El Nido del Basilisco

cap 3.- el canto de las selkies

Renuncia de derechos, todos los personajes que aparecen les pertenecen a sus respectivos e.

Albus Dumbledore nunca fue orgulloso o vanidoso, podía encontrar algo de valor en cualquier persona, sin embargo, aparentemente insignificante o miserable, y creo que sus tempranas pérdidas lo dotaron de gran humanidad y simpatía. 

Pero en estos momentos el vencedor de Gellert Grindelwald se encontraba desesperadamente cansado ante las réplicas de James Potter heredero de la prestigiosa casa noble y antigua Potter.

La causa de esto era sencillo ya que el joven chico de Gryffindor estaba despotricando a diestra y siniestra ante el heredero de uno de los fundadores de este colegio.

-Director debe expulsar a Goku el es un mago tenebroso en potencia y aún no entiendo porque tengo que seguir fingiendo ser amigo de Sirius Black.- los años cayeron ante Albus al escuchar lo que el joven Potter decía.

Con una sonrisa de abuelo decidió hablar tranquilamente ante los echos que este niño quería desarrollar.

-sr.potter debo volver a explicarle que su amistad con el joven Black es importante por los beneficios que una noble y antigua casa como los Black puede dar al lado de la luz, y sobre la expulsión del Sr. Slytherin no a echo nada de para llevarlo a la expulsión... Le reintegro que podrían ser buenos compañeros si lo intentan.- por primera vez en su vida el director de Hogwarts quería aplicar un maleficio imperdonable a James por la actitud estúpida que estaba llevando, acaso el niño no entendía que había sacrificios para el bien mayor?.

James no quería entender lo que su director decía, para el Goku era una molestia y sobre todo Sirius era un tonto ya que fue fácil entregar una amistad a la oveja blanca de los Black para ganar su confianza.

- le aseguro señor Potter que al final la joven Lily Evans será de usted.- Dumbledore tuvo que evitar rodar los ojos y en cambio sonrió como un abuelo al ver la cara de júbilo del niño que no evitó en tardar en levantarse y salir de su oficina.

Cuando James por fin se marchó Albus Dumbledore rápidamente entrecerró la mira al ver la "amenaza" que se avecinaba desde el horizonte, este nuevo lord Voldemort era una amenaza en sus planes con eso de la supremacía de la sangre pura.

Una sonrisa irónica surco los labios del viejo mago, el no era estúpido de saber lo que este don nadie quería hacer simplemente todo esto era un juego de ajedrez y como tal hay piezas sacrificables.

El gran comedor se encontraba abarrotado por una gran cantidad de alumnos de diferentes casas ya que era momento de la comida y Severus estaba en la mesa de Slytherin comiendo tranquilamente después de checar algunos encantamientos que encontró en la biblioteca misma.

- Severus!!!.- ante la mención de su nombre el joven de cabello grasiento levanto su vista de su comida para observar como una cabellera rojiza perteneciente a su amiga de la información de acercaba a la mesa de Slytherin con gran optimismo.

- Lily, que se te ofrece en estos momentos.- una ceja se arqueo ante la actitud nerviosa de su amiga de la infancia ya que era fácil de averiguar lo que ella quería o mejor dicho estaba buscando y eso era aún chico de cabellera de palmera.

- bueno esto... Verás sabes dónde está Goku.- la actitud nerviosa de la chica era un punto discutible para el chico prodigio de pociones, el tenía que aclararle ese enamoramiento que ella tenía por su amigo.

- Lily... Te gusta Goku ?.- esa mención causó el sonrojo perceptible de la chica llegando a una tonalidad de su propio cabello.

Snape solo observaba como la chica asentía tímidamente para proceder a sentarse enfrente de su amigo.