Segunda parte de "Mi Corazón es tuyo"
El destino es muy juguetón, y te guste o no, siempre terminará haciendo un lío tu vida, trayendo y quitando personas a ella, no le importa si te gusta o no, siempre hace de las suyas, y cuando crees que te tiene...
Si... Fa sostenido... Sol sostenido menor... Mi mayor...
Anoté en la libreta que había traído a mi sala de estudio. Había pasado una semana completa desde aquel funeral y no todo estaba tan mal. Pudimos reunir a todos y convencerlos de que nos quedáramos juntos, a excepción de las chicas Ventino, ellas ya tenían su nidito de amor en su enorme casa. Aunque debo ser sincera, este lugar nos iba a matar a todos lentamente, es por eso que Dani se fue y los demás se mudaron, si permanecían aquí, mi ausencia y la constante culpabilidad de haberme perdido, los iba a ir marchitando. Así que decidimos mudarnos.
Dani, Pau, Sebas y yo viajaríamos mañana a LA por sus cosas, los demás están preparando sus cosas para la mudanza, pues buscaríamos otra casa, una hecha a nuestra medida donde nos sintamos en nuestro hogar. Sebas estaba buscando un lugar con la ayuda de Paisa y Juanpa, Cristóbal y Juana trataban de convencer a Juan a de que se quedara, porque nadie quería que se fuera. Dani estaba en la sala de música, y yo estaba en mi antiguo estudio componiendo una nueva canción.
Por otra parte, me he sentido cansada, he sudado frío, he bajado un poco de peso, siento dolores en mis músculos y huesos. A decir verdad, me siento bastante mal, así que mañana cuando estemos en LA, iríamos a un hospital, a ver que era lo que tenía.
Pude sobrevivir...
Canté mientras tocaba el primer acorde, pero fui interrumpida por un toque en la puerta, me levanté del suelo dejando la guitarra a un lado y abriendo la puerta, encontrándome con Dani.
- Hola - sonreí como idiota
- Hola - me devolvió la sonrisa - Sebas nos está llamado a todos, reunión familiar - sin dejarme decir nada, me toma de la ano y ambas nos encaminamos a las escaleras.
No me había dado cuenta que nuestras manos encajaban perfectamente, ella llevaba un jeans azul claro, una camisa blanca básica y estaba descalza, al igual que yo. Bajamos y estaban Sebas, Pau, Juana, Paisa, Juanpa y Juan sentados en la sala.
- Encontramos la casa indicada - dice Sebas con una sonrisa imborrable, yo abro los ojos de par en par sorprendida
- A ver, a ver - dice Dani emocionada, me di cuenta que tenía todavía mi mano sujeta entre la suya. Sebas enciende el televisor y nos comienza a explicar.
La casa en realidad era un penthouse de un tamaño monumental, era enorme, definitivamente cabríamos todos ahí.
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(Para que se hagan una idea, de verdad me sorprendí cuando vi el tamaño de esta cosa que se hace llamar penthouse)
- ¿Esa cosa es un penthouse? - pregunta Dani totalmente sorprendida, con la misma reacción de los demás, a excepción de Sebas, Juanpa y Paisa
