Como Si Fuera La Primera Vez - TERMINADA -

Epílogo

"y aunque nuestras almas no estén juntas, yo cruzaré mil más para poder encontrarte..."

1 año después...

Pov Calle

- ¿Y te regañó? - pregunté sin aguantar la risa, ella me miró molesta.

- Claro que la regañé! ¿cómo se atreve a hacerte eso mi niña? - acarició mi mejilla, sonreí.

- Bueno, al menos éste se llevó un buen golpe - habló la pequeña señalando al pelinegro.

- Cállate pitufo! ¿no recuerdas quién soy? - empezó a hacerle cosquillas. Yo reía, hasta que vi que Luna veía su reloj.

- ¿Hora de irme? - una sensación de tristeza se adueñó de mí, ella asintió.

- Si, pero recuerda que te visitaremos - ella se levantó y me ayudó a mi, se puso de puntitas y depositó un suave beso en mis labios, sonreí.

- Te amo - dije antes de que la alarma de mi estúpido teléfono sonara, rodé los ojos mientras la apagaba.

Me levanté de la cama, hice mi aseo personal, me di un baño, me cambié y salí rumbo a la florería que estaba a unos metros del penthouse. Después de comprar unas rosas, unos girasoles y unos tulipanes blancos, volví a casa, por unos floreros y los llené de agua.

- ¿Puedo acompañarte esta vez? - pregunta Juan llegando a mi lado, ayudándome con un par de cosas.

- Claro, estará Luci y Johan también - le sonreí.

- Si, está bien - me devolvió la sonrisa y nos dirigimos al patio trasero.

Al llegar, dejé los girasoles sobre la lápida de mi suegra, los tulipanes sobre la de mi mejor amigo, y las rosas sobre la de mi amada. Tomé asiento y le indiqué a Juan donde ponerse, él veía a todos lados confundido, jamás había estado cuando los demás visitaban este mundo, no dejaba que nadie pasara, a excepción de Stephan, Cris, y claro, él, aunque él no había querido, dice que le da un poco de miedo.

- Dani! - habló una voz detrás de mi, mis ojos se cristalizaron.

- Stephan - me levanté de mi lugar y corrí a abrazarlo, él me ayudó con la partida de mi amada.

- ¿Cómo estás? hace seis meses que no nos vemos - me abrazó con fuerza, aunque nos separamos cuando alguien carraspeó detrás de nosotros.

- No puedo creer que te alegres más de ver a éste - lo señaló - que a mi - habló ofendido, yo reí.

- Tan bobo - me separé de Stephan para abrazar a mi mejor amigo - a ti te veo casi todas la noches y una vez por mes, así que no te deberías quejar - rodé los ojos riendo.

- Pero te extraño, no es lo mismo verte y cuidarte todos los días a solo un momento en el día y una vez en persona por mes - hizo un puchero.

- ¿Y Luna? - él rodó los ojos.

- Yo me pongo cursi y tú me ignoras - señaló detrás de él respondiendo mi pregunta.

Y efectivamente, Luna venía caminando con su típico vestido blanco, sin duda, muy parecida a su hija.

- Dani querida - me abrazó, era el tipo de abrazo maternal que jamás había sentido - tenía tantas ganas de volverte a ver - habló emocionada - pero eso sí, mi hija muere por verte - giró los ojos, reí.

- ¿Y dónde está ella? - 

- Perdona la tardanza amor, pero quería comprar unos ch... - la callé porque me lancé a sus labios, solamente los probaba una vez por mes, y no era suficiente.

- Te extrañé - le dije con lágrimas en los ojos, me abrazó con mayor intensidad.

- Y yo a ti Dani - acarició con suavidad mi cabello, me estaba molestando, ella bien sabía que no me gustaba ese tipo de cariño, me removí entre sus brazos y ella rió bajo.

- Eres una idiota, yo te estoy diciendo que te extraño y tú me vienes a molestar - hablé con algo de molestia, pero más que nada, estaba molestando yo también.

- Perdóname bebé, pero tengo que molestarte - me sonrió, yo levanté una ceja - es de lo que vivo amor, sino, la vida no tiene sentido - se encogió de hombros y todos estallamos en risas.

Nos sentamos a platicar un poco entre todos en lo que esperábamos a Luci y a Johan, contábamos anécdotas y claro que mi suegra no perdía la oportunidad de humillar a su hija con historias del pasado, y cada que lo hacía, mi esposa se sonrojaba de tal forma en que ella quedaba como un lindo tomatito.

Por primera vez en mucho tiempo, me sentía completamente feliz, sin alguna preocupación, me sentía llena y plena, por fin tenía a las personas que más amaba en mi vida, así solo las pueda ver en persona una vez cada cierto tiempo. Si, sé que es muy poco, pero me conformo con aún tenerlos en mi vida, no en vida, pero sí en la mía.

- ¿No te parece extraño? - llama mi atención Poché mientras jugaba con nuestras manos.

- ¿qué cosa? - pasé todas mi atención a la pequeña peliazulada delante mío.

- Que te pueda seguir viendo a pesar de que yo esté muerta - 

- Poché - la miré molesta, odiaba que se refiriera así a ella misma.

- Perdón - se disculpó - que ya no esté en este mundo - y pensándolo bien, si era extraño.

- Si me parece raro e inusual, pero amor, nosotros nacimos con un don - nos señalé a todos los que estamos ahí sentados y apuntando al penthouse. - y me siento feliz de tenerlo, porque no lo usamos para ningún mal. - besé su mano.

- Y recordemos por todo lo que tuvieron que pasar como para que el destino no loas ponga juntas - se metió en la plática Stephan, le sonreímos. 

- Todo estaba fríamente calculado amor - le sonreí - todas nuestras historias están conectadas de una u otra forma - señalé - nuestro mejor amigo desde chicas siempre fue Mario, Juanpa, cuando era mi novio, pertenecía a tu grupo de amigos, Sebas y Stephan se encontraron a Javier y Mafe de chicos y los cuatro escaparon de casa, se encontraron con la banda ésta y tiempo después con Matu, Sebas se convirtió en tu amigo días después, de grandes, ambas coincidimos en un centro comercial por la ruptura con Juanpa, me llevaste a una fiesta con mi mejor amigo y tu grupo, después, Matu se apareció en nuestra vida causando conflictos, luego volvimos a encontrar a Mafe y Javi, tu desaparición junto con la influencia de Stephan, volvimos a coincidir en aquel parque, aunque no nos hablamos, luego me encontraste en aquel hospital, que fue testigo de nuestro primer encuentro con Stephan - señalé al mencionado - si te das cuenta, toda nuestra vida fue una gran coincidencia, fue una serendipia - 

- Tienes razón - sonrió con nostalgia - te amo - me besó y juntamos nuestras frentes.

Y es que las cosas son así, nuestra vida es una gran coincidencia, día a día pasan miles de coincidencias que pasamos por alto, pero pareciera como si las cosas estaban destinadas a ser así, si nosotros teníamos este don, es porque algo sabía que lo necesitaríamos en el futuro, porque ese sabe lo que se viene, sabe que vamos a utilizarlo. Y si, hoy en día me siento feliz, hoy en día, sigo creyendo en la promesa que me hizo mi amada hace un año exacto, será que...¿todo volverá a pasar como si fuera la primera vez?...

¿Continuará...?

Fin

°°°

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De momento, este es el final, pero si veo mucho poyo, puede que haya una tercera parte ;) no lo sé, dependerá de ustedes, y...si logran convencerme, todo sucederá en un mundo totalmente diferente, y...no lo sé, puede que use las reencarnaciones, y no hablo de solo esta vida ;)

Los amo, y gracias por todo el apoyo que le dieron a la historia.