Como Si Fuera La Primera Vez - TERMINADA -

Los Villalobos

<<Hace 12 años>>

Pov Stephan

Estaba harto de estar en esta casa de ricos, desde que mamá se había mudado, mi hermanastro Jason nos hacía la vida imposible a mi y a mi hermano gemelo Sebastián Villalobos.

 Mi hermano y yo éramos muy unidos, siempre nos ayudábamos en todo, éramos cómplices el uno del otro, y cada que queríamos y nos beneficiaba, nos hacíamos pasar el uno por el otro, así es como hartábamos a nuestro padrastro. Ambos teníamos doce años y vivíamos en la zona más rica de Colombia, nuestra vida es arregladamente "perfecta", la ropa era de marca, los lujos, el instituto, estábamos Sebas y yo hartos de toda esta farsa. 

Mi padre era drogadicto y terminó por matarse, y aunque Sebas y yo sólo tengamos 12 años, entendemos perfectamente bien cómo es eso, la gente consume sustancias, se vuelve dependientes de ellas y termina por matarse, es algo muy simple.

Esta noche acabaríamos con todo esto, nos escaparíamos, y aunque nos duela en el alma, es lo mejor, Jason es nuestra peor pesadilla, y ya habíamos conocido un par de chicos fuera, eran como nosotros, pero eran adoptados, ellos eran hermanos amigos, ambos venían de orfanatos diferentes. 

Sebas ya tenía sus cosas preparadas, yo igual, eran las 20:00 hrs, solo teníamos que esperar a que mi madre y los demás se fueran a la cama, pero claro, no nos podíamos ir sin una estúpida interrupción de nuestro querido hermanastro.

Que hacen par de idiotas? - apreté los dientes, Jason sabe cuánto odio que invadan mi privacidad, a excepción de mi hermano

Sal de aquí Brown - escupió mi hermano mientras se acercaba al balcón

Y tú quién eres para decirme que hacer en MI CASA - resaltó estas últimas dos palabras

Tienes razón, no te dirá que hacer, tienes que saber que hay una diferencia entre Sebas y yo - me acerqué a él poco  poco

Ah si? y cuál es? - retrocedió un poco

Sebas es el pacífico, él lo arregla todo con palabras, yo, siempre recurro a la violencia - sonreí y empujé a Jason, le metí un puño en la cara y cerré de un portazo la puerta

La violencia no es siempre la solución Stephan - iba a reclamarle - pero debo reconocer que se lo merecía

Continuamos con lo que hacíamos hasta que dieron las 22:00, era hora, Jason se fue a dormir después de el buen golpe que le di, mi madre y nuestro padrastro se habían acostado hace media hora, nosotros ya teníamos todos los detalles listos, era hora de comenzar con nuestro escape. 

Ven, vamos - le dije a Sebas

Si uno se hunde... - sabía que estaba nervioso, así que le sonreí, él extendió su mano

El otro lo llevaba a a la superficie - terminé tomando su manos con mis dos manos, nos sonreímos y antes de empezar nos dimos un cálido abrazo

Abrimos la ventana de nuestra habitación, obviamente no podíamos salir por la entrada principal, los de seguridad se alertarían y no nos dejarían salir. Tomamos la cuerda que habíamos conseguido y la aventamos por la ventana, no estaba tan alto, pero si a una buena altura de romperte una pierna, estábamos como a 7 mts arriba del suelo. Se suponía que Sebas iba primero, pero sé cuanto le asustan las alturas

Tranquilo, yo iré primero y te esperaré abajo - no era necesario que me dijera lo aliviado que estaba, éramos gemelos y sentíamos nuestras miradas, eramos un par de gemelos muy especiales

Bajé con cuidado por la cuerda y toqué el piso, sentí mucha adrenalina, me encantaba esa sensación

Te toca Sebas, no te preocupes si caes, yo estaré aquí para ti, pero de preferencia no caigas - le saqué un sonrisa, lo que menos necesita mi hermano ahora es presión, todavía teníamos un poco de tiempo. Cuando Sebas terminó de bajar me abrazó, el cual fue correspondido instantáneamente, Sebas era lo único que me quedaba de mi familia, era todo para mi, al igual que yo para el.

Vamos Sebas, todavía tenemos que pasar a los centinelas - soltó una risita, me traían muchos recuerdos esa palabra

Vamos comandante negro, tenemos que montar en los dragones y salir de esta terrible prisión para vernos con los del mundo subterráneo - reímos

Lo siguiente no fue tan difícil, no con un cerebro como Sebas. Hackeó las cámaras e hizo que la electricidad se fuera, teníamos 5 minutos para salir, así que pasando un par de guardias ciegos en la oscuridad, salimos a la calle, era hora de reunirnos con nuestros amigos, nos veríamos en una parque cercano e iríamos a las zonas peligrosas de Bogotá, así que fuimos al parque y después de 20 minutos aparecieron esos dos chicos.

Stephan! - vino el chico hasta mi, hicimos nuestro saludo y un abrazo

Parce, todo bien? - pregunté

Si, sólo que mi hermana se tardó un poco en bajar - rió

Cállate Javier, soy un año más pequeña que tú - lo fulminó ella

Tranquila Mafe, Javi es un año más grande que todos - tranquilicé a Mafe

Eso no le da el derecho de reírse, cierto Javier Ramírez - le escupió, Mafe era un poco mucho explosiva

No digas nada María Fernanda Méndez - qué?

Espera qué? tienen apellidos diferentes? no eran hermanos? - se me adelantó Sebas

Hermanastros - corrigió Mafe - sólo nos cambiamos los apellidos a los de nuestras familias verdaderas, aunque no por eso tenemos que dejar de ser hermanos, o no Javi?

Así es Mafe, solo cambiamos nuestros apellidos para honrar a nuestras familias verdaderas, aunque ahora mi familia sólo sean ustedes - todos hicimos un awww

Eres tan cursi Ramírez - dijo Mafe dándole un sape

Pero no tienes que golpearme sabes? - dice Javi sobando su cabeza, todos reímos

Bien chicos, aquí comienza nuestra aventura... - dije alzando un puño en el aire

Si! - gritaron todos

<<12 años después>>

La bodega era oscura, en realidad no sé ni para qué estoy acá, simplemente Matu me llamó, y como soy su ángel negro no tuve opción. Mientras esperaba veía una fotografía, no podía creer que después de tantos años juntos nos separáramos.

Estábamos Sebas, Javi, Mafe y Matu y yo junto a un departamento, fue el primer departamento que nos habíamos ganado todos juntos como la mejor pandilla de Bogotá, saben cual era nuestro nombre? Ángeles negros, teníamos 15 a años, a excepción de Javi, que tenía 16, cuando la pandilla se desmoronó, y sólo quedamos Matu y yo...