Capítulo 2

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- ¡Kyler, espera!

No me importó que estuviera gritando y persiguiéndome; solo quería desaparecer de allí. Mi objetivo era el baño de chicas, estuviera donde estuviera, ya que seguramente tendría una ventana, la cual esperaba que fuese suficientemente grande para que pudiera escabullirme por ella.

Mierda. Luke me estaba alcanzando. Algo lógico, pues el único deporte que practicaba era el noble arte de ir del sofá a la cama y de la cama al sofá. Pese a esto, vi ante mí algo prometedor: había unos baños de chicas en esta planta, y encima la puerta se encontraba abierta. Me aproximaba desesperadamente a lo que sería mi salvación, pero antes de eso, sentí cómo me cogieron del brazo, frenando toda pisibilidad de huída.

-Joder, Kyler. Menos mal que te alcanzo. Antes que nada, ¿qué coño te has hecho en el pelo?- seguramente se refería al tono azulado de éste. Caleb y su obsesión con el tinte me habían atrapado y como él dice, 'una vez que entras, ya no sales'.

- ¡Ni que coño me hecho en el pelo ni que puta mierda! ¡Suéltame ahora mismo, Luke!

- Tranquilízate, Kyler. Tenemos que habl...

- ¡Yo no tengo nada que hablar contigo!

- Vale, tal vez tú no tengas nada que decirme, que lo dudo bastante, pero yo tengo que decite algo.

- ¡Pues si querías decirme algo, habérmelo dicho antes de desaparecer así, sin más!

-¡Quieres dejarme hablar de una una puta vez!- gritó; yo me encogí, no porque estuviera asustada, sino porque no me esperaba que me gritase. Nunca antes lo había hecho. Al mismo tiempo, me percaté de que había adoptado mi costumbre de no parar de decir palabrotas. Me gustó que por lo menos se hubiera quedado con eso de mí.- Lo, siento, Kyler, no quería asustarte, creéme, es lo último que quiero. Sí, desaparecí, y lo siento muchísimo, pero ellos no me dejaron alternativa.

- ¿Y se puede saber por qué desapareciste y quienes son 'los no te dejaron alternativa'?

- Lo siento, koala - me estremecí al oír el apodo que me puso tiempo atrás-, pero no puedo decírtelo, al menos no todavía. Pero antes que nada, ¿podríamos tener alguna de esas charlas que solíamos tener? Ya sabes, para recuperar el tiempo perdido.

- No, Luke, no. Por mucho que lo intentes, eso jamás será posible.

- Pero, ¿por qu...?

- No preguntes el por qué; tú eres el que mejor lo sabe.

Y me marché de allí, dejándole con al palabra en la boca.

Pese a la sensación de triunfo que debería de haber experimentado tras haberlo dejado ahí como un pasmarote, lo único que sentí fue algo parecido a la tristeza y a la sensación de que lo que me tenía que contar era algo importante.

Y muy en el fondo, algo me decía que no tardaría en averiguar de que se trataba.

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Multimedia: Luke

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