capítulo 8

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Editado 

Madison

Capitulo 8


Una semana había transcurrido desde la aparición de Carter, había estado evitándolo en todo momento. Mis amigas recogen el almuerzo por mí, hacen campanilla en el baño por si la pelirroja decide aparecer y prácticamente me secuestran en la salida del instituto dejándome en casa.

Hasta ahora no le he visto más que en nuestras clases, ya que el maldito se inscribió allí y compartíamos varias clases juntos, por suerte no arrimo su perfecto trasero a mi lugar con descaro. Esto de tener ninjas de amigas era efectivo, la morena aún continuaba enfadada por su enfrentamiento en el consultorio.


—No me creo lo que voy a decir —observo con el ceño fruncido a Layla, quien lleva un gesto de indignación, sentada del otro lado de la mesa en nuestro curso. —.Debes platicar con él, no merece que lo escuches. Entiendo, pero eres consciente de que tarde o temprano te acorralara y no estaremos allí para ayudarte.


Tomo un sorbo de mi jugo de naranja asimilando sus palabras, era verdad. Carter es inteligente, está dándome la oportunidad de ir a buscarlo en lugar de venir a por mí.


— ¿Qué diablos? El bastardo esta con una lunática de Los Ángeles y tú quieres que ella lo confronte ¡Estás loca! —Acusa Chloe con indignación a la rubia — ¡Esta loca, no lo niegues! —siguió con su acusación sin poder creerlo.


Seguí enfocada en mi hamburguesa la cual no me apetecía tanto como hace unos minutos. El tema de los ex novios no dejo de tener lugar estos días y comenzaba a sofocarme.

Además que clase de Smith huye de los inconvenientes, mi abuela Margaret estaría aporreando mi trasero directamente hasta la residencia de mi ex y me exigiría arreglarlo todo de lo contrario no comería ni un trozo de su pastel con sabor a naranja.

Una sonrisa se extendió en mis labios ante el vago recuerdo de ella exigiéndole Carter que no sea cobarde y me pida una cita. La abuela era el diablo hecha mujer cuando se lo planteaba. Ya que ni siquiera William era valiente en cuanto a llevarle la contraria.

Los gemelos aseguraban tener un plan maquiavélico de hacerle pagar el mal año que me origino a raíz de su escape. Persuadirlos de lograr aquel acto descabellado no fue fácil, ellos no me lo hacían tampoco de esa forma.

Después de ciertas amenazas de mi madre con tintarles el cabello, dañar el motor de sus carros que ella les obsequió en su cumpleaños pasado y anular su fiesta n° 21 en caso de hacer caso omiso a sus órdenes. Ellos desistieron marchándose con la escasa dignidad que les permitía su orgullo.


—Ya vuelvo. —vi el pulgar de mis amigas levantar su pulgar en señal de ánimos si bien una de ellas lo hacía forzadamente, pasaba de unirme en la zona de bronca.



....—

La biblioteca es un lugar perfecto para meditar, el silencio y la poca gente que se encontraba allí era todo lo que estaba bien, de momento. Observaba la tapa de Orgullo y Prejuicio con dudas, ya había leído aquella novela de Jane Austen y aun me costaba entenderlo.

No sé si era a causa de los temas mezclados de formas complejas como el dinero, el orgullo, prejuicio y amor juntos. O porque mi cerebro aún estaba en desarrollo. Deje de perder tiempo en aquel libro, lo deje en su lugar y me decidí por el fenómeno de wattpad.

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⏰ Última actualización: May 07, 2021 ⏰

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