Emociones

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Nada te persigue, nada te atormenta,

es tu miedo… Eres tú.

-o-o-o-

Querido shinobi-san... me pregunto si algún día me dirás tu nombre. Es incomodo tener tantos unos varios meses y unas cuantas cartas encima y ni siquiera saber cómo eres, qué te gusta hacer, como pasas tus ratos libres.

En tus cartas anteriores hablas como si fueses una persona realmente vieja... Te estoy imaginando como las fotos del Sandaime. Muy viejito, con tu cara llena de arrugas y manchas de sol. Me da la impresión de que tienes una mirada tierna, de esas que comprenden tu alma con solo un vistazo. Voz pasible, pausada... Y un largo cabello blanco canoso por los años de entregarle tu vida a esta aldea. ¿Aún dejan laborar a shinobis de tal edad? Vale, solo estoy bromeando, pero realmente me gustaría saber de ti. En la carta anterior mencionaste que también estas solo, y debe ser por eso que nos estamos llevando bien, somos iguales shinobi san, estamos solos.

A veces cuando estoy en la academia me siento feliz, como si no pasara nada, mis amigos me hacen sentir reconfortada, incluso el tonto de Boruto puede cambiar mi semblante a veces. Tú también me haces feliz, shinobi san. Escribirte estas cartas es un gran modo de desahogarme, saber que puedo contarte lo que sea ¡Me complace que seamos amigos!

Por otro lado, sucede que ayer a mamá le regalaron flores y es una ironía porque he estado haciendo lo que me dijiste y desde entonces la veo más feliz que antes. Yo también lo estoy, me gusta ir a comprarlas con la tía Ino y ponerlas en la mesa junto a la entrada para ella. Hacerla feliz, aunque sea con algo tan simple me hace feliz, me doy cuenta que cada vez la amo más, no lo sé.

Pero con estas flores de ayer era diferente... Estaba muy sonrojada y no paraba de mirarlas, incluso las coloco en la mesa del comedor para verlas mientras comíamos ¡Esta tan feliz! Por momentos lucia como una niña pequeña.

Tengo miedo de que se esté enamorando de alguien más, que se vaya a olvidar de papá y de mi, que traiga a otro hombre a casa, que yo ya no pueda tener a mi familia completa. Tengo mucho miedo, shinobi san. Y aunque me encanta verla así tan feliz... En mi cabeza hay un lío de emociones dando vueltas de allá para acá.

Ojalá puedas responder pronto.

P.D: No quiero otro papá.

-Sarada Uchiha.

-o-

-

Para Sarada-chan.


Tengo 46 años.

Y He tenido una larga vida a pesar de todo: Estuve en la tercera Guerra Shinobi y también en la cuarta. Vi al Sandaime; al Yondaime; al Sandaime de nuevo; a la Godaime, etc. Y he estado al borde de la muerte una infinidad de veces (incluso una vez estuve muerto de verdad).

Cada día que me levantó me siento feliz porque las generaciones futuras no están pasando por lo que yo pase. Los niños de hoy en día pueden ser niños, no deben forzarlos a ser adultos como me paso a mí.

Tengo unas cuantas canas y debo tener arrugas en el rostro y ojeras bajo mis ojos de lo cansado que he estado por años. Mi cuerpo está plagado de cicatrices de cada combate que he tenido y cada una tiene una historia única que contar.

De mi nombre ni te cuento. He tenido muchas maneras de llamarme a lo largo de mi vida. Apodos que gane en algunos combates, otros que me otorgaron por mis habilidades, incluso los nombres claves que utilice en cada misión. Recuerdo aquellos años de mi vida cuando era un anbu y ni siquiera podía tener nombre... Mis amigos me llamaron de un modo, y mis subordinados de otro. Puedes decirme como gustes Sarada chan.

A mí también me complace que seamos amigos, Sarada-chan. Como te dije no tengo hijos, y me siento muy paternal contigo. Eres una buena niña, me gusta que estés feliz.

Volviendo al tema de tu madre, no veo porqué debas tener miedo.

Sakura es adulta y sabe perfectamente lo que hace. Tú la conoces más que nadie y sabes como es. El simple hecho de que este feliz es una ganancia ¿no? No creo que importe mucho la razón.

Nadie va a reemplazar a tu padre, chica. Ningún hombre que entre a la vida de tu madre podrá borrar esos recuerdos. Sasuke Uchiha seguirá siendo tu padre, eso no lo dudes nunca. Tu madre nunca impondrá a nadie en tu vida en contra de tu voluntad.

No con esto quiero decir que ella cederá ante la soledad, si no que si tal vez algún día ella decidiese rehacer su vida sería con alguien que tú también apruebes. Tú misma has dicho que te gusta verla feliz, pues deberías pensarlo un poco. Pon en orden tus pensamientos, no te dejes llevar por emociones conflictivas.

Estas confundida, lo comprendo, lo noto por tu forma de escribir azorada casi al final de la carta, con las ideas algo revueltas; aun eres una niña, pero estas dudas debes aclararlas con tu mamá. Ambas siéntense a hablar, cuéntale tus inseguridades Sarada-chan, no acumules silencios. Ella está ahí para ti, yo estoy aquí para ti.

Por lo que dices me haces pensar que estas un poco temerosa de ti también, te sientes en una situación ambigua sin poder elegir un bando así que permítete decirte que nadie te va a quitar a tu madre, el vínculo que las une es algo más grande de lo que cualquiera pueda entender. No tienes que temer temor de ello. Recuerda que la vida es cambiante y debemos adaptarnos.

No es cuestión de dejar de lado a tu padre es cuestión de saber si debes hacerle espacio a algo nuevo en tu vida.

Se buena niña, convérsalo con tu madre, tal vez te sorprendería algo que quiera decir.

A veces la mayor felicidad que podemos experimentar es la de ver a los que amamos felices incluso si no es causada por nosotros.

P.D: Al Este de la aldea, justo bajo el puente, a la orilla del lago, crecen lirios silvestres.

-Un simple shinobi.

-o-

Para: _

De: _

Esa no fue la sonrisa que me enamoró.

Sonríe.

-K.H.

-o-o-o-

¡Gracias por leer!

Cartas a Papá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora