¡Te odio! [Jintae]

[14]

Dos semanas después.

—Hey— dijo Jin, cerrando y bloqueando la puerta principal.

Mina levantó la vista del montón de cartas en su regazo y sonrió.

—Hey— miró con incertidumbre las llaves en la mano de Jin.

—Pedí una llave de repuesto después de que el principito se quedó dormido por tercera vez y no podía molestarse en salir de la cama para abrir la puerta— explicó Jin, poniendo sus llaves en el bolsillo.

Mina resopló.

—Eso es más o menos como me dieron una llave de repuesto— miró al castaño  con curiosidad—. Pero pensé que ya te habías ido. Me pareció que la sesión de entrenamiento fue por la mañana.

Se encogió de hombros, Jin se acercó.

—Me pareció que era tu día de descanso.

Mina le lanzó una mirada afilada, pero no hizo comentarios sobre el cambio de tema.

—Estoy un poco atrasada en el correo de los fans. Tengo que terminar de pasar por estos y facilitar a los no espeluznantes a Tae para responder.

Eso le dio a Jin pausa.

—¿En realidad lo hace por sí mismo?

Ella sonrió.

—Lo sé, ¿verdad? No suena como él, pero supongo que acaricia su ego leer todas las cartas que llegan.

—Hmm— Jin cogió una de las cartas. Echó una ojeada a través de ella y negó con la cabeza. A veces se olvidaba de lo famoso que era Taehyung.

—¿Jin?

Miró hacia arriba y encontró a Mina mordiéndose el labio.

—¿Puedo hacerte una pregunta?— dijo.

—Por supuesto.

Mina vaciló antes de decir lentamente.

—Tae ha estado extraño últimamente.

Después de un momento, Jin preguntó.

—¿Extraño?

—Ha estado... distraído y simplemente extraño. Por ejemplo, yo llegue cuatro minutos tarde ayer y ¡Ni siquiera ha dicho nada!

—Son tan solo cuatro minutos, Mina— dijo Jin, mirando hacia atrás en la carta—. No es el fin del mundo.

—Vamos, ¡Lo conoces muy bien! ¡Él está constantemente aburrido y le vuelve loco amenazarme con despedirme por las razones más tontas. Pero esta vez no se molestó en absoluto!

Jin se río.

—¿No deberías estar contenta de que no lo hizo?

—P-por supuesto que estoy. Es simplemente extraño.

—No es extraño— dijo.

—Pero eso no es todo. Creo que está viendo a alguien.

Poco a poco, Jin levantó la vista de la carta.

—¿Viendo a alguien?

Mina asintió.

—¿No le has visto el cuello? ¿Los chupones? Solía burlarse cuando veía chupones en alguien y ahora está...

—Taehyung está lo suficientemente en forma para tener relaciones sexuales— dijo Jin, poniendo la carta sobre la mesa—. Eso es lo único que me importa— Miró hacía arriba—. ¿Está en casa? Necesito hablar con él.