Te mentí Daddy [Winterpanther]

Capitulo 3

Ese debía de ser su día de suerte, después de días intentando encontrar al pequeño castaño que había robado su corazón en una sola velada. Estaba justo frente a él, seguramente esperando a sus amigos para comer. Había sido un problema encontrarlo, pues hasta que llegó a su casa el día en que lo conocido, se dio cuenta de lo estúpido que había sido en no pedir su número telefónico.

Anthony le había dicho que había perdido su celular y en la app donde empezaron a hablar aparecía como una cuenta dada de baja. Le tomó días hasta que un día en su oficina de pronto recordó una conversación que había tenido con el chico, donde por accidente le había dicho a qué escuela asistía.

Rápidamente llegó al día siguiente a la institución esperando poder verlo cuando saliera. No esperaba que fuera fácil, porque encontrar una persona entre tantos jóvenes de la misma edad era imposible. Y era por eso que que cuando lo vio pasando con su cabello rebelde y su ropa oscura y ruda, su corazón latió de nuevo. Se quedó como un tonto durante unos segundo, viendo como se alejaba. Gracias a eso cuando camino lo más rápido que pudo lo siguió, no pudo encontrarlo. Llegó hasta el campo de fútbol, donde busco por todas partes hasta dar con un grupo de jugadores que reía animados mas no lo encontró por ningún lado. Se fue de ahí triste y sin ganas realmente de nada, solo con la esperanza de una segunda oportunidad de verlo, para su desgracia se encontró en la misma situación por algunos días más. Pensó que su único momento se había ido en solo un segundo.

Con excepción de ese día, pues ahora estaba justo ahí, a solo unos pasos de distancia, se acercó tranquilo tratando de no asustarlo– Anthony...

El chico volteo de inmediato al reconocer su voz, parecía asustado y casi pálido cuando lo vio.

– ¡Ho-hola!– el castaño se sonrojo y le dio la sonrisa más nerviosa que había visto.

– Me alegra encontrarte por fin, pensé que nunca te volvería a ver– galante se acercó con cautela sujetando su mano para besarla– ese día te fuiste sin darme tu nuevo número...

– ¡Es... es verdad! No me di cuenta– lo que no sabía el moreno es que había sido con toda la intención de no volverlo a ver.

– Bueno es una suerte que recordará dónde estudiabas, aunque es muy peligroso decir información personal, estoy feliz de tu pequeño desliz– el moreno listo para sentarse vio como el castaño miraba a otra parte y rápidamente se levantaba.

– Vamos a otro lugar, aquí esta algo ruidoso– su precioso Anthony lo tomó de la mano para llevárselo a otro lugar lejos del escandaloso ruido.

Caminaron hasta llegar al estacionamiento donde más tranquilo, se relajo y el mayor se dio su tiempo de abrazarlo. El otro no lo rechazo por lo que se quedó un momento acariciando la espalda del menor y sintiendo la respiración contraria.

– Te extrañe Anthony...– dijo el mayor respirando la tenue loción en el cuello del menor- eres difícil de hallar.

– Ser un estudiante es agitado ya sabes...– el castaño se separó después de un rato.

– ¿Estas muy ocupado? ¿Quieres que vayamos a comer?– el moreno le tomó del mentón para que lo mirara.

El menor se tomó su tiempo para pensarlo cayendo en picada por esa cálida sonrisa, que lo volvía gelatina y la persona más tímida y sumisa del mundo. Solo asintió despacio agachado la cabeza para irse tomados de la mano hasta el auto del mayor. Sorprendido por lo lujoso y claramente caro que era, se subió temeroso de romper algo. El camino fue silencioso, aunque no del todo incómodo, el moreno seguía emocionado por al fin encontrarlo y Bucky pensaba en cómo manejar el embrollo en el que estaba.