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Emilio sonrió al notar como Joaquín comenzaba a intentar levantar su camisa, tomó sus manos y las entrelazo con las suyas.
—Mailo —suspiró Joaquín al sentir como Emilio comenzó a pasar su lengua por su cuello, sabía que su novio estaba jugando con él y le gustaba qué fuera así.
—Bebé, eres perfecto —susurró Emilio contra el cuello de Joaquín haciendo que al chico le dieran escalofríos con la repentina voz gruesa del rizado.
Emilio tomó la mano de Joaquín para llevarlo a aquella habitación donde hace una hora habían estado y sin dudarlo lanzó a Joaquín a la cama para luego colocarse sobre el y comenzar a quitar su camisa y luego seguir con la de su novio.
—No sé como mierda pude engañarte, lo lamento —Joaquín fue callado por los labios de Emilio quien lo besaba bruscamente.
—Deja de decir que lo lamenta bebé, solo disfruta del momento —Emilio logró quitar la camisa del castaño y se dirigió para comenzar a quitar su pantalón y con ello el bóxer color rojo que usaba ese día Joaquín.
Al lograr quitarlo sonrió mirando a su novio, Joaquín mordió su labio, sabía lo que haría Emilio, SU Emilio.
