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18

Ti'kon caminó decididamente hacia las habitaciones que compartía con Little Knife, con la intención de descansar. . . entre otras cosas.

Había revisado su punto rojo de un signo de vida antes de dejar su puesto y la computadora mostraba a su mujer ya en la habitación. Estaba ansioso por esta noche. El aroma en su pecho comenzaba a desvanecerse, no mucho, solo lo suficiente para que él lo notara, y tenía la intención de renovarlo. Esto es, por supuesto, si su hembra lo deseara, y si sus reacciones anteriores fueran algo por lo que pasar, él tendría pocos problemas para convencerla.

Ya emocionado, entró en sus habitaciones y se quedó corto cuando ella no estaba allí. Escaneando la habitación una vez, se giró para buscarla, solo para encontrarla apoyada contra la entrada, sonriéndole.

Vestida con nada.

"Hola, Big Guy", ronroneó.

Ti'kon sintió que se endurecía al instante. Su órgano golpeó la placa de metal de su armadura que estaba destinada a proteger el área vulnerable, pero solo estaba sirviendo para incomodarlo ahora. No estaba sorprendido por la rápida reacción de su cuerpo, había estado respirando su almizcle todo el día. Ella podría haberse acercado a él a cualquier hora y él estaría preparado para aparearse.

"Tenemos que hablar", declaró, empujándose desde la puerta y hacia él. "Bueno, hablaré y necesitas escuchar".

¿Hablar?

¿Honestamente, su hembra esperaba que él tuviera plena capacidad mental cuando estaba tan cerca de él desnuda, presentándose ante él sin vergüenza, como lo haría una hembra Yautja antes de aparearse?

"Primero, quiero decir que lo que me hiciste esta mañana fue increíble. Por si acaso no lo sabías".

Si, si lo hizo.

Ella se acercó a él, y cuando sus manos se adelantaron para abrir su placa pectoral, él la dejó. Permaneciendo completamente inmóvil, tratando de permanecer concentrada mientras ella lo desnudaba.

"El ronroneo que hiciste fue realmente asombroso".

Sí, hemos establecido que soy increíble , pensó con aire de suficiencia, mientras que Little Knife desenganchó otra armadura.

Se escuchó un fuerte sonido metálico cuando cayó al suelo uniéndose a su placa pectoral. Ti'kon no podía preocuparse por el maltrato de su Awu'asa , para empezar solo se estaba interponiendo.

"Los hombres humanos nunca podrían hacer algo así".

Eso lo hizo detenerse. ¿Le molestaba que su práctica de apareamiento fuera diferente de su propia especie?

Su preocupación debe haberse demostrado, porque ella dejó de desnudarlo para colocar sus manos sobre su pecho expuesto. Ella lo miró con ojos oscuros.

"Un hombre humano nunca podría compararse contigo, Ti'kon".

Toda su preocupación desapareció con esa frase.

Ella dijo su nombre perfectamente también. Su pecho se hinchó debajo de sus manos, y trinó suavemente por ella. Deleitándose cuando ella le sonrió, y continuó desenganchando su armadura.

"Pero-", le dijo ella en un tono firme mientras caía la última pieza de su Awu'asa , dejándolo solo vestido con su red y taparrabos. "Así como un hombre no puede compararse contigo, lo sé ... nunca podría compararme con una de tus mujeres también, y me di cuenta de que después de esta mañana ... no te molesta como pensé que sería - "

Ella lo miró por lo que sabía que era confirmación, y él se inclinó hacia adelante para tejer sus mandíbulas en su cabello, ronroneando en respuesta.