Por fin ha pasado la semana, creí que no llegaría el esperado viernes pero aquí está. Alli y yo salimos juntas de la última clase, hemos coincidido en la mayoría de ellas y me alegro de ello. El único inconveniente es que Alex está en una de ellas, no entiendo porqué si está dos cursos más adelantado que yo, pero bueno, intento hacerle el menos caso posible pero cuando le miro de reojo siempre está mirando y me intimida, pero supongo que da igual, tengo que pasar de él y ya está es lo mejor y creo que ambos lo sabemos.
Alli y yo hemos decidido ir a la misma pizzería de siempre, por el camino hablamos de qué tenemos pensado ponernos esta noche.
-Y qué vas a ponerte entonces?- me río por la pregunta, porque todavía no tengo ni idea de ello: -Pues sinceramente no tengo ni idea de qué me pondré todavía- -Tendrás que ponerte algo con lo que vayas cañón, acuérdate que es tu primera fiesta en la universidad y tienes que ir genial- me dice Alli ilusionada.
Sonrío porque parece una niña pequeña cuando le van a dar una piruleta, está súper ilusionada y tengo que admitir que yo también lo estoy, al igual que nerviosa. –Menos mal que ya hemos llegado, me muero de hambre- le digo a Alli, -Igual yo- me contesta ella. Entramos una detrás de otra y nos sentamos en la misma mesa que nos llevamos sentando toda la semana. Esperamos a qué venga el chico que nos atiende siempre: -Buenas chicas, que os apetece hoy?- Alli y yo nos miramos al mismo tiempo y se nos escapa una risilla –Yo quiero una margarita y agua- le dice Alli al chico – Y yo quiero una cuatro quesos y agua también- le digo sonriendo. El chico asiente y se va. Comenzamos a charlar de la vida en general y de momento se abre la puerta del restaurante y entra Aron, se ha dado cuenta y se acerca a nuestra mesa, tan simpático como la última vez que nos vimos: -Hola Helena, qué tal?- le miro algo tímida, no sé si Alli sabrá quien es: -Hola, muy bien gracias- le respondo lo más amable que puedo ser o por lo menos lo intento. Antes de que pudiera terminar la frase se vuelve a abrir la puerta y todos miramos, por ella entra Alex y se nos queda mirando, parece que no le ha hecho mucha gracia, asique sigue hacia adelante a sentarse en otra mesa. Aron se despide de nosotras y se va donde Alex se ha sentado, unos minutos después entran otros dos chicos y se dirigen al mismo sitio. A Alli y a mi nos traen la comida y empezamos lo antes posible para que no se enfríe, mientras tanto observo la mesa donde está sentado Alex, y me atrevería a decir que no le ha hecho mucha gracia que Aron estuviera hablando con nosotras, porque cuando se ha ido de nuestra mesa le a dicho algo con mala cara, pero bueno, él sabrá lo que hace a mi me da lo mismo. Terminamos de comer y yo me acerco a la barra a pagar lo que debíamos de la comida, mientras estoy esperando a que el chico prepare la cuenta Aron se acerca a mi y me agarra del hombro para que le mire y me dice: -Oye, te gustaría venir conmigo a tomar algo ahora? Si no te importa claro- Me quedo mirándole sin saber qué responderle cuando me doy cuenta de que Alex está mirando en nuestra dirección, y creo que simplemente por joderle acepto la "cita" de Aron, pago al camarero y voy a contarle a Alli lo de Aron, ella asiente y me dice que no hay ningún problema, por lo tanto me acerco a Aron y le digo si nos vamos, mientras Alex nos mira desde la mesa con cara de pocos amigos, pero no me importa, que sienta lo que sentí yo la vez que me dejó sola. Aron y yo nos montamos en su coche: -Y qué te apetece tomar?- le miro mientras conduce, se da cuenta y me mira el también haciendo que me ponga un poco colorada, no igual que con Alex, pero algo sí: -Pues me apetecería tomar un helado si no te importa- le digo y sin quitar la vista de la carretera me contesta: -Que me va a importar, sé de una heladería genial, iremos ahí invito yo. Asiento sonriendo y él me mira. No he podido evitar fijarme en sus ojos, cuando le da el sol son muy bonitos y como siempre una voz me saca de mis pensamientos: - Ya hemos llegado señorita- Bajo del coche y estamos en una heladería que da a un parque bastante bonito. Aron me coge de la cintura para llevarme a la entrada y me hace el gesto de entrar yo primero, la heladería es muy bonita por dentro al igual que por fuera: -Me ha sorprendido el sitio tengo que reconocerlo- Le digo a Aron, él se ríe a carcajadas, parece que le ha hecho bastante gracia mi comentario. Nos sentamos en una mesa para dos, acogedora la verdad. Aron me pregunta qué me apetece tomar y le señalo en la carta que hay sobre la mesa una cucurucho que lleva una bola de helado de fresa. Se dirige a la barra y mientras tanto a mí me llega un mensaje de Ben, llevamos bastante tiempo sin hablar: -Hola cariño, qué tal te va todo?- No le contesto, prefiero esperar a llegar al hotel. Aron llega con los dos helados, los deja sobre la mesa y se sienta: -Bueno cuéntame algo sobre ti, tienes novio?- Que odio le tengo a esa pregunta: -Sí, si lo tengo pero no llevamos muy bien lo de estar separados-. –Vaya pues lo siento, además no te preocupes mañana en la fiesta se te olvidará todo un poco- Hago el intento de una sonrisa, mientras me llevo el helado a la boca, Aron se da cuenta y me agarra la mano:- Oye, no te preocupes, todo estará bien- Le sonrío y él hace igual. Charlamos un rato al mismo tiempo que nos comíamos los helados. Cuando acabamos le pregunto si podría llevarme al hotel, es tarde y me gustaría adelantar algo de los trabajos, él me dice que sí, que no hay ningún problema. Los dos nos montamos en el coche y se pone en dirección al hotel.
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Creo que podrías ser el amor de mi vida.
Fiksi RemajaHelena es una estudiante de 18 años, que decide hacer un viaje de estudios a Nueva York. Ella tiene un novio con el que lleva casi 5 años, pero no sabe lo que le espera nada más montar en el avión, dirección a su destino.