Saliva y sudor ↝ Yoonmin, omegaverse.

[03]

Yoongi besaba a Jimin con lentitud y pasión. El menor se aferraba a su cuello y rozaba de vez en vez la punta de su lengua con la del alfa, que acariciaba sus labios de una manera húmeda, sin entrar aún.

Jimin casi temblaba bajo suyo y soltaba ahogados gemidos estancados en su garganta, sin dejar de besar aquellos habilidosos labios que lo reclamaban y lo profanaban como suyo. Yoongi posaba sus palmas entre el cuello y el pecho del menor, con cierta fuerza, y Jimin se sentía delirar ante la sensación de que era una exigencia a su cuerpo para permanecer ahí, contra el suelo y aprisionado por la suave boca de su hyung. Igual, tampoco era como si se quisiera mover de ahí, sinceramente.

Pronto, se vieron faltos de oxígeno, y por más que trataron de continuar, se obligaron a separarse un momento. Una separación donde Yoongi succionaba por última vez sus labios y Jimin alzaba lo más que podía el rostro. No queriendo soltar aquellos exquisitos belfos.

Finalmente se separaron unos centímetros y se dedicaron a respirar ahogadamente, recuperando el aliento. Jimin miraba al mayor con súplica y necesidad, y Yoongi le veía con deseo puro.

Yoongi tomó sus mejillas y bajó para volver a besarlo, provocando que Jimin le correspondiera con las mismas ganas y ritmo. Se separaron nuevamente y el rubio ancló sus deditos en el cuello de la camisa ajena. Mirándolo con enormes ojos y labios entreabiertos. Jadeante.

Eran los primeros besos que sus vírgenes labios experimentaban, y él simplemente no podía creer la increíble sensación que le provocaban.

—Gatito... —comenzó en un ronco susurro Yoongi. Jimin enrojeció.— Yo... no sé qué se supone que...

—Yoongi Hyung... —murmuró tímido Jimin. Revoloteando tiernamente sus pestañas en parpadeos perdidos. Le costaba concentrarse y conectar sus pensamientos bajo tal mirada del mayor.

—No sé qué se supone que estamos haciendo —se sinceró, aún agitado.

—¿B-Besándonos? —en un hilo de voz. Aún más ardiente en vergüenza. Yoongi no pudo evitar soltar una risita ante aquella tierna respuesta.

—No sé por qué nos estamos besando —corrigió entonces, divertido.

—¿Porque te... agrado? —murmuró tímido y débil.— Sea gatito o no...

Yoongi sonrió enternecido. Se sintió cálido.

—Cierto. Es eso —cedió. Y bajó para dejar otro corto beso en sus labios, que Jimin sintió como la gloria misma. Su corazón con palpitaciones enamoradizas.

—Hyung... Lobo Hyung.

—¿Umh? —miró a Jimin atento, peinando un mechón de su cabello.

—Yo... tengo que confesarte algo —bajó a los lados sus orejitas claras, tímido.

—¿Qué cosa, minino? —le miró ensoñado.

—Yoongi...

Aguardó varios instantes.

—Yoongi, tú me gustas... —finalmente soltó. Sintiendo la sangre abandonarle.

El pálido parpadeó perdido y le miró a los ojos con interna sorpresa y calidez. Jimin mordisqueó su labio con nerviosismo y apretó más sus puñitos en la prenda del alfa.

—Me gustas, desde hace bastante que me gustas Hyung... Yo no te lo había dicho pero... bueno, ya lo hice —rió nerviosamente. Yoongi movió su negra cola de lado a lado. Sus puntiagudas orejas grises bien paradas y firmes. Una pequeña sonrisa comenzando en su rostro.

—¿Te gusto?

—Sí...

—¿Desde hace mucho?