•Ojos•

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Lo conocí en un bar, sabía que no era el mejor de los partidos pero vi algo en sus ojos que me hizo enamorarme al instante. Él era el cantinero del bar al que iba con frecuencia, 1.94 cm, rubio pero se teñía el cabello de negro, musculoso y con una cara devastada por el alcohol, yo apenas tenía 19 años cuando lo conocí y por supuesto me convencí de que podía ser un mejor hombre pero a veces cuanto eres joven estás muy equivocado en lo que piensas y crees, y de ahí llegan las desilusiones y el dolor.
Nos mudamos juntos (él se fue a mi apartamento) y al poco tiempo supe que estaba embarazada más no se lo dije porque tenía miedo de su reacción. No tenía idea de lo que me esperaba si llegaba a enterarse, se podría ir y dejarme esta responsabilidad, podría negar que fuera de él, podría echarme de mi propio apartamento o no lo sé.

Empaqué mis cosas lo más rápido que pude solamente dejando afuera de las maletas la ropa que iba a ponerme al día siguiente. No podía dormir en absoluto y tampoco podía parar de pensar en las manos de aquél muchacho... nunca había visto nada parecido a eso y apostaría mi todo a que no se lo hizo el mismo, dudo que alguien en su sano juicio pueda hacerse eso él mismo sin detenerse en algún punto; me pregunto si tendrá más bordados en alguna otra parte de su cuerpo.

En fin, para cuando me di cuenta eran ya las cuatro y media de la mañana, cuatro y media, y ni si quiera había podido cerrar un ojo en toda la noche puesto que había algo de todo esto que estaba ocurriendo que me dejaba una sensación rara en el estómago pero creo que son los nervios más que nada, no creo posible que algo vaya a salir mal en todo esto, después de todo solo son unos meses y ya podré vivir una vida totalmente normal o llena de algo de estabilidad por lo menos. Tomé el folleto que me encontré de la iglesia lo miré unos segundo y lo presioné contra mi pecho cerrando lentamente los ojos, me acosté en la cama y finalmente caí en un profundo sueño.

Recuerdo haber soñado con Adam muchas veces, incluso después de que me dejó, hoy era una de esas veces y era particularmente irritante el seguir teniendo su fantasma tan presente en mi vida cuando no había nada que nos uniera o que me uniera a él más que un profundo sentimiento de abandono y de vacío ¿para qué negarlo? Adam siempre fue y sigue siendo mi complemento, aunque, jamás descartaré el eventualmente dejarlo ir y poder iniciar algo nuevo con alguien mejor a pesar de no merecerlo ya que como todo, lo termino arruinando. Esos ojos marrones color tierra hicieron que me derritiera la primera vez que los vi, tanto que, no me sorprendió para nada el encontrarme a mí misma besándolo lo más fuerte que podía unas horas después de conocerlo ¿sabes? Ese fue mi primer beso. A día de hoy pienso que teníamos un potencial grande pero que si lo ponías a elegir entre una familia y hogar que ninguno de los dos había tenido jamás o seguir vagando como un gato por los callejones sin saber que le depara el futuro... bueno, la respuesta era clara y fue justo lo que hizo al final a pesar de que yo lo amaba como nunca me había atrevido a amar a nadie, Adam no era malo de corazón lo que era malo era su cerebro que lo hacía ser una persona dura tanto con él mismo como con los demás y yo pues, yo solo era una niña enamorada que como toda mujer tiene su "complejo de centro de rehabilitación" aunque yo ni si quiera podía rehabilitarme a mí misma. Tuvimos nuestros tonteos con las drogas pero juro que lo dejé en el instante que supe que mi hermosa bebé estaba esperando a llegar al mundo, a veces me pongo a pensar qué clase de vida hubiera tenido mi pequeña si hubiera nacido en un hogar así; con drogas, con peleas, con inestabilidad, con inseguridad y miedo... ¿Qué hubiera sido de ella si apenas podíamos cuidarnos a nosotros mismos? Igual me hubiera gustado tenerla un tiempo pero no es secreto para nadie que lo que digo es nada más ni nada menos que la verdad. Esperé a llegar a los tres meses para decirle de mi embarazo, él lo intentó, se quedó casi hasta el final pero supongo que no lo pudo resistir más y un día desperté con un armario medio vacío y una nota de "lo siento" en el piso al lado del colchón donde solíamos dormir... Ironías aparte, poco después compré una cama y la cuna de Maire con lo que estuve ahorrando sin decirle nada a nadie para no gastarlo a lo estúpido. Al final esa cuna la tuve que guardar en el closet desarmada en su totalidad, a veces me la consigo y sonrío pensando en la ilusión que tenía cuando la elegí.

Me desperté con ligereza, me alisté, tomé a mi gato y mi equipaje, saliendo del apartamento no sin antes asegurarme de que todo estuviera bien cerrado. No tuve que caminar mucho o la verdad no sé si es que se me hizo corto el camino pero llegué en menos de quince minutos y para cuando dejé de estar en "piloto automático" el chico de la otra vez me estaba llevando a mi cuarto ─Sonrió al ver a mi gato y jugueteó un poco con él una vez estando en la habitación, paró cuando a mi gato se le quedó trabada una de sus garras en los hilos que él tiene bordado a la mano y a pesar de que trató de ocultarlo, el chico puso cara de dolor terrible cuando mi gato bruscamente tiró del hilo haciendo que su piel se rompiera─. Me dijo al despedirse que su nombre es Noah y también me dio un consejo que no podré olvidar por el tono de voz con el que lo dijo, por fin él parecía humano y no un robot haciendo todo automáticamente.

─Hay gente aquí que no es tan amigable y no dudarán en atacarte si les das la oportunidad... Sólo finge demencia si ves algo fuera de lo común y estarás bien, claro, si el estar aquí es estar bien. ─Volvió a su estado neutral y cerró la puerta en silencio.

Ordené mis cosas de manera que me pudiera acordar donde dejé todas y cada una de ellas.

Skye me miraba atentamente mientras acomodaba todo, supongo que este gato gordo solo estaba al pendiente de donde iba a poner su comida para así robarla en caso de que me pase un poco de la hora en la que habitualmente lo alimento.

Seguí en el cuarto sin estar muy segura de salir ¿qué iba a hacer ahí afuera? Sí, estaba ahí para un retiro espiritual estaba ahí para poderme alejar de mi entorno pero de todos modos le tenía un poco de miedo a la idea de salir y socializar con totales extraños... Sí, ya de plano pareciera que no fue buena idea venir pero de todos modos salí y recorrí todo hasta encontrarme con Alicia.

Ella parecía estar algo apurada y me preguntó si podía ayudarla a ordenar la librería de la casa. Al parecer al señor de la casa le gustaba leer y no le agradaba ver la librería desordenada (cabe destacar que quien la dejaba así era el mismo). Esa habitación tenía una gran ventana de vidrio por donde pasaba la luz muy bien, tenía estantes tan amplios de libros que he de decir que quedé boquiabierta y justo al lado de un sillón muy grande de cuero negro habían una pila de libros. Ambas nos vimos a la cara e hicimos un tipo de acuerdo silencioso, yo iba a ordenar los libros mientras ella limpiaba el desastre que había en el suelo. En un momento determinado vi un libro que había terminado de leer la noche que me fui de casa "Inmersión Total", ese libro me terminó de dar el valor para por fin irme y no conformarme nunca ─Me pregunto hasta el día de hoy ¿a dónde se fue esa chica con ese espíritu?─. Alicia me extendió otra pila de libros para los pusiera uno por uno en su estante y noté en sus brazos algo que no había notado antes y es que habían cortadas de navajas recientes, no parecían intentos de suicidio, era algo un poco más allá que sólo eso, tenían formas y figuras de algunas iniciales, números y me atrevería a decir que también tenían forma de runas aunque claro está también habían solo líneas rectas al azar. Se notaba que continuaban más allá de antebrazo pero estaba oculto por la ropa, pronto por curiosidad me fijé en las partes desnudas de su piel y casi todas tenían cortadas más entendí que no se las hacía ella porque tenía en la nuca y bajando un poco por su espalda ¿cómo de la noche a la mañana le pudieron aparecer tantas cicatrices? No le quería preguntar por nada de lo que había visto, desde los bordados en las manos de Noah y ahora todas esas marcas en su cuerpo. Creo que ella notó que la estaba viendo a profundidad por lo que se bajó las mangas de la camisa y mantuvo su distancia conmigo que supongo fue para que no detallara más la gravedad de sus heridas.

¿Qué es lo que está pasando aquí? Hay cosas que claramente desconozco sobre sus vidas y me pregunto si tiene todo esto tiene que ver con la iglesia directamente.




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