Capítulo 4

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El director Johnson me mando castigada con Jace a limpiar la cafetería por dos semanas solo por molestar a la estúpida de su novia. Sin embargo en mi defensa quiero decir que ella se lo tenía bien merecido.

Está bien, porque esperaba una suspensión, que eso sin dudas era un motivo para cavar mi tumba, porque cuando mamá lo supiera me mataría. En cuanto a su estúpida novia sólo le dieron una advertencia por ser parte del equipo de porristas.

Resultó que ella tenía amonestaciones por fumar en los baños y por intentar sobornar a los profesores para así aprobar rápido los exámenes.

Es una estúpida con suerte hasta para las peleas de pasillo.

Estoy sentada en el sofá con mis hermanos relatando lo que pasó. Y no crean, no puedo dejar de ignorar la cara de poker que ponen esos dos al mencionar al capitán de soccer.

—Tú sí que sabes cómo lucirte los primeros días de clase hermanita. —canturrea uno de mis hermanos frente a mí.

Ruedo los ojos.

—Me siento tan orgullosa de ti, creí que este día nunca llegaría. —lanzó una carcajada cuando escuchó a Aiden quien se limpia una lágrimas imaginaria cayendo por su mejilla.

Patético.

—¡Choca esos cincos! —chilla el otro gemelo divertido por la situación.

Niego sin humor.

—Mamá va a matarme y seguramente no me dejara ir con las chicas a esa jodida fiesta —comento preocupada— Además la Barbie se salvó solo por ser una jodida porrista, esto es horrible.

—¿La fiesta de Samanta Morgan? ¿Peleaste con ella? —inquiere tragando saliva Aiden.

¿Qué le sucede?

—Sí, ¿por qué el interés? —cuestionó al chico.

—Te descubrieron hermano, hazte hombre y dile la verdad —inquiere un divertido Jaden.

Espera...

—Debes estar bromeando. —Aiden se encoje en su lugar cuando lo miro— Por favor dime que no estás ligando con ella.

Abre la boca repetidas veces y no emite palabra alguna.

—¡Habla maldito, no habrás y cierres tu boca cómo un pez nada más! —amenazó.

Refunfuñando contesta.

—Sí, sí me la estoy ligando. No me mires así no sabía que tenías problemas con ella.

Esto debe ser una maldita pesadilla. No quiero imaginar un futuro donde esa jodida cabeza de balde sea mi cuñada.

—¡¿Qué?! ¡¿De todas las chicas que hay en la ciudad, te metes con ella?! Eres un idiota —Suelto enojada.

Rueda los ojos en mi dirección.

—Tranquila es algo del momento solamente, no es como si fuésemos a ponernos de novios ahora mismo. —Cómo si eso pudiese aliviar la situación.

—¿Se supone que eso debe tranquilizarme? Jodete Aiden. —hablo enojada.

Alto ahí... ella está con Jace. Jodida rubia sin neuronas.

—Tiene novio, pero supongo que lo sabes, ¿no es así?

—De acuerdo no contaba con eso. —admite Jaden.

Miro a Aiden y su rostro se ha vuelto serio.

—No importa, no la quiero de novia. —aporta levantándose del sofá dirigiéndose a su cuarto.

Preciosa, Madison. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora