-⟡eras hermosa.⟡| jjk; mls

-28 [jk;ls] ||Capítulo Final||

Jungkook se aproximó a ella dando pasos rápidos. Uno tras otro, poder estar cerca de ella luego de tanto tiempo le daba escalofríos y el deseo de no dejarla ir jamás. El enojo asomó su mente. No se alejó.
Lisa le mostró una media sonrisa y suspiró lentamente. Aproximó su mano a la del muchacho y él la tomó con fuerza. La apretó con delicadeza, y la acarició. Cómo una súplica, un ruego. Como si una mirada fuese suficiente para pedirle que no se fuera.

—Hola, Kook. -Lisa se acomodó unos cabellos detrás de la oreja.
—Ha pasado mucho desde la última vez.

Jungkook no dijo nada, pues no había nada que decir. La miró profundamente a los ojos.

Lisa ya no estaba rota. Tampoco completamente reparada, pero el tiempo se ocuparía de eso.
Siempre hubo cosas que no podemos controlar. De las que nos arrepentimos. Que deseamos nunca haber hecho o dicho. Pensamos que todo aquello que los otros ven es lo que somos. Y que, al arruinarnos, no merecemos nada más.

—Te extrañé. No pude dormir por meses, ya sabes.
El juicio terminó. Ya todo terminó.

El joven permaneció serio.
Lisa comenzó a hablar de nuevo, esta vez al borde de las lágrimas.
—¿Estás enojado, no es cierto? Yo... lo imaginé. Sé que no tengo derecho a hablarte así. En serio... lo... lo lamento mucho. Perdóname.

Jungkook la tomó rápidamente y la abrazó con gentileza.
—Tonta. No puedo enojarme contigo, ya lo sabes. Te extrañé tanto, no tienes idea.

Lisa sonrió y se hundió en sus brazos.
—Aún crees que... pueda quedarme? ¿Aquí? ¿Contigo? -preguntó la chica.

La calles resoplaba en el frío del invierno, los negocios cerraban sus puertas y los autos desaparecían. Las luces se encendían, los callejones se llenaban de drogadictos y borrachos. El cielo sonreía en su oscuridad, la luna caía sobre las estrellas.
Sobre todas las cosas, comenzar es la más importante. Resignarse a lo nuevo, dejar mucho atrás. Para Lisa, Jungkook fue un nuevo comienzo. Para Jungkook, Lisa fue el principio y el fin, la felicidad y tristeza, el amor y la soledad, eso y todas las cosas juntas.

—Sí. Quédate. Nunca te vayas.
-dijo Jungkook, sacando de su bolsillo un revólver y acabando con la vida de su amada, para luego hacerlo con la suya propia. Matando y dando inicio, terminando con el dolor y empezando de nuevo.