bocal. El mayor no pidió permiso para adentrarse en la boda de su sobrino, como tampoco pidió permiso para poner sus manos en su trasero y apretarlo levemente y masajear lo de a ratos. Los gemidos silenciosos de Niall lo excitaban aún más, moría por llevarlo a su cama y disfrutar una, o más noches con él.

- tío... tío- el rubio trataba de decir, pero Harry no quería parar, no ahora- tío

- qué?- preguntó molesto comenzando a besar el cuello pálido del menor con desesperación.

- llévame al auto- se separó de él. El rubio tenía una sonrisa y sus mejillas como un tomate, bajó la mirada y vio la erección más hermosa que alguna vez vió:la de su sobrino.

- como gustes pequeño- y sin más ambos se levantaron y mandando al diablo los deberes del ruloso ambos bajaron rápidamente al estacionamiento.

Ya se imaginarán cómo terminó todo.

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One Shots NARRY STORAN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora