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Emilio miró a Joaquín quien había comenzado a llorar, sabía que no había sido completamente su culpa pero había confiado en la promesa que había hecho con su novio la cual simplemente no le importó a Joaquín.
Él rizado se acercó aún más a Joaquín y estampó sus labios contra los de su novio haciendo que este poco a poco dejará de llorar y se concentrará en profundizar el beso.
—Una última oportunidad bubu, todos las merecemos pero no me decepciones —Joaquín sintió poder respirar normalmente tras aquellas palabras, tomó del cuello a su novio y sin dudarlo besó de nuevo sus labios.
Emilio sonrió ante la repentina acción de Joaquín, le gustaba que aquel castaño tomará el control de la situación.
—¿Reconciliación? —preguntó Joaquín con una sonrisa y unos labios ligeramente hinchados debido a los anteriores besos.
—Reconciliación —afirmó Emilio volviendo a captar con los labios de su novio, tiró un poco de su labio inferior haciendo que Joaquín soltara un ligero gemido por el dolor de aquel mordisco.
En un movimiento brusco Emilio acorrala a Joaquín contra aquella pared color crema, él rizado colocó sus grandes manos al lado de la cabeza de su novio, él castaño simplemente se dedicaba a deleitarse de la vista que le proporcionaba su novio.
—Te vas a arrepentir de haberme engañado, bonito —sonrió Emilio comenzando a dejar marcas por todo el cuello de Joaquín quien solo se dedicaba a soltar suspiros y algunas maldiciones, su cuello era el punto débil y su novio lo sabía perfectamente.
