»Murderer || Z.M.

Tres.

El ruido de algo romperse en la cocina hizo que me levantara de golpe y saliera de mi habitación.

Los gritos se escuchaban al salir. En la pequeña sala se escuchaban aún más, y al entrar en la cocina vi todo el caos que estaba ocurriendo frente a mí.

Miré a Summer con un cuchillo en mano apuntando hacia Zayn. Él solo se estaba moviendo cuidadosamente para no ser herido. En sus ojos se reflejaba precaución... mientras que en los de mi amiga solo se reflejaba el horror.

-¡¿Qué demonios estás haciendo Summer?! -Grité.

Los dos voltearon a verme, y veía como las facciones de Summer se relajaban un poco.

-¡Amy! Gracias al Cielo. ¡Ve por el telefóno y llama a la policía! Yo lo detengo mientras.

-¿De qué estás hablando? No voy a llamar a la policía.

-¿Qué ocurre aquí? -preguntó Zayn-. Amy, ¿por qué dejas entrar a personas con problemas mentales en tu casa?

-Oye, oye, oye -dijo Summer bajando un poco el cuchillo-. En primera, soy su mejor amiga, cosa que de seguro tú no eres. Y en segunda, ¡mira quien habla! Tan solo recibí el mensaje de Amy diciéndome que el loco asesino de su padre estaba viviend...

-¿Loco asesino? -dijo Zayn, un poco dolido.

-Summer, basta. Si te lo dije no era para que tú intentaras clavarle uno de mis cuchillos, así que bajalo.

Summer me miró dudando, pero mi mirada era dura, y entendió que lo que le estaba diciendo no era broma. Summer bajó el cuchillo y se relajó.

-Gracias -dije sarcásticamente.

-¿Por qué vive contigo?

-Porque no tengo una casa -dijo Zayn mientras se rascaba la barbilla. Realmente no sé por qué, pero ese gesto hizo verlo sexy-. Niña loca... -murmuró.

-¡Oye! -exclamó Summer.

Y comencé a reírme. Summer estaba furiosa y Zayn... bueno, Zayn se estaba divirtiendo al igual que yo. Si los tres viviéramos juntos, cada día sería tan grasioso que harían de nuestras vidas una comedia para la televisión.

-¿Que haces aquí? .-le pregunté a Summer.

-Vine a vigilar que siguieras con vida. Ahora si fueras tan amable, ¿quisieras decirme que pasa aquí?

-Liberaron a Zayn. Él no mató a mi padre.

Vi la sorpresa en los ojos de mi amiga. No es fácil que te cambien el final de una historia a la que ya estabas acostumbrado.

-¿Ah, no?

-No.-contesto Zayn, muy seco a decir verdad.

El silencio se hizo en la cocina. Zayn sólo se volteó y empezó a ver que había de comer en la alacena.
No llevaba camisa, y podía ver su espalda. Era fuerte, realmente fuerte. La línea que se podía ver entre sus omoplatos era cautivadora, y se que podía quedarme viéndole así una eternidad.
Zayn era uno de los chicos más guapos que había visto en mi vida.

-¿Podemos hablar? -me preguntó Summer, despertándome de mi ensoñación. Asentí con la cabeza.

Summer salió primero que yo, y antes de salir le volví a dar una última mirada a Zayn.
Las dos fuimos a mi habitación y Summer cerró la puerta a sus espaldas. Acto seguido, me lanzó una mirada fulminante.

-¿Qué ocurre?

-¿Por qué está él aquí?

-¿Acaso no escuchaste? Ya te expliqué todo.

Y en cierto modo, era cierto. No es que fuera algo difícil de entender.

-¿Entonces es cierto?

-No, la verdad es que se me ocurrió sacarlo de la cárcel sólo porque el tipo está bueno. -dije con sarcasmo.

-¿Piensas que está bueno? -preguntó con una mirada pervertida en su cara.

Genial. Me iba a molestar toda la vida gracias a esto.

-Sólo cállate y acéptalo. Él encontrara después un lugar donde vivir y no lo volveré a verlo jamás.

-Está bien. Sabes que tienes todo mi apoyo en cualquier cosa. -dijo poniendo su mano en mi hombro.

Eso era lo que me gustaba de Summer. Sabía que siempre podría bromear con ella toda la vida, pero cuando se trataban de cosas serias como estas, ella siempre estaría ahí para mí.
Summer y yo nos dirigimos a la cocina de nuevo, y cuando entramos vi que Zayn había preparado huevo, picado fruta, e incluso había hecho jugo de naranja. Él sólo nos veía sentado desde su lugar.

-¿Van a desayunar o qué?

-*-

Cuando Summer se fue me volví a quedar sola con Zayn.
Summer me había invitado al centro comercial, pero por alguna extraña razón no tenía ganas de ir.
Zayn y yo estábamos en la sala viendo la tele. Estaban pasando Breaking Bad, y al parecer a Zayn le encantaba porque no dejaba de mirar la pantalla.
De pronto mi celular comenzó a sonar. Era un número desconocido. Contesté y de inmediato reconocí aquella voz.

-¿Amanda?

-¿Señor Fray?

-Amanda, necesitamos que vengan a la estación ahora mismo por favor.

-¿Qué ocurre? -pregunté un poco preocupada, y al parecer Zayn se dio cuenta porque volteó a verme.

-Es sobre Zayn. Los vemos aquí en media hora a más tardar -y dicho eso, colgó.

Zayn estaba viéndome, y podía ver que también estaba preocupado por la mirada que tenía en sus ojos.

-¿Qué pasó? ¿Qué te dijo?

-Tenemos que irnos.