Las veces que te escribí
Lo que quedo debía ser útil de algún modo, el cliché y la desventura no tiene por qué ser malos, además todo evoluciona a través de un ciclo como las mentiras. Mi intención no es sonar filosófica y no puedo dejar de pensar en mi punto de quiebre, dos segundos después del final y antes del inicio, ahora no tiene sentido pero cuando ocurre y logro hacerlo, el exorcismo siempre fracasa. Inevitablemente he tratado de curarme con palabras, explotando todo aquello que no dije, una y otra vez hasta agotarme; el problema es que crece en mi interior y permanece.
La última vez que escribí fue hace dos meses, el primer libro de una saga muy mala, mi sueño de juventud estaba colgado en una página gratuita de escritores aficionados, la verdad no me ha ido bien con ese proyecto, los chicos de ahora solo leen fanfics o algún genérico de las cincuentas sombras y mi intención es algo como la magia pero siendo sinceros aún no sé cómo hacerlo, alguna vez creí que lo entendía pero no funciono. Lo único por lo que estoy orgullosa son mis artículos académicos y unos versos, sin menospreciar mis horas de ratón de biblioteca y los problemas visuales que esto me ha generado, fueron esos versos porque eran sobre ti, pero no eras tú, era como quería verte.
Quiero escribir sobre ti,
lo cálido que era tenerte cerca y conectar,
tus pestañas moviéndose extrañas mientras dormías,
cuando hablabas conmigo y me contabas cosas con esa voz rara que tienes,
me abrazas y me siento a salvo,
así quería verte,
me imaginaba que sentías...
El problema fue el contraste,
nunca estabas y paso como en los malos sueños,
al siguiente día solo silencio...
porque en realidad nunca estabas,
estabas porque tenías y eso no es estar
conectábamos tras bastidores y es no es conectar,
tenías que quererme y es no es querer,
me aferraba a la idea que había algo como magia,
pero eras el centro de otras galaxias,
y llego el día en que mi magia ya no te servía...
Tenías razón,
pensar constantemente en que te irías me destruyo la mente,
volverme sorda ante lo evidente acabo con mis nervios,
los remitentes me destrozaron el corazón y las palabras absorbieron mi alma,
inundarme de mentiras enajeno mi confianza y todo paso en un segundo;
al final creyendo que estuviste
me pasaron las noches y como habías dicho,
finalmente sí estaba loca.
A veces creo que debería dejar de escribir sobre ti pero me resulta imposible, regresas en cada sueño y cuando creo que los kilómetros me han curado, llegas y ensombreces el día. La mayoría del tiempo trato de no llamar a casa para que nadie por accidente me cuente que te ha visto, la vida tiene un humor negro peculiar que pone la heroína en el lugar donde el drogadicto se siente a salvo. Las piezas se han unido, cicatrizado y casi ni se ven, pero ahí estoy día tras día con el dolor ahogado de una enfermedad de otro cuerpo.
AUTOR: Grecia Floz
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LAS VECES QUE TE ESCRIBI
Roman d'amourEn realidad, es un inicio de algo y solo quería compartirlo para ver el potencial. Espero les guste mucho y puedan dejarme sus comentarios