Hablando con dios hace unos días, me dio por tacharle de enfermo sexual. Como no podía ser de otro modo se enfadó muchísimo y se lanzó a darme la vara con toda la retahíla de virtudes y demás tonterías que usa para manejar las mentes de los simples, que no la mía.
La cosa es que hemos llegado a un punto en el que yo no creo en él y él casi me deja por imposible. Pero a pesar de nuestras diferencias nos gusta debatir, por más que siempre le pillo en falta. Pero qué queréis que haga si su trabajo a nivel Humanidad es una chapuza sin paliativos.
Pero a lo que iba. Que después de ver mi cara de póker me preguntó que en qué me basaba para decir una blasfemia como aquella. Yo cogí una biblia, se la enseñé, le pedí la enésima confirmación de que lo escrito allí había sido dictado por su mano, me respondió de forma afirmativa y yo le dije que iba a recordarle la clase de historias que cuenta en ella.
Mira, solo para que te hagas una idea, leeremos algunos versículos del capítulo 19 del Génesis contados por ti mismo, como bien has reconocido. Por si no te acuerdas son los sucesos posteriores a la destrucción de Sodoma y Gomorra, de la que tú, en tu infinita bondad, fuiste responsable. Silencio y mirada altiva por su parte. Leo: «Pero Lot subió de Zoar y moró en el monte, y sus dos hijas con él; porque tuvo miedo de quedarse en Zoar, y habitó en una cueva él y sus dos hijas. Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre a nosotras conforme a la costumbre de toda la tierra. Ven, demos a beber vino a nuestro padre, y durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre descendencia. Y dieron a beber vino a su padre aquella noche, y entró la mayor, y durmió con su padre; mas él no sintió cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. El día siguiente, dijo la mayor a la menor: He aquí, yo dormí la noche pasada con mi padre; démosle a beber vino también esta noche, y entra y duerme con él, para que conservemos de nuestro padre descendencia. Y dieron a beber vino a su padre también aquella noche, y se levantó la menor, y durmió con él; pero él no echó de ver cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. Y las dos hijas de Lot concibieron de su padre».
Él permanecía atento mientras dejaba ir una media sonrisa bobalicona de quien no se siente responsable de sus actos.
—¿Tú tienes idea de lo que representa esta escena? —le dije.
Él me miró sin entender.
—No solo te cargas a los habitantes de dos ciudades, que eso ya tiene delito viniendo de quien "fabricó" al Ser Humano, es que además, a las pocas criaturas que dejaste con vida las corrompes. Inventas el incesto y te quedas tan ancho ¿Qué pretendías? Empeorar a la raza humana con esa mezcla consanguínea que, por cierto, algún día hablaremos de la familia Adán. Lo tuyo no tiene nombre, dios.
Llegados a ese punto empezó a excusarse, como hace siempre, tirando pelotas fuera con que si fue un error de cálculo, que no le apetecía volver a crear a toda la Humanidad, que si ya se encargó él de que la descendencia de Lot tuviera calidad humana...
Le interrumpí. No estaba dispuesto a escuchar otra de sus peroratas sin lógica. Solo tenía ganas de acabar y de que se largara a vigilar las iglesias de las que se apropia sin pagar ni un euro.
—Solo me queda una cosa por decirte.
—Dime, hijo mío.
—Primero, que no soy tu hijo. Ni loco aceptaría un padre bipolar y enfermo como tú. Y segundo que quería reconocerte un increíble milagro en la historia que te he leído.
Se extrañó. Parecía darle vueltas a la escena de la cueva, las muchachas, el viejo... después de un pesado silencio me preguntó cuál fue ese milagro del que le hablaba.
—¡Coño, es evidente, dios! Que Lot, un viejo al que las muchachas han emborrachado, es capaz de tener una erección suficiente como para preñarlas a ambas y con solo veinticuatro horas de diferencia. Eso, nano, es un milagro de la hostia lo mires como lo mires.
No sé como sería, pero después de eso tuve dos gatillazos seguidos. Y deberíais haber visto que dos mujeres. Al final resultará que dios existe.
YOU ARE READING
Mis charlas con Dios
Fantasirelatos irreverentes relacionados con la fe católica y sus historias.