Caminos cruzados: una historia no contada de Steven Stone

HERIDAS DEL PASADO

Habían pasado unas semanas desde que May y Steven se conocieron en Granite Cave, y desde ese entonces tomaron la costumbre de escribirse por el PokeNav, ya que disfrutaban mucho platicar sobre sus vivencias. Al peliazul le agradaba revisar de vez en cuando algunas de las conversaciones con su nueva amiga.

"Hola Steven. ¡Mi estadía en Slateport ha sido una locura! Hay tantos lugares por visitar aquí, pero primero me dirigí a entregarle al Capitán Stern el paquete que me encargó tu padre. Por desgracia, no todo fue miel sobre hojuelas, puesto que por fin me encontré a Maxie del Team Magma en los astilleros, pero por algún motivo desistió de realizar una ofensiva en ese lugar y optó por retirarse. Ahhh, y también tuve la fortuna de conocer a Lisia, la superestrella de los concursos... De hecho, ¡me apadrinó en mi debut en los escenarios! ¿Puedes creerlo?"

"Hola May! Antes que nada, no sabes lo inmensamente feliz que me hace el recibir tu mensaje. Me da gusto saber que te encuentres bien, y que tu encuentro con Maxie no haya pasado a mayores. De verdad no sé cómo lidiar aún con esos rufianes. He tratado de buscar pistas de su paradero o de sus verdaderas intenciones, pero lo único que he obtenido es humo. Slateport es un puerto fantástico, pasé mucho tiempo ahí cuando era más joven e iba de visita con mi papá. ¡Los aromas en el mercado del malecón son simplemente fascinantes! Te los recomiendo ampliamente. Sobre Lisia, uhmm, digamos que... ella es una buena amiga mía. Seguro que harás gran amistad con ella."

"Aquí May. Informe de misión, jaja. Después de comprar muchos inciensos y objetos para mis Pokémon en el mercado, por fin voy camino a Mauville y por mi siguiente medalla de gimnasio. De camino me encontré a mi amigo Brendan y pasamos toda la tarde juntos. Ya sabes, entrenando y platicando acerca de nuestras aventuras por Hoenn. Le tengo muchísimo aprecio, puesto que es el primer amigo que hice en esta región. Es alguien que se preocupa mucho por mí, y cada que nos vemos se nos va volando el tiempo. Ojalá pronto podamos vernos también tú y yo. ¡Espero con ansias oír de nuevo una de tus pláticas tan apasionantes! May, cambio y fuera. Bep."

¡Hola May! Que bien que estés pasando tiempo de calidad con uno de tus amigos. Cuando tienes a gente que te apoya y le preocupa tu bienestar, te sientes como si tuvieras un poder enorme, uno que ni la misma Megaevolución podría equipararse. Por lo que estoy seguro que Brendan debe ser un gran tipo. Yo de momento me encuentro en uno de los cuarteles de la Policía Internacional, tratando de encontrar algo de Maxie y sus secuaces, pero no será fácil. Es como si hubieran aparecido de la nada, porque no tienen expediente alguno. Yo también tengo muchísimas ganas de volver a verte, no tienes ni idea. Iré preparando varios datos curiosos para cuando podamos coincidir.

Extrañamente, todos esos mensajes hicieron suspirar al Campeón con melancolía, y más porque estuvo dos semanas en medio de la nada con un equipo de expertos de la Corporación Devon investigando unas ruinas antiguas. Al no encontrar información nueva sobre lo que halló en la Cueva Granito, decidió que era momento de volver a Rustboro para recargar energías. Conforme regresaba a la civilización, comenzaron a caer las notificaciones en su dispositivo móvil. Los últimos mensajes le trajeron una sensación de ansiedad al cuerpo.

"¡Steven! Espero que estés bien. Acabo de llegar a ciudad Mauville, y debo informarte algo que escuché antes de llegar aquí. Alcancé a ver a un par de reclutas del Team Magma, y tuve que andar de incógnito un buen rato para poder escuchar parte de su conversación. Al parecer están movilizando a todo su personal a algún lugar de esta zona. ¡Esta podría ser una gran oportunidad de atraparlos! Voy a permanecer en la ciudad un par de días para esperarte, y de paso, aprovecharé para desafiar al líder de gimnasio de aquí, Wattson. ¡Por favor, escríbeme!"