CAPÍTULO 1

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El despertador no ha dejado de sonar, como odio ese invento infernal, el televisor también está encendido en un canal sin señal a todo volumen añadiendo más alboroto a mi espantoso amanecer, mi mamá acaba de entrar por tercera vez a mi habitación para pedirme que apague todo ese horrible ruido y me levante de una buena vez o terminaré llegando tarde a mi primer día en el nuevo instituto, será toda una pesadilla ¿por qué? Bueno les daré un breve resumen.

Provengo de una familia de clase media, vivimos en la ciudad de Torrevieja en España en una casa de dos pisos bastante cómoda; la planta baja cuenta con cocina, sala-comedor y un baño para visitas, en la parte de arriba hay cuatro habitaciones y dos baños (sí, me toca compartir baño con mi hermano mayor). Tengo 14 años, me encantaría describirme como una chica de cuerpo despampanante que hace babear a los chicos y despierta envidia en las chicas pero naaah; soy bastante normalita físicamente hablando, no soy ninguna miss pero tampoco un moscorrofio (persona sumamente fea), tengo contextura delgada con más caderas que busto pero no completamente plana, a mi parecer el mayor atributo que tengo son mis ojos grandes de un color azul claro herencia de mi abuela materna, cabello castaños, de tez muy blanca casi translúcida, estatura baja y de un carácter bastante impredecible, la mayoría del tiempo soy tranquila y hasta puedo pasar por introvertida pero cuento con una mente extremadamente activa, traviesa y en ocasiones hasta malvada, soy bastante inteligente aunque no lo demuestro en absoluto, de ahí la frase que vengo escuchando durante mi corta vida "tiene mucho potencial, si se esforzara un poco más..." generalmente aquí es cuando pongo los ojos en blanco y hago oídos sordos.

En fin, es por culpa de esa inteligencia y mi personalidad rebelde que me encuentro en esta situación hoy; puesto que mis padres me hicieron presentar un examen de admisión en uno de los internados más prestigiosos del país, el cual tiene una sede en la ciudad de Alicante, accedí hacerlo para complacerlos ya que son grandes padres, no puedo quejarme de ellos, trabajan muy duro para darnos a mi hermano y a mí una buena vida y que nunca no nos falte nada.

He de confesar que me presenté al examen sin ninguna expectativa de lograrlo con decir que ni siquiera me digné a estudiar cómo era debido, me evaluaron en lengua y literatura, matemáticas, idiomas (estoy segura que en ingles reprobé de lo lindo), geografía, historia y cultura general; para finalizar me hicieron uno de esos test de aptitud académica (que estoy bastante segura que no sirven para absolutamente más nada que hacerte perder el tiempo) y como si eso fuera poco la psicóloga del instituto me hizo una pequeña entrevista, fueron tres largos y tediosos días.

Para mi desagradable sorpresa y alegría de mis padres no sólo me aceptaron, sino que además me otorgaron una beca de estudios donde cubrirán la totalidad del costo de la matrícula y me darán el material académico yupiii (es sarcasmo por si no lo notaron).

Ahora luego de la acostumbrada pelea matutina donde mi papá termina siempre halándome de las piernas para sacarme de la cama y todo el corre, corre para salir de casa, me encuentro dentro del auto acompañada de mis emocionados padres hasta el punto de lo irritante cruzando el portón principal del internado "El Castillo Dorado" (¿pueden creerse semejante nombre tan ridículo?); mi futura prisión es un impresionante castillo totalmente renovado por dentro y adecuado para albergar permanentemente a los estudiantes durante los 4 años de educación secundaria obligatoria y los 2 de bachillerato que allí se imparten (tengo que acotar que estoy ingresando al tercer curso de secundaria y que una de sus estúpidas reglas es el que no se permite el uso de celulares dentro de las instalaciones por lo que hay que dejarlos en unos pequeños casilleros al ingresar), el hecho de que no esté contenta de ser enclaustrada en una institución pija llena de niños ricos mimados hijitos de papis no significa que no aprecie sus instalaciones (haré de cuenta que estoy entrando a Hogwarts).

La mayoría de mis cosas fueron trasladadas durante lo que ellos llaman "semana de adaptación e iniciación para los nuevos ingresos", por ello solo traigo conmigo una pequeña maleta de mano; bajo del auto cierro mis ojos y tomo una respiración profunda ya que no hay vuelta atrás.

Y así comienza esta historia...

El Carrusel de Mis AmoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora