2. La vida dentro del pozo

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Me dejo llevar por el momento y por los suaves toques de Shoto, que ascienden y descienden por mi columna provocándome ligeros estremecimientos

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Me dejo llevar por el momento y por los suaves toques de Shoto, que ascienden y descienden por mi columna provocándome ligeros estremecimientos. Dejo también de concentrarme en seguirle el ritmo a su lengua para abandonarme a ella, confiándome al beso como el ciego a su lazarillo.

Mi felicidad es inversamente proporcional a mi raciocinio ahora, estoy probando el cielo y me enamoré de la muestra.

Oye, ¡no entres ahí! —La voz de Denki resuena milisegundos antes de que la puerta del cuarto casi se arranque de sus bisagras.

—¡Hey, imbécil mitad-mitad! —brama Kacchan, buscando a Shoto con la mirada.

Su cara cuando lo encontró —nos encontró— fue... inefable. Sus majestuosas facciones se descompaginan de extremo a extremo, surcándose de arrugas de estupefacción.

Rompo el contacto entre nuestras bocas y me quedo envarado sobre Shoto, igual de atónito que mi amigo de la infancia.

Denki aparece detrás de él llevándose las manos a la cabeza, esta vez sin teatros de por medio.

—¡Ah! —grita apenado— ¡Lo siento bro! Este tío es imposible de despistar.

Shoto permanece impertérrito, sin mover sus manos de mis nalgas. Kacchan reacciona de repente y vuelve a azotar la puerta, desapareciendo de nuestra vista y devolviéndonos la "intimidad". Mi cabeza hace un click y me incorporo de un salto, conmocionado. Me llevo las manos a la boca, mi cabeza maquina a mil por hora buscando explicaciones lógicas a lo ocurrido.

Acabo de beber la sangre de Shoto.

¡Joder, acabo de besar a Shoto!

—Izuku... —comienza a decir el purasangre. Sin embargo, ya estoy huyendo de la habitación.

Por todos los Cielos... no puedo creerlo. Creo... creo que voy a hiperventilar. La vergüenza y el éxtasis están luchando por finiquitarme y ruego que no gane ninguna de las dos.

Dejo a Shoto en su habitación sin siquiera despedirme y atravieso en volandas los pasillos y el lobby. Me encierro en mi dormitorio, apoyándome sobre la madera oscura de la puerta mientras intento ralentizar mi respiración y los latidos eufóricos de mi corazón.

Acaricio distraídamente mis labios, deseando reproducir el maravilloso contacto con los labios de Shoto. ¿Por qué me besó? ¿Por qué me entregó su sangre? ¿Por qué...?

Oculto mi rostro bajo mis palmas, a pesar de que nadie puede ver mi sonrojo y mi enorme sonrisa. ¡Parezco un púber enamorado! Bueno, quizás lo soy.

Me lanzo a mi cama desordenada y giro de un lado al otro, agitando los pies y arrancando por completo las ya arrugadas sábanas.

—Ochaco morirá cuando le cuente... aunque primero me dará el sermón del "te lo dije" —Río, mis cachetes ya están bastante adoloridos.

Es un poco tarde y puede que mi amiga aún esté platicando con su prometido "mojigato", por lo que decido guardar la sorpresa para mañana. Cojo la laptop y continúo con el trabajo de fenomenología... o al lo menos lo intento. Mi emoción es un constante azote a mi concentración y sin darme cuenta acabo en una página para adultos.

Blood Moon ☾ {Dekubowl}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora