Mentes Hiperactivas

284 36 16
                                    

-flashcbak corto-

Sowon abrió sus ojos para observar a la mujer frente a ella que seguía con los ojos cerrados y los labios rojos ligeramente separados. La castaña la detalló y sintió como un zoológico entero hacia una fiesta en su estomago. Sentía el calor de sus mejillas y podía jurar que en ese momento podría hacerse pasar perfectamente por un tomate.

La pelinegra al sentir la ausencia de los labios abrió sus ojos pestañeando varias veces con rapidez. Se sentía como si hubiese estado atrapada en una burbuja de tiempo, porque al sentir los labios de Sowon sobre ella todo a su alrededor se detuvo y solo podía ser consciente de los latidos acelerados de su corazón y el aleteo de las mariposas en su estomago.

Oh mierda.

«Esto no es bueno». Observó a Sowon y notó sus labios ligeramente hinchados por el beso provocándole las ganas de volver a probarlos. «Si, esto no era nada bueno».

-fin del flashback corto-

Luego de aquel vergonzoso momento donde ambas fueron "obligadas" a besarse, «O eso quieren pensar Sowon y Eunha» la cena continuo sin ningún otro suceso relevante. Solo había un detalle y era que la castaña intentaba mantenerse enfocada en los temas de conversación en la mesa, pero no podía dejar de reproducir en su mente las sensaciones de aquél beso y eso la tenía preocupada. Sin embargo, a pesar de las miradas extrañas que recibía por parte del matrimonio Choi, logró sobrevivir al bochorno y aparentar tranquilidad e indiferencia.

 Sin embargo, a pesar de las miradas extrañas que recibía por parte del matrimonio Choi, logró sobrevivir al bochorno y aparentar tranquilidad e indiferencia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ahora bien, con Eunha... Con ella la historia era un poco diferente.

La pelinegra sí que no podía dejar de rememorar cada segundo y morder su labio inferior para controlar las estúpidas e inentendibles ganas que tenía de tomar por el cuello a la sarcástica irlandesa y besarla hasta que el aire exigiera separarse, y sí. Repetirlo hasta cansarse.

Se sentía fuera de eje, no se reconocía así misma y eso no podía ser nada bueno. Con un último vistazo a los labios de la mujer a su lado, se llevó la copa a su boca y se bebió el contenido que restaba, y cabe destacar, que había más de la mitad. Luego cerró los ojos y trató de enfocarse en el presente. Al abrirlo se fijo en unos ojos que la observaban fijamente.

Yewon se había percatado de toda la lucha interna en la que se debatía la pelinegra y no podía dejar de sonreír. Ella conocía aquellas ansias. Ese ardor por querer saciar tu sed en los labios de la mujer que amas. Desde la primera vez que se encontró con la maravillosa mujer a su lado no pudo apartar sus ojos de ella y ni que decir de sus labios. Si, para Yewon estaba claro el amor entre esas mujeres y el fuego interno que se había generado en la pelinegra. Después de todo, fijarse en los pequeños detalles es parte de su profesión.

Eunha se ruborizó un poco al notar su mirada y se sintió expuesta. La castaña parecía saber lo que había estado pensando después del beso. «Quizás solo soy yo siendo paranoica» se dijo para calmarse.

Leap Year in Dublín (Wonha Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora