El padrino de mi novio [Terminado] // Enmarcando Recuerdos

Decisión Definitiva

– ¿Dónde está Goten? – se preguntó nerviosa la rubia, golpeando ansiosa con el pie el suelo donde estaba parada, en la segunda fila de las bancas de la iglesia del lado de la familia Son, su madre estaba a su lado y en primera fila se encontraban los padres de la novia junto a dos de sus abuelos. En las bancas de al lado se encontraban todos los Brief incluyendo al príncipe de los saiyajin. Y en el centro del altar se encontraba el novio vistiendo un traje azul pálido.

Unos pasos más atrás a su lado se encontraba su hermana, viéndolo con tristeza. Ya solo faltaba que Krilin ocupara su lugar como padrino.

Todos los invitados murmuraban en voz baja lo esplendido que estaba el lugar, pero nadie decía nada de la gran tela blanca que se encontraba detrás del altar.

– *Cinco minutos* – pensó el pelilila mirando su reloj de muñeca, en cuestión de minutos entraría su despampanante prometida y ya todo acabaría. La cabeza le dolía y su rostro seguía demacrado, no había dormido nada aquella noche. Ni siquiera había asistido a la despedida de soltero que nadie más que su madre le había organizado

Cada ciertos segundos volteaba a ver a la rubia esperando ver alguna señal de que Goten llegaría, pero verla nerviosa y ansiosa solo lo desesperaba más. El solo quería una señal para ver que lo que iba a hacer estaba mal. Si alguien le llegara a preguntar cómo estaba mentira si decía que se encontraba bien.

Quedaban dos minutos y ni siquiera Krilin estaba presente. Volteo a ver a su hermana y ella negó con la cabeza, como si se estuviera lamentando la situación en la que se encontraba.

Si Krilin no se presentaba como padrino seguramente la iglesia no permitiría que se realizara esa unión. Pero por otro lado su madre no permitiría eso, la creía tan capaz de sobornar al Padre como para que la boda se llevara a cabo.

La marcha nupcial comenzó a sonar en señal de que la novia comenzaba a caminar por el altar, caminando mientras lucia su hermoso vestido blanco a juego con su ramo de jazmines y lirios, la transparencia de su velo mostraba su rostro radiante de felicidad.

Marron se mordió el labio indecisa, tal vez Goten nunca llegaría. Tal vez ya ni siquiera estaba en la capital. Era ahora o nunca. Con discreción caminó entre las personas para salirse de la banca, y posicionarse lo más cerca del novio, pero sin llamar la atención de los invitados, la única que la había notado era Milk quien sin pronunciar palabra alguna le ordenó regresara a su lugar, siendo ignorada descaradamente por la chica.

Y como lo supuso Trunks, la ceremonia comenzó sin que el Padre hiciera mención alguna por la inasistencia de uno de los padrinos.

– pisss, hey, Trunks – lo llamó la rubia en voz baja buscando llamar su atención, pero los altavoces que amplificaba la voz del Padre no dejaban que sus palabras llegaran hasta los oídos del pelilila, pero a pesar de eso, no dejaría de desistir en su misión.

El tiempo seguía corriendo y no había señal alguna de que la farsa se fuera a detener.

La chica solo ocupaba un momento de silencio para que pudiera llamar al pelilila. Pero a pesar de que ese momento se presentó, se le olvidó por completo lo que pensaba hacer al ver a su padre ocupar su lugar junto a su madre.

– ¿papá? – se preguntó confundida por qué el hombre no ocupara su lugar junto al pelilila, pero este solo la observó y le guiño un ojo.

En cuanto escucho hablar de nuevo al Padre, se volteó escandalizada, faltaba poco para que la unión se llevara a cabo y ella seguía sin hacer nada.

– *ya está, si no consigo llamar su atención me parare frente a él y le gritare todas sus verdades, y en eso también va incluido el hijo de Goten* – pensó decidida, armándose de valor para lo que iba a hacer.