14. No hay edad para el amor ni la amistad/there's no age for love and friends

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Les voy a contar una cosa: hace unos años, concretamente, hace pongamos que unos 4 años, cuando iba a sexto de primaria fui delegada del medio ambiente en mi clase.

En cada clase se escoge un delegado, que nosotros le llamamos delegado verde, que es el delegado del medio ambiente. Se encarga de que los compañeros traigan tuppers en vez de papel de plata, obliga a la gente a tirar las cosas a la basura si ve que esa persona ha tirado algo al suelo, ayuda a los demás a entender por qué es tan importante reciclar, va a conferencias y reuniones con otros delegados verdes de otras clases, cursos y colegios...bien, yo fui elegida delegada verde de mi clase en sexto de primaria.

Cuando yo estaba de delegada verde de mi clase, el colegio tuvo una idea muy buena. La idea era asignar una clase de infantil a cada delegado verde desde 4 hasta 6 de primaria. Así, los delegados verdes irían una vez en semana los viernes a su clase de infantil correspondiente (siempre era la misma clase), se cada semana a un niño diferente, a reciclar a los contenedores del colegio. Pensaron que los dos más mayores (los dos delegados de 6, es decir, un compañero mío y yo), como en teoría los más mayores son los más maduros y responsables, asignarles las 2 clases de P3, es decir los niños más pequeños de infantil, los niños de 3 años. A mí me tocó ir a la clase de P3 B. Jamás pensé que me iba a pasar lo que me pasó.

Cada viernes me llevaba a un niño de P3 B a reciclar. Y así fueron pasando todos y saben que? Al final me hice famosa en esa clase. Me encariñe de todos los niños y ellos cuando me veían llegar por el pasillo los viernes se apelotonaban todos en la puerta, para que cuando abriera, darme un abrazo colectivo.

Pero hubo un día, que siempre lo recordaré. Un día, llegue a esa clase y todos los niños me abrazaron, una niña preciosa con rasgos sudamericanos, se hizo hueco entre todos y al llegar a mí me susurró al oído: "hoy me toca a mí".

Normalmente sacaba a los niños de la clase y ellos me daban la mano y me sonreían, me decían su nombre y se señalaban a sí mismos en la lista de clase.

Pero esta niña no. Al salir de clase, ella en vez de darme la mano se pegó a mi pierna con una sonrisa enorme. Me agaché y le pregunté:

- Como te llamas?

- D (su inicial)- contestó.

- Que bonito nombre tienes, es uno de mis favoritos.

Me abrazó todavía más. En ese momento supe que esa niña me tenía un cariño muy especial.

Al despedirme de ella me volvió a abrazar y todos los demás también.

Así pasaron y pasaron las semanas y me di cuenta de que esos niños, pese a ser unos 8 o 9 años más pequeños que yo, habían entrado en mi círulo de amigos, especialmente D.

Pasó el curso y pasó el verano. Yo empecé primero de ESO y ya no era delegada verde. Aún así los seguía viendo, saben cómo? En el comedor, los de la ESO comen después que los pequeños, mientras ellos comen los de la ESO están en el patio. Y como mis amigas no se quedan a comer, prefería gastar mi tiempo de patio con ellos que en el patio con la gente de mi clase. De modo que los veía a la hora de comer, ayudaba a la monitora a que los niños comieran y mientras ellos comían yo les ayudaba y hablaba con ellos.

De esa forma, ellos se encariñaron tanto de mi que empezaron a verme como una especie de niñera, y para mí ellos son mis niños.

D y yo nos hicimos amigas inseparables, yo me encariñe de todos, pero especialmente de ella. Cuando terminaban de comer, los llevaba al patio y allí jugaba con ellos hasta las 2, cuando yo entraba a comer. Después de comer también me iba con ellos.

Valores de la humanidad/Humanity values [Wattys2019]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora