GioMis (Giorno/Mista).
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En una oscura calle de Nápoles, la luna llena iluminaba una calle dónde se encontraba Mista y Giorno, el moreno estaba cubiertos de heridas en todo su cuerpo, con su brazo ensangrentado recargado la mayor parte de su peso en el fino hombro del rubio dificultando el paso, realmente era muy pesado para él pero se estaba esforzando para llevarlo a la camioneta que habían rentado para la misión, sólo quedaba dos calles más.
- ¡MISTAAAA! - Chilló number 5 mientras volaba alrededor de el.
-¡Puta madre deja de llorar! Ya me tienes hasta la madre. - Gritó number 3.
- Esta bien, cuando lleguenos a la camioneta sanaré sus heridas. - Dijo Giorno en un tono dulce para tratar de tranquilizarlo, a el le parecía dulce la preocupación que siempre demostraba el pequeño Stand. Y efectivamente logró hacer que se sintiera mejor, sonrió en respuesta, sentándose en el hombro del rubio.
- ¡No seas cabrón Mista! Tenemos hambre mientras tu estás chillando. - Se quejó number 3.
-Lo único que piensan es en comida... - respondió Mista.
El moreno soltaba quejidos de dolor mientras tosía sangre, apenas podía poder mover su pierna derecha pero aún así no tenía la suficiente fuerza para caminar por si solo. Giorno tenía que cargarlo a pesar de que el moreno era mucho más alto y pesado que el pero no podía dejarlo así, Mista tuvo la suficiente determinación para acabar con su objetivo sin importar su condición. Después de unos minutos llegaron a la camioneta, abrió la cajuela la cual era bastante grande para que Mista se acostara, Giorno estaba cansado.
- Gracias Giorno... Enserio no puedo caminar con éstas heridas. - Le regaló una sonrisa, a pesar de que estaba saliendo un poco de sangre aún así le parecia encantadora, tenía algo que siempre emitía felicidad a pesar de la situación, así era Mista - Eres mi chico de la suerte. Me has llenado de determinación. -
- No podría dejarte así. - Sonrió - Ahora usaré mi stand, se que duele pero intenta no moverte Mista-San. - Respondió Giorno.
No era la primera vez que Giorno usaba Golden Experience para curar la herida de alguien, especialmente a Mista que a pesar de ser el pistolero del grupo terminaba siendo balaciado por sus propias balas. Y siempre que Giorno usaba su stand, Mista empieza a gritar y retorcerse de dolor lo cual complicaba el trabajo del rubio.
- Esta bien me quedaré quieto pero apresúrate que duele mucho. - habló Mista.
Giorno sacó a Golden Experience, la mano del stand tocó una herida que tenía en su abdomen desnudo para crear de nuevo vida, Mista arqueó la espalda.
- ¡Agh! ¡¡Giorno!! - gritó el moreno con los ojos abiertos como platos - Se más gentil duele mucho. -
- ¡Por favor Mista-San no te muevas demasiado! - Tomó el sueter-ombliguera y lo subió dejando el pecho desnudo, el moreno se levantó sorprendido - Tengo que quitarte la ropa para poder curarte algunas heridas. Como la que tienes en el pecho. -
Por más incómoda que fuera la situación no tenía otra opción, tenía heridas en el pecho, brazos y en la pierna izquierda, afortunadamente las balas no dieron una parte vital pero si seguía perdiendo sangre podría sufrir de un shock hipovolemico. Así que volvió acostarse, sentía las delgadas y finas manos de Giorno pasar por su pecho adolorido, era tan suaves y cálidas que por un momento olvidó el dolor o hasta que de nuevo Golden experience volvió a tocar retorciéndose de dolor, lo único que se podía escuchar era los gritos de Mista.
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Dietro La Mafia. (+18)
FanfictionDetras de la mafia, los integrantes de la organización necesitan liberar sus deseos lujuriosos, aunque sean con las personas que menos esperadas. Pequeños Oneshots sobre ships de Vento Aureo, de los ships más comunes hasta los más peculiares. (+18)
