Regalo

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Los días pasaron rápido ó así parecía ya que ambos países se la pasaban viendo series, doramas y películas mientras que las noches se convirtieron en el momento para beber, ese acuerdo fue perfecto para ambos mientras la tranquilidad que buscaba Japón estaba presente durante el día era lo mismo para la diversión que querían la mexicana.
Esto fue así durante los seis días que les quedaban y para cerrar la semana se encontraba la reunión de la ONU; no podían faltar y no podían llegar tarde; Japón lo sabía era el momento de probar que la mexicana podía llegar a tiempo si se lo proponía y claro él era el instructor, al menos tenía que hacerse parcialmente responsable del resultado, esperaba que ambos fueran de los primeros en entrar a la sala de reuniones, aunque para su pesar la mexicana no estaba de acuerdo con ello, pero esto era algo que desconocía Japón.

El día antes de la junta de la ONU Japón pidió a la mexicana que en vez de beber fuera lo hicieran en su casa, él esperaba que así la latina se controlará un poco respecto al alcohol y al día siguiente estuviera en condiciones para llegar a tiempo.
Con una alegría que sorprendió al nipón, México aceptó con una sonrisa en el rostro.
Por supuesto estaría feliz de pasar su última noche con él de manera más íntima de la que ofrece un bar.
Lo cuál hizo que Japón sintiera algo de culpa, no confiaba del todo en ella y aún así la mexicana lo apreciaba...

..........

Después de que las botellas vacías de sake aumentaran a sus pies Japón le entrego una cajita de madera con un lazo rojo a México, ella sonrió sorprendida.
Al abrirlo descubrió un reloj de pulsera que simulaba ser de madera, más masculino de lo que la latina acostumbraba pero igual le pareció lindo.

- Weeeeey esta bien pinche hermoso, es más para que veas voy a presumirlo mañana pa' que todos lo vean - Pensó en ponérselo para ver como se le veía y al tomarlo vio unas palabras grabadas en la parte trasera - Ah... ¿Qué dice? Cada segundo, te am... - Antes de terminar de leer volteó a ver al nipón que la miraba con el rostro más rojo que lo normal, el grabado ponía "Every second, I love you more" - Esto... ¿Cómo debo interpretarlo?

- あなたが去る前にあなたにそれを与えたかった... (Quería dártelo antes de que te fueras...) - Sus maños jugaron nerviosas con su vaso de sake - 私はあなたに前にそれを与えた場合、あなたが不快に感じるかもしれないと思った... (Pensé que podrías sentirte incómoda si te lo daba antes...) - No respondió la pregunta de la mexicana, pero no hizo falta, sus sentimientos hacia ella eran demasiado evidentes.

En respuesta a aquello México se sentó aún más cerca de Japón sonriendo y le dio el reloj pidiendo que se lo pusiera en su muñeca derecha.

- Esta bien chulo, se lo voy a restregar en la jeta a todos - Su voz comenzó a bajar de tono y recargo su cabeza en el hombro de Japón - ¿Sabes? Mañana me voy literalmente al otro lado del mundo así que... - suspiró mirando fijamente a Japón - Wey no te pongas así, este es uno de los regalos más chidos que me han dado - su mirada paso de paciente a algo molesta - ¿Vas a pasar toda la noche sintiendo vergüenza ó que pedo? - al no recibir respuesta dejo escapar un suspiro de resignación - ¿Quieres acompañarme a mi cuarto? - al notar la mirada perpleja del nipón su sonrisa se acentuó - obviamente vamos a hacer algo que te causará más vergüenza que dar un reloj pero también te haré sentir tan bien que podrías morir ¿sabes? Serán buenos recuerdos.

El nipón la miro unos segundos antes de dar un suave beso sobre la muñeca dónde estaba su nuevo reloj.

- さあ... (Vamos...) - Se levantó sin soltar la mano de la latina, quien lo siguió con una sonrisa algo avergonzada, algo extraño en ella, pudo decir todo aquello pero era obvio que estaba nerviosa, después de todo ¿No es lo que buscaba desde que llego?

ImpuntualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora