DONDE NACEN LOS CEREZOS

NO ME OLVIDES

Intentaba seguir avanzando mientras sus pies se hundían cada vez más en la tierra debido al doble peso que llevaba consigo, comenzaba a sentir un hormigueo en sus brazos y piernas. Sabía que no resistiría mucho y por ello suplicaba que la aldea estuviese cerca.
El agotamiento claramente se reflejaba en su rostro, quería limpiar aquel líquido que escurría debajo de su cuero cabelludo pero no podía. Levantó la cabeza y miró hacia arriba esperando que sudor regresase a su punto de origen para mantenerse ahí un poco más, provocando que algunas flores cayeran de su melena hacia el suelo.

Con un rápido movimiento observó a una figura saltar de un árbol a otro, el sonido de algunas hojas comprobaba que alguien se ocultaba en los árboles. Tweek se tensó al notarlo, su mente proyectaba las imágenes del ataque a la aldea.

Inmediatamente recordó que entre sus ropas se ocultaba aquella estrella metálica que Ginza le había obsequiado. Sabía que debía actuar rápido, si depositaba a la pequeña Jin en el suelo y lograba sacar aquella arma tal vez tendría más probabilidad de defenderse.
Sin previo aviso la figura saltó cayendo al suelo de pie. Los rayos de sol lo alumbraron revelando así su identidad.

- Aquí está - dijo

- ¡Ack! ¡Token! - dijo sorprendido y aliviado que se tratase de él

- Majestad...- murmuró - Veo que le dieron un diferente aspecto - aludió a todas las flores que adornaban su cabello - ¿No quiere que le ayude con la pequeña? -

- No... ¡Ngh! Esta bien - el contrario asintió

- Por aquí - dijo comenzando a caminar - La aldea está cerca -

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El sol cada vez perdía más intensidad con el pasar del tiempo. El cielo estaba perdiendo su color azulado para pasar a uno más morado mientras algunas luces que todavía traían consigo el calor del sol. Dos jóvenes reposaban cerca un árbol cobijándose de aquellos ardientes luceros, de repente un tercero conocido salió corriendo deteniéndose frente a ellos tratando de recuperar el aliento.

- ¿Jimmy? - habló un sorprendido y confundido Clyde

-...- les hizo una seña para que esperaran, necesitaba llenar sus pulmones con más aire antes de entregarles aquel comunicado - El pri-pri-pr-príncipe -

- ¿Qué con él? - preguntó el castaño sin mucho ánimo

- Ha re-reg-regr-re- regresado a la aldea - confesó haciendo que ambos jóvenes se mirasen a los ojos.

Sin perder más tiempo Ginza corrió a todo lo que sus pies y pulmones pudiesen permitirle, Clyde y Jimmy salieron detrás de él siendo dejados muy atrás por el azabache.

Al llegar Ginza lo vió al lado de Token rodeado de un grupo de personas, se acercó hasta él notando su cabello cubierto de flores moradas que resaltaban aún más su cabello y que combinaban perfectamente con el verde de sus ojos. Suspiró aliviado de manera inconsciente atrayendo la atención de Tweek y Token.
Quería regañarlo pero para su mala suerte su tranquilidad era mayor que su enojo. Notó que el rubio traía consigo a la pequeña a Jin en brazos completamente dormida.

- Déjame... - dijo Ginza tratando de arrebatarle a la menor de sus brazos para devolverla a su casa y recostarla sobre el futón

- ¡Ack! Si... - el rubio intentó entregarla pero Jin se resistió acomodándose aún más en los brazos del príncipe - Yo lo hago - dijo regresando a su posición - ¡Ngh! Token podrías - dijo algo avergonzado levantando a la pequeña Jin para que él alcanzara algo que resguardaba entre sus ropas