°Mi Delicioso Hyung°국민{KookMin}

Cap III «Jodida imagen»

Con furia cerró la puerta a sus espaldas, recorrió el corto camino hasta su esplendorosa cama y se tiro en ella boca abajo.

—¡A-ah! —no pudo evitar gemir al sentir su erección ser aprisionada entre el colchón y su cuerpo.

No sabía si estaba enojado con Jungkook o con el mismo por haber reaccionado de esa manera tan receptiva a sus seductores toques, pero es que era imposible.

Cualquier persona en su lugar se sentiría atraída por el mismísimo Jeon Jungkook el maknae que es perfecto en todo, hasta seduciéndolo a él, y es que es jodidamente molesto, ya que Jimin no puede resistirse tampoco, con semejante propuesta, que promete la satisfacción y el placer por cada toque palabra y suspiro que fue soltado en su cuello, claro antes de que él enfrió esas posibilidades tan calientes con un chorro de agua helada en la narizota del menor.

Todavía el caliente tacto es perceptible en su delicada piel, Jungkook había sabido en donde tocar para que no le fuera fácil olvidarlo, y su plan resulto exactamente como el quería, lo había dejado con ganas de más, mucho más, y la erección aun presente era la prueba constante.

Jimin quería más, pero no podía ir a pedírselo, bueno... si podía, pero su orgullo no lo permitía.

Acomodándose en la cama de sabanas limpias y blancas, agarro un extremo del colchón todavía en la posición anterior, y la fricción comenzó.

—Ah-mmgh~ —el primer gemido había rozado su aguda garganta, y la carga eléctrica recorrió desde su lindo pene a todas las partes de su cuerpo.

No podía creer lo que estaba haciendo, eran las dos de la madrugada, debería durmiendo en estos momentos, preparándose para el fanmiting de mañana, pensando en las sonrisas que ARMY le regalaría.

En lugar de eso, el estaba despierto, con la lujuria carcomiendo su cuerpo en placer libidinoso, gastando sus energías para saciar lo que otro había causado, pensando en alguien más de una manera prohibida y exquisita, pensando en sus grandes y blancas manos recorrer todo su cuerpo, tomándolo fuerte y firme para que pudiera sentir cada toque como el mejor.

Los frotes contra la cama continuaron y su grueso labio inferior era exprimido entre sus dientes intentando acallar los indicios de excitación que le producían a su hermoso cuerpo.

Cansado de esa incómoda posición y de sus apretados pantalones, se sentó en la mullida cama sacando su molesta camiseta, golpeando el frío aire contra la suave piel de su ligeramente marcado torso, sus pezones se irguieron desesperados por contacto en cuanto la tela los había rozado, los rozados botones de Jimin eran lo más sensible en su cuerpo, solo con un par de toques y fricciones era capaz de gemir descontroladamente, incluso podría correrse si se los llevan a la boca, sus sensibles y delicados botones clamaban la atención de quien los poseía, ya que en este momento no estaba el protagonista de sus necesidades.

Sin aguantar un segundo más, ni siquiera tuvo la oportunidad de quitarse los pantalones, llevo sus pequeños dedos a su deliciosa boca los chupo a su gusto y desesperada necesidad, los quito lentamente, estaba ansioso, paso su traviesa y roja lengua entre ellos para cortar el hilo de saliva que los había conectado, sus jadeos desesperados se hacían cada vez más audibles por la anticipación.

Quería torturarse a si mismo, como Jungkook lo había hecho con él en la cocina.

—J-Jungkook~ —inevitablemente el nombre se le había escapado de los húmedos labios en un dulce gemido necesitado.

Una almohada ahora era colocada entre sus carnosos muslos, debajo de su gran y firme trasero, y la fricción comenzó de nuevo, frotándose contra la suave almohada aun con sus pantalones puestos, jadeos traviesos escapándose a través de su boca abierta, sus ojos brillando a la espera de su siguiente acto.