Nunca me dejes sola

CAPÍTULO 3; ¿POR QUÉ A MI?

~Dias después ~

Fernando POV:
- Me siento bien, quiero ir a trabajar- dije muy molestó.
- El tio dijo que no puedes ir, debes descansar- dijo en tono de regaño Refugio- Mi hermano puede ocuparse de todo, Perfectamente- dijo esta muy tranquila. Yo no puedo estar tranquilo, sabiendo que ese buitre esta a cargo de la empresa.

- Tu primo Carlos es tan profesional como tu Fernando- dijo la bruja de mi tia Raquel, apareciendo en la habitación.
- Pero es mi deber ocuparme de la empresa- frunci el ceño.
- Lo se querido, pero enfermaste y tienes que descansar- dijo esta dejando el desayuno sobre la mesa de luz.
- Mejor desayuna, que tenemos que ir a buscar tus estudios médicos- dijo Refugio mirando a su madre con cierta molestia.
- mucha suerte sobrino, si me disculpan tengo cosas que hacer- sonríe falsamente y sale de la habitación.

~Minutos después ~

Ya estaba cambiado para ir al médico, no se para que tantos estudios, de seguro es agotamiento por tanto trabajo, eso no es nada de otro mundo.
- ¿Estas listo?- dijo Refugio abriendo la puerta.
- Si, ya estoy listo- respondí.

Ambos bajamos y nos estaba esperando mi padre.
- vámonos, si ya estan listos- dijo mi padre con una leve sonrisa.
- Si- respondí.
- Señor, una joven quisiera saber, si a usted le interesaría comprar flores- preguntó Rosa, la empleada de la casa.
- No, vamos de salida, dile a esa chica que se valla, no nos interesan comprar lluyos- dijo mi padre con burla. Yo salgo tras de Rosa, al llegar la vi, la vendedora de flores era la misma chica que vi en el hospital.
- ¡Rosa!- levanto un poco mi voz. Esta volteó algo asustada, la chica parecía algo extrañada también.
- ¿Que sucede señor Fernando?- preguntó Rosa.
- Nada, sólo quiero comprar flores- sonrió y la cara de aquella muchacha tan bonita, se ilumina.
- ¿Cuál de estas le gustaría comprarle a su novia?, señor- dijo esta.
- No tengo novia- dije con desdén- Las compró para la casa- sonrió.
- Perdón, no lo sabia- esta se disculpa apenada.
- No bajes la mirada, no es tu culpa, tu no me conoces- dije comprensivo.
- No importa- dijo esta.
- ¿Cuánto te debo?- preguntó.
- trescientos señor- dijo esta.
Saco mi billetera y le pagó.
- Esto es mucho- dijo esta.
- Quédate con el cambio- dije tomando las flores.
- muchas gracias, tenga usted muy buen dia- dijo muy feliz.
~ Minutos después ~

- ¿Falta mucho?- preguntó cansado.
- No, ya nos llaman- mi padre arqueó una ceja.
- Si, se paciente- agregó Refugio.

- ¡El señor Fernando Sombra!- dijo la enfermera.
- Nosotros- dijo mi prima.
- Pasen por aca, el doctor Echeverría - dijo la enfermera con una sonrisa.

Nos adentramos en el consultorio del doctor, odio los hospitales, son frios y sombríos, tienen siempre olor a remedio y la tristeza es el aire de este lugar. Casi todos lo que estamos aqui, tenemos un problema, algunos con cura y otros no. Solo les queda resignarse y esperar la muerte.
Al ver la cara del doctor no me agrada.

- Hola doctor- dijimos todos al unisonido- ¿Como se encuentra mi hijo?- preguntó de inmediato.

- No puedo mentirle señor Sombra- dijo este.
- ¿Que pasa doctor?- mis nervios aumentan.

- Los estudios del joven Fernando, develaron que tiene un tumor cerebral- dijo este sin dar vueltas.

- ¿Que?, ¿como es posible eso?- mi padre se desespera. Refugio llora.

- No lo se señor Sombra, pero esto puede empeorar- dijo el doctor preocupado- tenemos que empezar con las quimioterapia ya mismo- dijo el médico.

- ¿Me voy a morir?- pienso en voz alta.
- No, claro que no- Refugio me abraza- todo va a estar bien- sus lágrimas mojan mis mejillas.
- ¿No lo podemos operar?- preguntó mi padre.
- Eso sería muy arriesgado, su hijo esta muy débil- respondió el doctor con desaprobación.

- ¿Tan mal esta mi hijo?- dijo papá llorando.
- Su hijo esta estable, le daré la receta para los medicamentos y las citas para comenzar las quimioterapias- dijo este.

- Haga lo que sea necesario,  pero hágalo doctor- mi padre llora, ya no soporto ver esto, ya no.

Me levanto y salgo de la clínica corriendo. Sólo quiero olvidarlo todo, no puedo asimilar lo que me esta pasando.

¿Por qué a mi?, ¿por que?

Me gustaría saber por que dios me castigo asi. ¿Que hice para merecer esto?
Debi ser muy malo en la otra vida, por que si no, no me explico todo lo que me esta pasando.

Sin darme cuenta, en mi corrida choco a una chica, tirandole todas sus cosas al suelo.

- Perdón- dijimos ambos al unisonido y me dispongo a levantar las flores.

Al levantar mi vista, la vi, era ella  la chica de las flores, era tan hermosa.

PVO Raquel:
Estoy en casa, algo extrañada de que mi hijo aun no haya  vuelto, pero  después de unos minutos lo veo entrar  por la puerta, para darme un resumen  de lo ocurrido  con su primo.   Conozco sus capacidades, tanto así que estoy muy segura que mi hijo puede adueñarse de la empresa  familiar y hacer que esta  funcione  a su máxima potencialidad.
Y es lo quiero que ocurra, así que comienzo hacer  uso de mis conocimientos en Psicología. -Hijo y si ejerces en la empresa, Es decir, quiero que  luches  hasta maximo, puedes  obtener  el puesto del presidente  total de la empresa- digo y veo como me observa, en sus ojos veo  ese brillo que tiene cuando consigue un reto nuevo.
-Crees que no lo se mamá, es lo que  he estado intentando y que  voy a lograr mamá, solo que para vencer  hay que dar pasos  cortos y silencioso mamá- dice mi hijo- pero tambien necesito aliados  y tu sobrino parece tenerlos a todos de su lado, pero taranquila mamá  esa empresa sera  nuestra- dice y sus ojos me muentran ese reto en su mirada.- y tu me vas a ayudar, ademas  de  verme triunfar mamita  adorada, Ambos estaremos en la sima- dice mientras  se acerca a mi  y  besa mi mejilla  antes de  salir del salón.
Mi pequeño, pronto  verás que lo que desees  se va a cumplir, así  tenga que pasar  por encima de quien sea, eso lo prometo.

Paloma POV:
Mi padre fue despedido, mi mamá  esta enferma y no puede trabajar. Entonces sali a verder flores, me fue bien, gracias a ese joven me hice una moneda mas, gracias a dios.

Su mirada penetrante aún da vueltas en mi mente,  me pregunto si lo volveré a ver.

- Palomita- Sebastián y sus amigos me cortan el paso.
- Déjenme tranquila- dije molesta.
- Solo quiero que le digas a tu padre, que seras mi mujer- dijo morboso.
- Cállate- lo empujó y me apresuré a irme, tanto que terminó chocando a alguien.
- Perdón- dijimos al unisonido, sólo me enfoqué en levantar mis cosas, las cuáles estaban regadas por el piso.

Al levantar la mirada lo vi, era el, el muchacho guapo que me compró flores.

- ¿Tu otra vez?- una sonrisa se dibuja en su rostro. Este pareciera que hubiera estado llorando.

- Lo mismo digo- sonrió divertida.

- Perdón por chocarte y tirar tus cosas- su sonrisa se desvanece.
- No importa.

Este comienza a tomarse la cabeza, veo su cara de dolor, me asusto y lo tomó de sus brazos.

- ¿Estas bien?- preguntó asustada.
- No, no, me duele mucho la cabeza- dijo con dificultad y este se desmayó en mis brazos.

Trató de hacer equilibrio, ya que es un hombre corpulento y alto, en cambio yo soy pequeña y flaca, a penas y lo puedo tener. Sin saber qué hacer, comienzo a gritar.

- ¡Auxilio, por favor, ayuda!