Llegada

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Después de algunas indirectas por parte del resto de los países sobre como la mexicana había errado en su decisión, la ONU dio por terminada aquella pequeña reunión dejando solo a Japón y México con él.
Les dio indicaciones para que México se fuera un tiempo a Japón, según la organización un mes sería más que suficiente, ambos países aceptaron y partieron con rumbo al territorio del asiático, durante el vuelo Japón miraba furtivamente a la latina quién sostenía su celular para ver los memes que le enviaban sus amigos del sur.

-Wey, sé que estoy bien pinche hermosa pero si me sigues viendo así me vas a gastar, no mames.

El asiático acababa de tirar el agua que le habían servido las azafatas al escuchar aquello, sentía su rostro hirviendo y no estaba seguro de lo que diría pero debía decir algo ya que la mexicana incluso le ayudo a secarse la sudadera que recién había mojado.

-私...ルソン島でその時間に逃げさせたとき、私は忘れることができないと思う (Yo... Creo que no puedo olvidar cuando me dejaste huir aquella vez en la isla de Luzon) -por un segundo no creía lo que había dicho, no se lo había dicho a nadie más que ha su padre y aquí se encontraba diciéndolo todo a la chica que tenía en la cabeza desde su niñez - 私はそれが愚かであることを知っています...しかし、あなたの翼は私には美しいように見えました...もし私が尋ねることができて、あなたがそれを言うことを気にしないなら、あなたはそれらをもう見せませんか? (Sé que es tonto... Pero tus alas me parecieron hermosas... Si puedo preguntar y no te molesta decirlo ¿Por qué ya no las muestras?)

La tricolor sonrió como una niña, sin malicia, pura e inocente, aunque para sus adentros el asiático sabía que no lo era.

-¿Aún recuerdas eso, he? - sus dientes afilados parecían no existir, solo se veía una sonrisa sin malicia en la latina - Japón lo que yo hice no estuvo bien, matar descontroladamente... Como sea, eras un niño libre de mal y con un gran futuro -Su mano acarició con ternura la cara del nipón - En cuanto a mis alas, procuro mantenerlas para uso exclusivo en mi territorio, hay quienes se incomodan al verlas.

El asiático no estaba seguro de entender y tampoco averiguaría más aún, la mexicana tenía más historia de la que aparentaba y gran parte estaba teñida de sangre y le habían costado visibles cicatrices... "Seguro cubre otras más debajo de su ropa" fue el pensamiento que llego a la mente del nipón, su rostro enrojeció al ver que caminos podía tomar su inconsciente.

México solo sonrió y le indicó que dormiría un poco, estaba cansada por no dormir bien la noche anterior "pero la peda valió la pena."

Por debajo de la ropa del nipón se encontraba enrollada la cola que junto a las orejas de gato en la cabeza actualmente lo distinguía aún más de los otros países; su cola temblaba ligeramente cuando él desviaba su vista a la chica que yacía dormida en su hombro, sus movimientos se limitaron para no despertarla hasta que llegaron a las tierras asiáticas, lo cuál tomó unas cuantas horas más que el japonés disfruto enormemente.

Saliendo del aeropuerto.

Los dos países llamaban la atención de una manera que incomodaba al japonés mientras la latina contaba una de sus tantas anécdotas sobre sus visitas a otros territorios.

- Y yo estaba así de "Nel perro, repitemelo y te parto tu madre" y él solo estaba dice y dice que no se que y la chingada y yo toda así de "no mames cabrón siguele y vas a ver que te dejo como santo Cristo y la madre" y así estuvo todo el pedo we

La cara entusiasmada de la latina y los movimientos exagerados de sus manos a lado del rostro confundido del japonés eran un poema para todo aquél que los viera.

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